Conocida como 'el rey de las frutas' o 'la fruta más apestosa del mundo', el durian ha generado opiniones polarizadas entre quienes lo aman por su sabor y quienes no pueden soportar su penetrante olor.

Originario del sudeste asiático, el durian no solo es famoso por su aroma, que ha llevado a su prohibición en lugares públicos como hoteles y transporte, sino también por su reputación como un auténtico manjar y su valor nutricional.

Qué es el durian

El durian es el fruto de árboles del género Durio, perteneciente a la familia Malvaceae, con alrededor de 30 variedades diferentes.

Considerado como una de las frutas más raras del mundo, el durián, durian o durión es una fruta tropical que crece en países como Tailandia, Malasia, Indonesia o Filipinas.

De forma ovalada, su tamaño puede alcanzar hasta los 30 centímetros de largo y llegar a pesar hasta 3 kilos. Destaca por su apariencia única, cubierta de espinas puntiagudas que protegen su valiosa pulpa. Esta característica da origen a su nombre, que proviene de la palabra malaya duri, que significa 'espina'.

Su interior alberga una carne amarillenta o blanquecina con un sabor inigualable, descrito por algunos como una mezcla entre almendras, vainilla y un toque de cebolla caramelizada.

Sin embargo, esta peculiaridad viene acompañada de su fuerte olor, que ha sido comparado con quesos fuertes, combustible e incluso basura en descomposición.

Su valor nutricional, su rol en las economías locales y su creciente demanda en mercados internacionales lo convierten en un protagonista clave en el mundo de las frutas tropicales.

Características y beneficios del durian

El durian cuenta con numerosas propiedades que lo convierten en un tesoro nutricional. Su pulpa cremosa es rica en nutrientes esenciales, convirtiéndose así en un alimento funcional en muchos países del sudeste asiático.

Destaca por su alto contenido en fibra y vitaminas, como la vitamina C y vitaminas del grupo B (como riboflavina, niacina y ácido fólico).

También es una excelente fuente de antioxidantes y de minerales como calcio, potasio, fósforo, hierro, magnesio, sodio y zinc.

Esto aporta diferentes beneficios como:

Refuerzo del sistema inmunológico: gracias a su contenido en vitamina C, ayuda a prevenir infecciones y mejora la salud general.
Mejora la salud cardiovascular: su alto nivel de potasio regula la presión arterial y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.
Piel más saludable: los antioxidantes como los polifenoles y flavonoides combaten los radicales libres, promoviendo una piel más joven y luminosa.
Apoyo al sistema nervioso: minerales como el magnesio y el fósforo contribuyen al correcto funcionamiento del sistema nervioso y muscular.
Prevención de anemia: el hierro y el ácido fólico favorecen la producción de glóbulos rojos, evitando la fatiga y otros síntomas de anemia.
Salud digestiva: su contenido en fibra regula el tránsito intestinal y mejora la digestión.

La fruta más apestosa del mundo

El durian es tan conocido por su penetrante aroma que ha sido apodado 'la fruta más apestosa del mundo'.

De hecho, su olor es tan intenso que está prohibido en muchas zonas públicas en el sudeste asiático debido a las quejas que genera y a la dificultad de eliminar su persistente aroma, que puede impregnar muebles, alfombras y paredes.

En algunos países como Singapur, Malasia o Tailandia esta fruta está prohibida en muchos hoteles y en transportes públicos como autobuses o trenes. Incluso, se han colocado señales explícitas con imágenes del fruto para advertir a los pasajeros. Además, algunos taxistas se niegan a que los pasajeros puedan subirla a sus taxis.

El distintivo aroma del durian proviene de una combinación de compuestos químicos volátiles presentes en su pulpa. Estudios han identificado más de 40 compuestos diferentes responsables del olor, incluyendo ésteres, cetonas y compuestos de azufre.

Estos últimos son los principales culpables de su aroma fuerte, que algunos describen como una mezcla de cebolla podrida, queso fuerte y gasolina.

Cómo se come el durian

Para disfrutarlo correctamente es importante conocer cómo abrirlo y qué partes se consumen, así como las formas más populares de comerlo.

Ponte guantes antes de manipular el durian para proteger tus manos de las afiladas espinas de su cáscara y minimizar el contacto con su fuerte aroma.
Con un cuchillo afilado y con cuidado, corta el tallo del durian y realiza una pequeña incisión en la parte superior de la cáscara.
Tira de las líneas visibles en la cáscara, que marcan las uniones entre los gajos internos de la fruta, en direcciones opuestas para abrir la cáscara.
Retira las vainas de fruta y desprende los trozos de pulpa con las manos o una cuchara.
Dentro de cada vaina hay una semilla grande, que no es comestible. Puedes retirarla o comer bordeándola.
Evita refrigerarlo sin sellarlo correctamente, ya que su olor puede impregnar otros alimentos
Consume el durian en espacios bien ventilados para minimizar el impacto de su aroma.

La manera más común es comerlo al natural. Para quienes buscan algo diferente, el durian puede transformarse en batidos o bebidas, mezclando su pulpa con leche o agua de coco, creando una bebida refrescante y energética.

Además, se utiliza ampliamente en postres como helados, pasteles y flanes, donde su sabor y aroma se suavizan.

Por último, están los famosos chips de durian, rodajas deshidratadas que ofrecen una textura crujiente y un sabor más sutil, ideales para quienes prefieren probarlo de manera más ligera.

Cómo se cultiva el durian

El durian es una fruta tropical que requiere condiciones climáticas específicas para prosperar, lo que limita su cultivo a regiones cálidas y húmedas. Por ello suele cultivarse en el sudeste asiático, donde los suelos ricos y el clima monzónico favorecen su producción.

Temperatura y humedad: necesita temperaturas constantes de entre 24 °C y 30 °C, además de una alta humedad y una exposición solar adecuada.
Suelo: prefiere suelos bien drenados y ricos en materia orgánica, siendo sensible a suelos salinos o arcillosos. PH ligeramente ácido, entre 6 y 6.5.
Riego: necesita un riego constante, especialmente en la fase de crecimiento. Pero hay que evitar el encharcamiento, ya que puede provocar enfermedades en las raíces.
Polinización: la floración ocurre por la noche, y los principales polinizadores son los murciélagos frugívoros.
Cosecha: su cultivo es laborioso, ya que el árbol tarda entre 4 y 6 años en dar fruto, dependiendo de la variedad. Se utiliza la recolección manual para evitar daños, ya que el durian puede desprenderse del árbol de forma natural cuando madura.

Actualmente, Tailandia es el mayor productor y exportador de durian del mundo, destacando por variedades como el Monthong. China por su parte, aunque no es productor, es uno de los mayores mercados importadores, impulsando la demanda global.

Tailandia es el mayor productor y exportador de durian

El durian en España

En España, el durian es todavía un producto exótico y poco conocido, pero su fama ha ido creciendo entre los amantes de la gastronomía asiática y los curiosos que desean probar esta peculiar fruta. Aunque no se cultiva a gran escala en el país debido a las condiciones climáticas, es posible encontrarlo en tiendas especializadas y mercados que importan productos asiáticos.

Existen intentos aislados de cultivar durian en invernaderos o condiciones controladas en España, pero no se tiene constancia de producciones comerciales exitosas.

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