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El consumidor paga más de siete veces el precio del ajo en el campo y seis el de la ciruela

Economía Agroalimentaria
La diferencia en los valores entre origen y destino es ostensible en algunos cultivos, fruto de múltiples factores que atañen a toda la cadena de valor y que repercuten directamente en el comercio
Algunos productos básicos de la cesta de la compra sufren variaciones importantes en su precio desde el origen hasta el consumidor


08 September 2022

Uno de los fenómenos contra los que históricamente claman los productores, y también desde hace tiempo ya los consumidores, es el encarecimiento de los precios desde que el producto parte del primer eslabón de la cadena hasta que llega a la mesa para ser consumido.

Dentro del sector agroalimentario son muchos los actores que intervienen en un proceso que es complejo, y que en definitiva conlleva un aumento del valor a medida que avanza en sus distintas fases. 

Sin embargo, estos precios tienen periodos en los que las diferencias son muy llamativas, muy importantes, lo que provoca la reacción de los principales damnificados y denuncian un control aún mayor del comercio.

En España es el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) de los alimentos, que realiza la organización agraria COAG, un documento de referencia para hacer seguimiento de esta evolución y cuyo último análisis, el correspondiente al pasado mes de agosto, arroja de nuevo datos reveladores que dan lugar a diferentes conclusiones acerca del estado por el que pasan algunos alimentos.

 

 

 

Según estos datos, el IPOD general, este mes se quedó en 3,83, lo que significa que el precio de los alimentos desde el origen al destino se multiplicó ese número de veces, con una diferencia notable entre los productos agrarios y los ganaderos; tal y como se hace eco Efe Agro.

Entre los alimentos con menos diferencia, los huevos, cuyo precio entre la granja y el súper se elevó un 33 %, y el del aceite de oliva virgen extra, que a lo largo de la cadena alimentaria sólo incrementó un 47 %

La leche de vaca, otro de los productos básicos de la cesta alimentaria, se pagó en origen a 0,42 euros el litro, mientras que el consumidor la compró a 0,83 euros, lo que representa un incremento del 98 %.

Además, los agricultores recibieron en agosto un precio de 0,34 euros por cada kilo de patata que, al llegar al consumidor, se vendió a 1,57 euros, esto es, un 362 % más.

En el caso de las frutas como la sandía, cuyo elevado precio llegó incluso a la tribuna del Congreso de los Diputados al inicio de la campaña, se vendió de media en agosto a 1,49 euros el kilo en los canales de distribución, un tarifa un 224 % más alta que los 0,46 euros que se pagó a los productores.

Sin embargo, fue la ciruela la que tuvo una diferencia más alta, llegando a ser del 541 % en esta sección.

Atendiendo a las carnes, ternera y cordero son las que más se encarecen a lo largo de la cadena alimentaria, un 280 % y un 272 % respectivamente