Bienestar animal en el transporte

Tal y como se comprometió el vicepresidente de la Comisión, Maroš Šefčovič, ante el Parlamento Europeo, el pasado mes de octubre, se ha publicado la propuesta de bienestar animal en el transporte. 

El informe del Comité de Control Reglamentario de la UE es bastante crítico con la propuesta por las siguientes razones: el análisis coste beneficio no es claro; los impactos sobre la competitividad de la cadena, incluyendo a los productores y los consumidores, no se han determinado; y no se plantean opciones claras. 

Se trata de un documento de siete folios, fechado el 17 de noviembre, que no tiene desperdicio. 

La propuesta incluye unos cuantos cambios que, de quedar como se proponen, puede condicionar la actividad ganadera desarrollada hasta el momento en España, especialmente en los sectores de vacuno de carne, de leche y porcino. Los comentaremos a continuación, a grandes rasgos. 

Cuando las temperaturas previstas el día del viaje estén entre 25 y 30 ºC los viajes deben limitarse siempre a 9 horas. Y si se superan los 30 ºC solo podrán realizarse por la noche. No se tienen en cuenta las condiciones climáticas en las que han vivido los animales. 

En la buena parte de la península, en 2022, superamos la temperatura de 25 ºC, durante el día más, de 150 días y los 30 ºC más de 90 días. 

Los movimientos de animales que se trasladan entre granjas deben durar un máximo de 21 horas, incluyendo una de descanso a mitad del viaje. Si dura más es necesario bajar a los animales del camión para que descansen durante 24 horas, antes de reanudar la marcha. 

La limitación condiciona el aprovisionamiento de animales para las explotaciones de engorde de porcino y de vacuno desde la propia UE, que es una práctica frecuente. 

Los traslados de los animales de una granja a un matadero no pueden durar más de 9 horas. Esto significa impedir las exportaciones a Italia o a Portugal o las importaciones desde Francia, que eran habituales en porcino y vacuno, e incluso algunos movimientos entre el oeste y el este peninsular. 

La pregunta es por qué se aplica esta medida cuando los animales van a matadero y se mantiene la anterior si esos mismos animales, con una semana menos de vida, se destinan a otra granja. 

El traslado de los bovinos destetados, procedentes de explotaciones lecheras, tendrán que esperar hasta las 5 semanas de vida y los 50 kilos de peso para salir de las granjas de origen, cuando ahora se trasladan con 2 semanas. Esta medida obligará a reorganizar las granjas de producción de leche. 

Por último, los viajes de estos terneros destetados no pueden durar más de 19 horas, incluyendo una parada de descanso para suministrarles alimentos. Esta última especificación bloquea el aprovisionamiento de estos animales de Centroeuropa, que también es habitual.

Finalmente, los vehículos de transporte deben acondicionarse. Además, durante el transporte será necesario poner a disposición de los animales de más espacio y más altura; todo ello en función de su peso.

Hace unos días me comentaba la responsable de una empresa de transporte de vacuno que, quien adoptase una medida de estas características no había visto un transporte en su vida, ya que al aumentar el espacio se incrementa la probabilidad de que se produzcan caídas de los animales, que conducen a daños y lesiones. 

Parece que la disposición de la Comisión a dialogar con los productores, mostrada hace un par de meses, no se ha materializado hasta ahora.

Todavía hay tiempo para que, con ese espíritu, los representantes españoles del sector ganadero puedan convencer a la Comisión, al Parlamento Europeo y a nuestro Gobierno, como representante en el Consejo Europeo, de que todo lo que se propone no supone una mejora del bienestar animal y, además, compromete la sostenibilidad económica y social de una parte del sector ganadero.