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Situación actual de la viruela ovina y caprina (VOC)

Producción Animal
Sanidad Animal
La viruela ovina y caprina ha provocado la inmovilización del ganado en 4 provincias de Castilla-La Mancha. La celeridad y medidas preventivas por parte de la Administración han evitado una situación descontrolada de contagios
Situación actual de la viruela ovina y caprina (VOC)


10 February 2023

¿Qué es la enfermedad?

La viruela ovina y caprina es una enfermedad vírica que afecta exclusivamente a estas especies, sin que en ningún caso pueda transmitirse al ser humano, ni por contacto directo con los animales ni a través de sus productos. 

Tiene un periodo de incubación de 8 a 13 días, tras el que se empiezan a mostrar síntomas como fiebre, aparición de pápulas o nódulos generalizados, vesículas (en ocasiones muy infrecuentes), lesiones internas (en concreto en los pulmones) y la muerte. Está causadas por cepas de capripoxvirus, un virus ADN de la familia Poxviridae. 

Es una enfermedad endémica en la parte de África situada al norte del ecuador, en Oriente Medio y en Asia, aunque entre 2010 y 2015 se han notificado brotes en ciertas partes de Europa como Bulgaria y Grecia. 

Esta enfermedad se encuentra incluida en la lista única de enfermedades de notificación obligatoria de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y en la Lista A de enfermedades de notificación obligatoria de la Unión Europea

La prevención y control se basan en el diagnóstico precoz y el sacrificio de los animales del establecimiento una vez confirmado el brote a través de los programas de erradicación. No hay tratamiento y la vacunación se aplicaría en casos de emergencia debido a una amplia difusión. Todo el marco reglamentario de estas actuaciones, así como manuales prácticos de lucha contra la viruela se pueden consultar en la web del Ministerio.

¿Qué zonas están afectadas en España actualmente?

Aunque los primeros brotes se dieron en Andalucía, la situación está ya controlada allí y se están levantando todas las medidas aplicadas. Actualmente solo existen 3 focos en Castilla-La Mancha.

Según información publicada por la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (RASVE), la primera fecha de confirmación en España fue el 19 de septiembre en Benamaurel (Granada), donde fueron apareciendo casos a lo largo de todo el otoño, junto a Cúllar (Granada) e incluso en Oria (Almería). En Castilla-La Mancha el primer caso se dio en Villaescusa de Haro (Cuenca) en septiembre, pero la aparición de nuevos casos en más pueblos de Cuenca e incluso en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), a lo largo de enero y febrero.

 

 

 

Los tres nuevos focos declarados en Castilla-La Mancha el 23 de enero y el 7 de febrero han motivado a la administración a actuar con celeridad. Se han establecido zonas más amplias en los focos, de 5 km de especial protección y de 20 km de vigilancia alrededor de ellos, y se han reforzado las medidas de bioseguridad y vigilancia en las explotaciones de ovino y caprino ubicadas en ambas. 

Adicionalmente, la Conserjería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha ha procedido a la inmovilización del ganado en todas las explotaciones de rumiantes en las provincias de Toledo, Cuenca, Ciudad Real y Albacete por si se estuviera produciendo una transmisión comunitaria entre los rebaños. 

Hasta la fecha, en Castilla-La Mancha se han detectado 13 focos con 810 animales afectados y 42.102 cabezas de ovino y caprino sensibles por estar en el mismo rebaño que los animales confirmados de VOC. 

Afortunadamente solo una muy pequeña parte de la ganadería se ha visto afectada (el equivalente aproximadamente al 1-2 % del censo ganadero autonómico y de la producción de leche autonómica). 

A 8 de febrero de 2023, según el RASVE hay 3 focos activos localizados 2 en Cuenca y 1 en Ciudad Real, que pertenecen a las comarcas agrarias de Mancha, Manchuela y Mancha Baja, que tienen un censo de 339.058 cabezas en 377 explotaciones, y son las más expuestas al contagio por la cercanía de los focos.

 

Mapa de los focos activos, zonas de protección y vigilancia de la viruela ovina y caprina (VOC)

Fuente: RASVE. Datos consultados el 8-febrero-2022

 

¿Qué consecuencias tienen las medidas impuestas?

Las medidas para el control y erradicación son necesarias para poder controlar esta enfermedad infecciosa, con unos índices de mortalidad potencialmente mayores que en otros países debido a que ha estado ausente durante muchos años.

Por ahora, las mayores consecuencias las están sufriendo las explotaciones en las que se han detectado los focos, que deberán afrontar las pérdidas de ingresos y los gastos de reposición generados por el vacío sanitario, y para los que se está elaborando un paquete de ayudas.

Al no ser una zoonosis no hay transmisión a humanos, por lo que las medidas propuestas no prohíben, siempre que se guarden las medidas de protección requeridas para evitar su propagación, llevar animales a mataderos o recoger la leche, limitando el impacto de la orden de inmovilización. 

Únicamente se verían perjudicadas:

  • Las explotaciones de cría que, al no poder llevar animales a cebadero, se verían obligadas a realizar el engorde dentro de las explotaciones.
  • Los cebaderos, que se verán obligados a cerrar el ciclo de cebo y desinfectar posteriormente. Hasta que no se levanten restricciones no podrían volver a introducir nuevos animales.
  • Al restringir movimientos, se pueden ver perjudicadas aquellas explotaciones más extensivas que realizan un aprovechamiento de pastos, lo que aumentaría los gastos de alimentación del ganado.

Si no se actuase con contundencia para parar la transmisión se pondría en peligro la totalidad del ganado, y no solo en las provincias autorizadas. El sacrificio de todos los animales solo en las provincias afectadas tendría un coste de al menos unos 200 millones de euros en indemnizaciones. A esto habría que sumar los gastos de reposición para volver a poner en marcha la explotación y la pérdida de los ingresos durante el proceso, que se estima en unos 431 millones de euros anuales solo para el sector ganadero en el conjunto de la Comunidad Autónoma. 

El sacrificio de todos los animales solo en las provincias afectadas tendría un coste de al menos unos 200 millones de euros en indemnizaciones

También se generarían pérdidas a lo largo de la cadena tanto de carne como de queso.  En la producción de queso de Castilla-La Mancha predominan los quesos con materias primas procedentes de oveja y cabra. Hasta noviembre de 2022 las exportaciones de queso generaron unos ingresos de 190 millones de euros con una cantidad expedida de 20 millones de kilos.

Destaca el papel de la D.O.P. Queso Manchego (la mitad de la producción de leche de ovino se dedica a la producción de queso amparada en esta figura de calidad), que exporta un 70 % de su producción

En cualquier caso, a partir de ahora el éxito en la erradicación de la enfermedad estará basado en el conocimiento y en el seguimiento de las medidas a través de una gran concienciación. Solo así se logrará que estas sean eficaces y las pérdidas mínimas.