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Las 8 tendencias clave del sector agro en 2025

27 May 2025
Transformación Digital
Automatización y Robotización
Este año estará marcado por la sostenibilidad, la digitalización y la eficiencia. Desde la inteligencia artificial y la automatización, hasta la trazabilidad y el auge de los alimentos funcionales
Las 8 tendencias clave del sector agro para 2025

27 May 2025

El sector agroalimentario es mucho más que una actividad productiva, es también un pilar estratégico de la economía global.

En 2023, este sector aportó casi un 9 % al PIB nacional, alcanzando un valor añadido bruto (VAB) de 119.140 millones de euros, según el informe del Observatorio sobre el sector agroalimentario español en el contexto europeo de Cajamar.

En un contexto de creciente incertidumbre climática, aumento de los costes de producción y una demanda cada vez más exigente por parte de los consumidores, la industria agroalimentaria se enfrenta al reto de evolucionar sin perder eficiencia ni sostenibilidad.

Teniendo en cuenta las tendencias ESG para 2025 y siguiendo la línea de las tendencias que marcaron 2024, analizamos las posibles tendencias que marcaran el sector agroalimentario este año.

En 2025, la sostenibilidad, la eficiencia y la seguridad alimentaria seguirán siendo claves, impulsadas por la inteligencia artificial, la automatización y la biotecnología. La economía circular y la trazabilidad también ganan protagonismo, en respuesta a la presión regulatoria y la conciencia del consumidor.

 

50 Aniversario 'Las Palmerillas'

1. Sostenibilidad como eje, con foco en la agricultura regenerativa y la economía circular

La sostenibilidad ya no es una opción, sino una necesidad estratégica en el sector agroalimentario. Con la degradación del suelo, la escasez de recursos y el endurecimiento de las regulaciones ambientales, el sector agroalimentario debe evolucionar hacia modelos más resilientes.

En la pasada Expo AgriTech 2024, se compartió el dato de que el 70 % de los suelos europeos están deteriorados.

La agricultura regenerativa se posiciona como una respuesta clave, ya que permite restaurar la biodiversidad, mejorar la fertilidad del suelo y aumentar la capacidad de absorción de carbono, a través de prácticas como

Según el estudio de 'Farmer Voice 2024' de Bayer, el 90 % de los agricultores están utilizando al menos una práctica de agricultura regenerativa en sus operaciones.

 

Sostenibilidad en la producción de alimentos.

 

Por otro lado, la economía circular cobra fuerza como solución al desperdicio de recursos. El aprovechamiento o reciclaje de subproductos para la producción de bioenergía, bioplásticos o biofertilizantes naturales se está convirtiendo en una estrategia clave para optimizar recursos. 

Ejemplos como la conversión de restos de cosechas en biogás o el uso de residuos orgánicos para fabricar envases compostables están demostrando que la sostenibilidad también puede generar rentabilidad.

2. La era de la inteligencia artificial (IA)

La Inteligencia Artificial (IA) ha llegado para quedarse y ya se usa en diferentes sectores, incluidos agricultura, ganadería o logística, dentro de la industria.

Se prevé que pueda alcanzar un valor de mercado de 300.000 millones de dólares estadounidenses en 2026.

Siendo una las áreas tecnológicas con mayor proyección de mercado, la IA se posiciona como una herramienta esencial para mejorar la eficiencia, productividad y sostenibilidad de toda la cadena agroalimentaria. 

 

 

En 2025, su impacto será aún más profundo, permitiendo a los diferentes agentes de la cadena agroalimentaria mejorar la toma de decisiones, reducir pérdidas y aumentar la eficiencia en todas las etapas del proceso productivo.

Algunas de sus principales aplicaciones son:

  • Detección temprana de plagas y enfermedades en cultivos: sensores e imágenes satelitales permiten actuar antes de que los daños sean irreversibles.
  • Gemelos digitales: réplicas virtuales de cultivos permiten probar estrategias sin intervenir físicamente en el terreno para tomar decisiones.
  • Optimización del cultivo: algoritmos analizan datos climáticos y del suelo para ajustar riego, fertilización y uso de pesticidas.
  • Monitoreo de la salud animal: sistemas de IA detectan cambios en el comportamiento o la alimentación del ganado para prevenir enfermedades.
  • Gestión inteligente de la cadena de suministro: las plataformas basadas en IA optimizan la distribución de productos, ajustando la oferta y la demanda en tiempo real, reduciendo desperdicios y mejorando la logística agroalimentaria.

3. Automatización y robotización del sector

De la mano de la tendencia anterior, la combinación de maquinaria autónoma, sensores inteligentes y softwares avanzados está permitiendo una producción más eficiente, precisa y rentable.

La creciente falta de mano de obra y la necesidad de optimizar recursos han impulsado el desarrollo y la adopción de estas tecnologías enfocadas a prácticas como la agricultura de precisión y la ganadería de precisión.

De hecho, se prevé que el mercado de la robótica agrícola alcance un valor de 7.700 millones de dólares en 2025.     

Entre las principales tecnologías que están impulsando la automatización y robotización del sector, destacan: 

  • Drones agrícolas: convertidos en la herramienta clave de la agricultura de precisión, se usan para monitorear cultivos, aplicar insumos y recopilar datos, mejorando la gestión agrícola.​
  • Vehículos autónomos: tractores y máquinas autónomas que realizan labores agrícolas con mínima intervención humana, aumentando la eficiencia.​
  • Sistemas de riego automatizados: tecnologías que optimizan el uso del agua, ajustando el riego según las necesidades específicas de los cultivos.​
  • Robots de siembra y cosecha: equipos diseñados para plantar y recolectar frutas y hortalizas con precisión, reduciendo pérdidas y mejorando la eficiencia.
  • Sistemas de ordeño automatizados: implementados en la ganadería para mejorar la eficiencia y calidad en la producción de leche. 
  • Sistemas de alimentación: robots que preparan y distribuyen raciones de alimento adaptadas a las necesidades específicas de cada grupo de animales, mejorando la eficiencia y reduciendo el desperdicio.

 

Brazo robótico.

4. Biotecnología aplicada en el sector agrícola: cultivos resistentes y alimentos funcionales

​La biotecnología agrícola está transformando el sector agroalimentario al introducir técnicas avanzadas que mejoran la productividad, la resistencia y la calidad de los cultivos.

Uno de los mayores avances en este campo es la aplicación de la tecnología CRISPR, una herramienta de edición genética que permite modificar el ADN de los cultivos con precisión para mejorar su resistencia a plagas, enfermedades y condiciones climáticas extremas.

Otra de las innovaciones clave es el uso de biofertilizantes y biopesticidas, productos formulados a partir de microorganismos beneficiosos que mejoran la salud del suelo y protegen los cultivos de manera natural.

En ganadería, técnicas como la reproducción asistida, la selección genética o el desarrollo de piensos optimizados están permitiendo mejorar la calidad del ganado.

Además, los avances en biotecnología han permitido desarrollar alimentos funcionales, alimentos con mayor contenido de antioxidantes, probióticos, fibra, vitaminas y minerales, entre otros componentes bioactivos. Es el caso por ejemplo de las 'lechugas doradas', desarrolladas por el CSIC, con 30 veces más vitamina A que las lechugas convencionales. 

Se estima que el mercado de los alimentos funcionales alcance los 38.500 millones para 2033, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 5,3 % durante este período.

 

5. Trazabilidad y blockchain    

Los consumidores demandan información clara y verificable sobre el origen y la sostenibilidad de los productos que adquieren, lo que impulsa a las empresas a mejorar la trazabilidad en las cadenas de suministro. 

La tecnología blockchain ofrece una solución innovadora para la trazabilidad en la industria alimentaria. Al proporcionar un registro inmutable y transparente de todas las transacciones y movimientos de productos, el blockchain asegura que la información sea accesible y confiable para todos los participantes de la cadena de suministro. 

Por ejemplo, Lidl ha lanzado 'Primera Cosecha', un aceite de oliva virgen extra que utiliza tecnología blockchain para garantizar su trazabilidad, permitiendo a los consumidores acceder a información detallada sobre el origen y proceso de elaboración del producto mediante un QR.

En 2025, su adopción continuará al alza, consolidándose como una herramienta esencial para fortalecer la confianza en la cadena agroalimentaria.    

De hecho, 48 % de las compañías alimentarias planean invertir en tecnologías de trazabilidad y cadena de suministro en 2025, estimándose que pueda alcanzar un valor de mercado de 94.000 millones de dólares en 2027.

 

6. El uso de energías renovables en la producción agroalimentaria    

La transición hacia un modelo energético más sostenible es una de las prioridades del sector agroalimentario y uno de los objetivos de la Agenda 20230,  el 'ODS7: Energía Asequible y No Contaminante'

Por lo que en 2025, el uso de energías renovables en la producción agrícola y ganadera seguirá en expansión. Dentro de estas podemos destacar:

  • La energía solar: es una de las opciones más adoptadas, con paneles fotovoltaicos instalados en explotaciones agrícolas y plantas agroindustriales para abastecer procesos como el riego, la refrigeración de productos o el funcionamiento de maquinaria. Además destaca el auge de la agrovoltaica, que combina la producción agrícola y generación de energía solar en un mismo terreno, optimizando el uso del espacio.

  • El biogás: generado a partir de residuos orgánicos de la producción agrícolas y ganaderos, se está consolidando como una fuente eficiente de energía para maquinaria y calefacción en granjas, cerrando el ciclo de residuos y reduciendo el impacto ambiental.  

  • Las energías geotérmica y eólica está ganando relevancia en determinadas regiones, ofreciendo alternativas viables para reducir la dependencia energética.

  • Además, se están desarrollando tractores y vehículos agrícolas eléctricos e híbridos y de sistemas de hidrógeno verde para alimentar maquinaria agrícola sin combustibles fósiles.

 

7. Gestión del agua y adaptación al cambio climático

La gestión eficiente del agua se ha convertido en una prioridad en el sector agroalimentario, especialmente ante los desafíos que plantea el cambio climático como las alteraciones en los patrones de precipitación y el incremento de fenómenos meteorológicos extremos, como sequías e inundaciones.

A pesar de las lluvias recientes que han incrementado los niveles de los embalses, la situación sigue siendo crítica y evidencia el carácter cada vez más impredecible de dichas precipitaciones.

Principales tendencias en gestión del agua:

  • Tecnologías para optimizar el uso del agua: riego de precisión, sensores de humedad y sistemas de reutilización de aguas residuales.
  • Diversificación de cultivos más resistentes a la sequía: fomentar variedades menos dependientes del agua y más adaptadas a climas extremos.
  • Desalinización y reutilización del agua: en regiones con escasez hídrica, la desalinización y el uso de aguas regeneradas se están consolidando como soluciones estratégicas.
  • Innovación en infraestructuras de almacenamiento y distribución: sistemas más eficientes para reducir pérdidas y mejorar la disponibilidad del recurso.

 

Infografía: Dónde será mayor el estrés hídrico en 2050 | Statista Más infografías en Statista

8. Hábitos de consumo: preocupación por la salud y alimentos de conveniencia

Los hábitos de los consumidores están cambiando. Cada vez hay una mayor conciencia sobre el impacto de la alimentación en la salud, lo que ha llevado a un crecimiento sostenido de productos más naturales, sostenibles y funcionales.

Al mismo tiempo, el ritmo de vida acelerado ha impulsado la demanda de opciones prácticas y rápidas de consumir, sin renunciar a la calidad nutricional.

En este contexto algunas de las tendencias son: 

  • El auge de los alimentos funcionales: cómo hemos comentado antes, la demanda de productos que no solo nutren, sino que también aportan beneficios específicos para la salud, como mejorar la digestión o fortalecer el sistema inmunológico, sigue en aumento. 
  • El auge de la nutrigenómica: el interés por dietas adaptadas a las necesidades individuales ha llevado a un auge en productos desarrollados para responder a perfiles genéticos y condiciones específicas de los consumidores.
  • Proteínas alternativas y alimentos plant-based y cell-based: en este mismo contexto, el sector plant-based y cell-based sigue ganando protagonismo en 2025, con una oferta cada vez más variada y accesible. Incluso se espera que este año ya se empiecen a comercializar productos como la carne cultivada.
  • Preferencia por productos ecológicos y bio: la apuesta por lo natural también se refleja en el crecimiento de la alimentación ecológica y bio, con consumidores más atentos a la composición y procedencia de los productos.
  • Alimentos listos para consumir y preparados saludables: mayor demanda de comidas rápidas sin aditivos artificiales, con ingredientes frescos y opciones nutritivas.

 

 

En resumen podemos decir que, en 2025, el sector agroalimentario seguirá estando marcado por la sostenibilidad, la eficiencia y la salud y seguridad alimentaria.  

La inteligencia artificial, la automatización y la biotecnología impulsarán la optimización de procesos y la productividad, mientras que la economía circular, el uso de energías renovables o la trazabilidad serán claves para responder a las demandas regulatorias y sociales.

 

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