Menos superficie siniestrada, pero más indemnizaciones: así cierra el año el seguro agrario

El balance del seguro agrario en España, a punto de concluir 2025, dibuja un escenario con menos hectáreas afectadas por siniestros, aunque con un mayor coste en compensaciones. Según Agroseguro, la superficie dañada se reduce un 11,5 % respecto al año anterior, mientras que las indemnizaciones superarán los 710 millones de euros, un 5 % más que en 2024.

El informe de la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras, con datos hasta el 30 de noviembre, cifra en 1,45 millones las hectáreas siniestradas. De la cuantía total prevista, 556 millones corresponden a líneas agrícolas, 66 millones a ganadería y acuicultura, y otros 88 millones a la retirada y destrucción de animales.

Más de un millón de siniestros en once meses

Entre enero y noviembre se han gestionado 1,4 millones de partes, la mayoría vinculados a la retirada de animales (1,2 millones). En el ámbito agrícola se registraron 104.467 siniestros, y en ganadería y acuicultura, 94.870.

Los cultivos concentran el grueso de las indemnizaciones: 515 millones de euros, liderados por frutales (164,8 millones), seguidos de herbáceos (126,6), uva para vinificación (72,5), cítricos (68,3), hortalizas (61,5), uva de mesa (11,7) y olivar (10,1).

Evolución por cultivos y causas

La comparación con 2024 muestra incrementos en frutales (+79 %), cítricos (+10 %) y herbáceos (+4 %), mientras que descienden las compensaciones en uva para vino (-32 %) y hortalizas (-0,4 %).

Los frutales sufrieron especialmente por pedriscos en primavera y verano en Cataluña, Aragón y el valle del Ebro. Los cítricos, por su parte, se vieron afectados por heladas y granizadas en Andalucía, Comunitat Valenciana y Murcia. Herbáceos y leguminosas padecieron daños por fauna cinegética, lluvias, inundaciones, olas de calor e incendios.

Aunque las danas fueron menos severas que en octubre de 2024, también dejaron daños en cítricos, caqui y algunos invernaderos.

Un año marcado por la inestabilidad climática

El informe refleja una siniestralidad condicionada por la variabilidad meteorológica:

• Enero: heladas, viento y pedrisco en cítricos y hortalizas.
• Marzo y abril: borrascas que pusieron fin a la sequía, con tormentas que afectaron cereales y frutales.
• Mayo: más de 204.000 hectáreas dañadas, principalmente por pedrisco.
• Junio: récords de temperatura y tormentas con granizo que elevaron la superficie siniestrada por encima del medio millón de hectáreas.
• Julio: pedriscos sobre herbáceos, viñedo y cítricos.
• Agosto-septiembre: efectos acumulados de sequía y calor, con impacto en el olivar.
• Octubre-noviembre: lluvias, granizo e inundaciones, aunque con menor intensidad.