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Frente a los mercaderes de la duda

Cambio Climático
Sostenibilidad
Tenemos por delante grandes desafíos, y quizá el más importante de todos sea poner coto al cambio climático y sentar las bases de lo que deberá ser un modelo de desarrollo en el que la tecnología y la sostenibilidad vayan de la mano
Planta brotando en mitad de un terreno árido

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    Ricardo García Lorenzo
    Director de Cajamar Innova y Subdirector de Innovación Agroalimentaria. BCC | Grupo Cooperativo Cajamar

06 November 2022

Lamentablemente vivimos tiempos convulsos, parece que el miedo y las incertidumbres que nos asolan están al alza y las recientes noticias económicas, climáticas o incluso sociales provocan que el pesimismo se vaya extendiendo y generalizando cada vez más. 

Pero no es menos cierto, que nuestra generación es la primera que está sufriendo en toda su dimensión el impacto del cambio climático y esta es una certeza que sería recomendable que nadie obviara. Es un hecho, una realidad incuestionable, que desde la prudencia, y sin alarmismos exacerbados, pero con la responsabilidad que exige la situación, nos obliga a actuar

Debemos ser conscientes de que nos está faltando, si me permiten, pensamiento estratégico, pensamiento a largo plazo, para enfrentarnos a un problema vital, como la escasez de agua, que nos afecta a todos y es de indudable gravedad. 

No escribo nada que ustedes no sepan, pues entre otras obviedades, más de una cuarta parte de los habitantes del planeta están viviendo al límite de sus recursos hídricos, el consumo no para de crecer y la oferta existente es cada vez más difícil de planificar. 

Debemos poner las “luces largas”

En la era de la transformación digital y de la transición energética, como dice un querido colega, el mayor reto que vamos a afrontar es el de la transformación cultural. Y a este desafío es al que debemos dedicarle más atención, porque hoy más que nunca, en un siglo XXI repleto de grandes retos, las personas somos las que debemos lidiar con ellos.  

Que nadie se equivoque, por tanto. Tenemos por delante grandes desafíos, y quizá el más importante de todos sea poner coto al cambio climático y sentar las bases de lo que deberá ser un modo de vida, un modelo de desarrollo económico, ambiental y social sostenible y respetuoso con el planeta, en el que la tecnología y la sostenibilidad vayan de la mano

Solo nos falta una cosa. Ser conscientes de la responsabilidad que tenemos

Todos debemos interiorizar que invertir en agua es rentable. Así de simple y claro. De ahí que sea estratégico que debamos concienciarnos, responsabilizarnos y actuar de manera conjunta y coordinada en relación con los recursos hídricos. 

Y ello en base a una hipótesis esencial: sin agua no hay economía, sin economía no hay progreso y, sin este, las tensiones sociales crecerán. Otra obviedad incuestionable. 

Es necesario asumir la cultura y el conocimiento que tenemos sobre un recurso tan preciado como el agua, a la vez que contar con un marco competencial coherente alejado de la ortodoxia actual, en el que la incompetencia entre lo público y privado deje paso a la coherencia y a una visión a largo plazo. 

Coherencia esta que debe empezar dando paso a unos tecnólogos, científicos y emprendedores que asuman su liderazgo y empiecen poniendo “los puntos sobre las íes”, de la misma forma que se han puesto al frente de la lucha contra el maldito virus que nos ha asolado recientemente y que no será lamentablemente el último. 

Ha llegado el momento de que la mediocridad y el egoísmo dejen paso a la meritocracia, y que estos agentes cualificados sean vistos como aliados y no como “soñadores”. De esta manera, quizá, logremos apuntalar el gran riesgo, y a la vez reto, al que nos vamos a enfrentar todos en breve. 

Hoy día, a las puertas de la mal llamada cuarta revolución industrial, cuando los datos, los algoritmos, la inteligencia artificial e incluso lo ‘bio’ lo fagocitan todo, quizás sea el momento oportuno de hacernos las preguntas correctas, puesto que, muchas veces, en ellas encontramos las propias respuestas: ¿tiene sentido que hablemos de la cuarta o quinta revolución industrial cuando estamos cerca de que más de la mitad de la población mundial no tenga acceso al agua a corto/medio plazo? 

Hace tiempo que aprendí que las buenas preguntas unen y enamoran, mientras que las malas respuestas dividen

Por ello, desde Cajamar Innova, conscientes de esta realidad, insistimos y reiteramos que lo más generoso, y lo más preciado a la vez, es compartir el conocimiento y fomentar la innovación

También sobre este preciado bien que es el agua. Convencidos como estamos que es una cuestión técnica y de gestión, más que de escasez absoluta. Y no solo de un ejercicio de responsabilidad medioambiental, que también, sino de responsabilidad ética y social

Quizás así, de una vez por todas, el primer paso que debamos dar sea alejarnos de los “mercaderes de la duda” y admitir lo obvio… ¿Actuamos?