Los analistas de ‘El Orden Mundial’ le ponen color al mapa de la agricultura española

España cuenta unos 24 millones de hectáreas de superficie agraria; esto es, prácticamente la mitad de su territorio, lo que lo hace un país eminentemente agrícola.

De hecho, es una de las grandes potencias mundiales en producción de frutas y hortalizas, además de contar con importante cabaña ganadera.

De la superficie mencionada, un 76 % está destinada al cultivo de secano y el 24 % produce bajo el sistema de regadío, un bien escaso en el contexto español, pero un hecho que ha llevado a su sector agroalimentario a ser uno de los más eficientes del mundo.

El regadío español aporta en torno al 65 % del total de la cosecha nacional

Atendiendo a los cultivos, prácticamente la mitad de la superficie se corresponde con tierra arable: cereales, hortalizas y barbechos; mientras que la tierra destinada a los pastos, el alimento para la ganadería, está en torno al 30 %, al igual que los leñosos, donde entran tres cultivos: viñedos, frutales y el olivar.

La agricultura intensiva bajo plástico, los invernaderos, tan solo suponen un 0,3 % del total de la superficie destinada al cultivo en España

La web especializada en visualización de datos, El Orden Mundial (EOM), ha publicado un mapa en el que muestra de manera sencilla la gran diversidad de plantaciones del panorama español, y cómo estas varían en función de cada región.

'Los colores del campo español' muestra una heterogeneidad mucho mayor a la que presenta el campo europeo en su comparación, donde la denominada tierra arable, en su vertiente de secano, predomina en las dos Castillas y Aragón, correspondiendo a cereales en su mayoría.

Por su parte, pese a que está presente en 15 de las 17 comunidades autónomas con una distribución centro-sur y este de la península, se comprueba cómo el olivar está prácticamente circunscrito a la cuenca alta del río Guadalquivir, especialmente en la provincia Jaén con su 'mar de olivos', seguida de Córdoba y Sevilla.

Andalucía concentra el 80 % de la producción de oliva española, seguida de Extremadura (13 %)

Igualmente, una situación similar ocurre con los frutales en Levante, que predominan en la Comunitat Valenciana y la Región de Murcia.

Para concluir con los leñosos, en el caso de la vid es Castilla-La Mancha donde predomina un cultivo en el que se localiza en torno al 50 % de la superficie total de España, encontrando zonas productivas de importante arraigo y cosecha en la ribera del Duero.