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La solución a los plásticos pasa por gusanos o bacterias

Economía Circular y Bioeconomía
Los procesos de reciclaje de residuos a través de visualizaciones gestionan el apoyo a los esfuerzos de conservación ambiental.

12 February 2024

El plástico es un elemento presente en nuestro día a día. Si observamos a nuestro alrededor, gran parte de nuestras pertenencias están fabricadas con este material. 

Para tener una idea, en 2021 se consumieron más de 460 millones de toneladas de plástico y se espera que en 2060 se consuman más 1.200. 

Se espera que la demanda de plásticos aumente casi un 170 % en apenas 40 años

 

La actividad agroalimentaria no es una excepción en el uso de plásticos. Por ejemplo, en 2017 la agricultura demandó 6,1 millones de toneladas, pero se estima que en 2030 se incrementarán hasta las 9,4 millones de toneladas.

Material necesario

El plástico en la agricultura, por ejemplo, es un elemento necesario. Por un lado, en los sistemas de producción bajo invernadero, se requiere para llevar a cabo la producción de alimentos. Es importante tener en cuenta que este tipo de agrosistemas logra una mayor productividad que los sistemas al aire libre, con aumentos de hasta un 70 %. Por otro lado, se utiliza para el empaquetado de productos y para proteger los alimentos durante la postcosecha.

Diversas organizaciones científicas e internacionales han señalado que el plástico es uno de los principales contaminantes de los ecosistemas, siempre que no se realice una gestión adecuada del material. Este polímero es un material cuyo tiempo de degradación es muy elevado (de 100 a 1.000 años), por lo que se produce su fragmentación, obteniéndose los famosos macro, micro o nano. 

Además, los plásticos pueden liberar al medioambiente los compuestos químicos de los que están formados. Estos compuestos tienen efectos negativos en la salud de los organismos y los seres vivos. 

Para hacernos una idea de la problemática, instituciones como la Comisión Europea se encuentran impulsado estrategias y normativas que tienen como objetivo reducir el consumo de plásticos y mejorar la gestión que se realiza sobre el material. 

El principal causante de los problemas generados por el plástico se causa por una mala o nula gestión del material, que termina con su liberación al medioambiente. 

Alternativas de gestión

Algunas de las principales vías para reducir las externalidades negativas son aumentar la vida útil de los materiales mediante su reaprovechamiento y reducir el consumo de plásticos. Aunque en algunos casos existen limitaciones tecnológicas que impiden desprendernos completamente de ciertos insumos debido a nuestra dependencia de los mismos. 

La Unión Europea ha indicado a sus Estados miembros que deben obligar a sus operadores a utilizar plásticos reciclados en la fabricación de artículos, a partir de su reciclado mediante métodos mecánicos y químicos. Además, fomenta la utilización de materiales compostables o biodegradables. 

Sin embargo, hay materiales en los que no se puede recuperar el plástico del que están formados, como los plásticos de muy bajo espesor. 

Además, no todos los insumos tienen una alternativa fabricada con polímeros compostables o biodegradables, debido al reciente desarrollo de materiales comerciales que aún no se han adaptado a todas las situaciones.

La gran revolución

En la comunidad científica se ha comunicado recientemente una innovación disruptiva: se ha observado que algunos organismos son capaces de descomponer los plásticos petroquímicos. 

Uno de los organismos indicados es el gusano de la cera (Galleria mellonella), que fue descubierto cuando una investigadora retiró las larvas de unos paneles de miel que tenía almacenados en su casa. Para sorpresa de la investigadora, pasado un tiempo, los gusanos habían salido de las bolsas de polietileno en las que habían sido almacenados. 

Tras este hallazgo, se descubrió que el culpable era una enzima que se encontraba en el sistema digestivo del gusano, la cual era capaz de degradar el material tras su ingesta. Un caso similar ocurre con el gusano de la harina (Tenebrio molitor).

Recientemente, unos investigadores del Instituto Politécnico Rensselaer (RPI) han logrado ensamblar una bacteria (Pseudomonas aeruginosa) que transforma el polietileno en un homólogo de seda de araña con aplicaciones textiles. Un gran hito. 

 

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RENSSELER (24/04/2023): Compuesto desarrollado por los investigadores.

 

La Dra. Helen Zha, profesora adjunta de Ingeniería Química y Biológica, y una de las investigadoras del Instituto Politécnico Rensselaer que dirigen el proyecto, afirma: "Puede ser casi tan fuerte como el acero bajo tensión. Sin embargo, es seis veces menos denso que el acero, por lo que es muy ligero. Como bioplástico, es elástico, resistente, no tóxico y biodegradable".

Sin lugar a duda, este tipo de desarrollos pueden impulsar la degradación de los plásticos y mejorar la gestión del material tras su uso, además de obtener materiales sostenibles con los que la economía puede prosperar. Una actividad muy necesaria por el gran problema que presenta la gestión del material.

 

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