Diagnóstico económico-financiero de las cooperativas agroalimentarias en España (2015-2017)
Cooperativismo
Cajamar ha medido la salud económica y financiera de las cooperativas agroalimentarias españolas y la conclusión es rotunda: estamos ante un colectivo sano y robusto
Domingo García Pérez de Lema
Catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Politécnica de Cartagena
Narciso Arcas Lario
Catedrático de Economía, Sociología y Política Agraria de la Universidad Politécnica de Cartagena
Las cooperativas agroalimentarias españolas gozan de buena salud
Desde la entidad financiera hemos puesto la lupa en la evolución que ha experimentado este modelo empresarial entre 2015 y 2017 y los datos reflejan el buen comportamiento y la evolución favorable, en general, de todos los indicadores económicos (crecimiento y rentabilidad) y financieros (liquidez, el equilibrio financiero y el nivel de endeudamiento), independientemente del tamaño, la edad o el tipo de cooperativa, ya sea de primer o segundo grado.
Este crecimiento es el fiel reflejo de la recuperación económica experimentada tras la crisis de 2008 y pone de relieve el fuerte dinamismo del sector cooperativo y su capacidad de tracción para tirar de la economía española.
Las ventas de las cooperativas y sus activos se han incrementado de forma constante entre 2015 y 2017, lo que ha generado un aumento del valor añadido y el empleo, mejorando la competitividad del sector.
El estudio demuestra la importancia del tamaño en el ámbito de las cooperativas agroalimentarias en España
Las más grandes son las que han registrado un mayor auge de las ventas, los activos y VAB en el periodo analizado, mientras que el crecimiento ha sido más intenso en las más jóvenes y en las de segundo grado.
El director de Desarrollo Sostenible de Cajamar, Roberto García Torrente, presente en la Asamblea de Fepex, anima a los productores españoles a apostar por la inversión en la digitalización de los procesos productivos por su importancia y rentabilidad
El Plan BonProfitp permite desarrollar políticas más acordes para revertir esta situación, a través de acciones que atañen a todos los eslabones de la cadena agroalimentaria