"Viejas glorias" y nueva agricultura

Cada año, el equipo de rugby de la escuela de agrónomos de Madrid reúne en un partido festivo, seguido de su correspondiente tercer tiempo, a sus “viejas glorias” en un partido con el equipo del momento. Yo jugué mi último partido con ellos, eso sí, como capitán, en mayo del 79. 

Luego, la vida (la mili, la adhesión de España a las Comunidades Europeas, Bruselas) me apartó de los campos y no había vuelto hasta este mes de mayo, a este encuentro. 

Fue muy curioso porque, mirando el partido, se me ocurrieron grandes paralelismos entre lo que estaba viendo y la agricultura española de hoy. Me explico. 

Los fundamentos del juego son los mismos:

1. La pelota
2. Las melé
3. Los delanteros 
4. Los tres-cuartos

Los fundamentos de la agricultura también siguen: 

1. El suelo
2. El cultivo
3. El labrar
4. El criar los animales

Pero muchas cosas han cambiado. No solo las reglas, que han evolucionado para bien, pero, por ejemplo, entre el público había un nutrido (y entusiasta) grupo de jugadoras, el equipo femenino, algo impensable en mi época. También las reglas de la agricultura han evolucionado y también más mujeres están reclamando y ocupando su lugar sobre el terreno. 

El partido lo ganaron, pero no por mucho, los “jóvenes” pero las “viejas glorias” hicieron buen papel. También en la agricultura, los cambios que estamos registrando a gran velocidad promueven el protagonismo de los “jóvenes”, aunque las “viejas glorias” no tenemos por qué quedarnos al margen. 

Retirarse a tiempo

Pero mirando la cara de las “viajas glorias” en los descansos del partido y (sobre todo) al final, quedaba claro que el futuro es de los “jóvenes” y que nuestro deber como “viejas glorias” es abrirles y facilitarles el camino, echar una mano en lo que se pueda y nos pidan. Pero el futuro es de ellos y esto vale también para el campo. 

Es necesario compaginar las generaciones organizando poco a poco nuestra retirada, la nuestra, la de los “viejos”. Lo digo porque todavía veo “en el mercado” líderes sindicales y/o cooperativos de mi época. Ya nos lo enseñó esta gran cantante lírica que fue “La Callas”: 

Retirarse es difícil y es doloroso

Siempre podremos encontrar alguna buena razón para no colgar las botas. Por esto, nos debemos preparar mucho antes de que el momento llegue, haciendo escuela y cantera. Esta es también una de las funciones de esta página web y de estas píldoras. 

En una (muy) pequeña parte del mundo mundial, tengo la osadía de pensar que puedo ser útil, como memoria viva de la Política Agraria Común y de la adhesión de España a las Comunidades Europeas. 

Permítanme añadir otra “batallita del abuelo”. También creo que puede ser útil el haber sido testigo y (muy segundario) actor de una transición democrática en la que gente muy distinta que venían de historias y culturas opuestas, nos escuchábamos, los respetábamos y trabajamos juntos para intentar encontrar soluciones.