El glifosato, estrella en el Parlamento Europeo

En las últimas semanas hay un tema muy debatido en el Parlamento Europeo. La prórroga en el uso del glifosato, un herbicida muy utilizado en la producción agrícola. 

El glifosato es un herbicida de amplio espectro que, por ejemplo, en España, es uno de los productos fitosanitarios más utilizados en subsectores como el maíz, la cebada, los frutos secos, el girasol, el olivar o el trigo, entre otros. 

Posiciones encontradas

La multifuncionalidad del herbicida hace que haya sido objeto de estudio, tanto por sus beneficios como por sus perjuicios. 

Entre sus externalidades negativas, se destaca que la molécula activa y los coadyuvantes del glifosato son cancerígenos. Por lo menos así lo catalogó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2015. Por lo que puede llegar a suponer un peligro para los aplicadores y para los consumidores. 

Más recientemente, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) indicaron que producto es seguro, siempre que se respeten sus condiciones de aplicación y dosis recomendadas.  

Mientras que la OMS indica que el glifosato es cancerígeno, la EFSA y la ECHA indican que es seguro, siempre que se respeten las condiciones de aplicación

Sin embargo, también hay voces que indican que el 22 % de las aguas superficiales europeas se encuentran contaminadas con el producto. Las dosis halladas superan los límites que se consideran seguros para el ser humano.

Una de cada cinco aguas superficiales de Europa se encuentra contaminadas por glifosato

Votación en marcha

Actualmente, la molécula solo se podrá seguir utilizando en tierras europeas hasta el 15 de diciembre de 2023. Por ello, existe un proceso de votación en el Parlamento Europeo, donde se debate la prórroga del producto durante 10 años más. Todo ello se ha promovido a partir de la propuesta favorable realizada por la Comisión Europea. 

En los últimos días hubo una votación, donde no se alcanzó ningún acuerdo: 55 votos a favor, por 45 en contra y existió más de un 40 % de abstenciones. 

No existe un consenso claro sobre el futuro del producto. Mientras que Alemania aboga por su prohibición, España o Francia ven con buenos ojos su prórroga. Es de interés la posición del país galo, pues hace unos años intentó prohibir el producto en su territorio y terminó solo por restringir su uso. 

El próximo 15 de noviembre se volverá a votar la prórroga del uso del glifosato. Aunque voces expertas indican que será difícil que en tan poco tiempo los parlamentarios cambien su voto. Por lo que nos acercamos a una autorización, si sucede, bajo la bocina. 

No existe un consenso sobre el futuro del glifosato en la Unión Europea

Enfado sectorial

La posible prohibición ha enfurecido a los agricultores europeos. Los operadores agrarios indican que no disponen de una alternativa viable desde el punto de vista técnico para la sustitución de glifosato. Por lo que sería una traba más para la producción agrícola europea. 

La competitividad de la agricultura europea podría verse mermada frente a terceros países, si no se autoriza la prórroga de la molécula activa. Su prohibición en la Unión Europea no supone que se deje de usar en otros países que exportan sus productos agroalimentarios a la zona euro. 

Los agricultores indican que no disponen de un producto o técnica sustitutiva que sea viable en el tiempo presente

Estos agentes se encuentran comprometidos en mejorar la sostenibilidad de sus explotaciones agrícolas. Además, de que no quieren utilizar productos que puedan suponer un riesgo tanto para ellos mismos como para los consumidores. Pero demandan no prohibir un agroquímico considerado como seguro por la EFSA y la ECHA, si se respetan las condiciones de aplicación; o el suministro de alternativas reales a la prohibición del herbicida.