
12 December 2025
En 2024, el mercado mundial de bebidas vegetales alcanzó entorno a los 21 mil millones de dólares y se proyecta que casi duplique su tamaño para 2035, impulsado por la la tendencia de las dietas plant-based y la fortificación nutricional.
La transición hacia alternativas a la leche de vaca ya no es una moda, responde a cambios dietéticos, regulatorios y ambientales con impacto directo en la cadena agroalimentaria, la inversión y la innovación. En este artículoveremos porque ha aumentado el mercado de la leche vegetal, qué alternativas son las más consumidas y en qué países, así como la huella ecológica de estas alternativas a la leche de vaca.
El crecimiento de la población que bebe leche sin lactosa
En apenas una década, el mercado global de las leche vegetal ha multiplicado su valor. Según Statista y GMI Insights, las bebidas plant-based representan ya más del 12 % del mercado total de leche líquida, con previsiones de crecimiento sostenido hasta 2030.
Es fundamental contextualizar que, aun así, la población global que consume leche de vaca tradicional sigue siendo muy superior a la que opta por las alternativas vegetales.
Sin embargo, el crecimiento del mercado de la leche vegetal es uno de los fenómenos más notables en la industria agroalimentaria de la última década. Este segmento está demostrando una capacidad de expansión constante, superando las previsiones año tras año.
El tamaño del mercado mundial de leche basado en plantas fue valorado casi en 21 billones de dólares en 2024 y se fija para alcanzar 52,3 billones en 2035, según datos de Future Market Insigths.
Causas de este crecimiento
Los motores de este cambio no son sencillos, sino una confluencia de factores que van desde la salud personal hasta la ética ambiental:
- Intolerancia a la lactosa y alergias: aunque la intolerancia a la lactosa ha sido históricamente el principal nicho de este mercado, el aumento de los diagnósticos y la búsqueda de digestiones más ligeras sigue siendo un factor impulsor.
- El auge de las dietas plant-based: el vegetarianismo, el veganismo y, sobre todo, el flexitarianismo (consumo ocasional de productos de origen animal) han catapultado las ventas. Muchos consumidores buscan reducir su ingesta de productos animales sin renunciar a la textura y versatilidad de la leche en su dieta.
- Preocupación por la salud: las bebidas vegetales, a menudo, contienen menos grasas saturadas y son libres de colesterol, lo que atrae al consumidor preocupado por el bienestar.
- Conciencia ética y ambiental: la preocupación por el bienestar animal y el impacto climático de la ganadería lechera convencional (emisiones de metano, uso intensivo de agua y tierra) son factores decisivos, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
Según Statista, este fenómeno se extiende por todo el planeta. Países como India (26 %), Australia (20 %) o España (19 %) destacan por el alto porcentaje de consumidores que incorporan regularmente bebidas vegetales a su dieta. También sobresalen México (18 %) e Italia (17 %), lo que confirma que esta tendencia no se limita a una región concreta, sino que responde a un cambio global en la relación con los productos lácteos.
Qué tipos de leche vegetal son los más consumidos
El mercado de la leche vegetal se caracteriza por su diversidad de ingredientes y perfiles nutricionales, lo que permite atender distintos gustos, necesidades dietéticas y valores de consumo.
A escala global, las variedades más populares son las elaboradas con avena, almendra, soja, arroz, coco o guisante, aunque cada región muestra preferencias diferentes según disponibilidad y cultura gastronómica.
– Leche de almendras
Líder histórica por reconocimiento y disponibilidad, la leche de almendra destaca por su bajo contenido calórico y su moderado aporte proteico. Es muy apreciada en bebidas frías y repostería, y se ha consolidado como la opción preferida de muchos consumidores que buscan mantener su peso. Su sabor suave y ligeramente dulce la hace ideal para batidos, cafés y cereales.
En 2024, se mantuvo como la líder indiscutible dentro de las bebidas vegetales en países como Estados Unidos, con aproximadamente un 58 % de cuota de mercado. También cuenta con una fuerte presencia en Canadá y el Reino Unido, y continúa creciendo de forma estable en Europa occidental.
No obstante, enfrenta un reto importante: la percepción ambiental asociada al elevado consumo de agua en las zonas productoras.
– Leche de Avena
La avena se ha ganado un lugar privilegiado en cafeterías y hogares gracias a su cremosidad y buen comportamiento en bebidas calientes. Ha escalado posiciones rápidamente gracias a sus características casi perfectas, muy parecidas a la leche entera. Estas cualidades la ha convertido en la favorita de baristas y cafeterías,
En Europa, su cuota no deja de crecer, liderando las preferencias entre bebidas vegetales en países como Reino Unido.
– Leche de Soja
Fue la primera alternativa vegetal en popularizarse masivamente y sigue siendo una base sólida del mercado, especialmente en Asia. Rica en proteínas, es la opción más completa desde el punto de vista nutricional y la que más se asemeja al perfil de la leche de vaca. Suele venir fortificada con calcio y vitamina B12, tiene un sabor menos dulce y es la opción preferida de quienes priorizan un mayor aporte proteico.
Globalmente continúa siendo relevante en cocina y bebidas listas para tomar, aunque en Occidente ha cedido terreno frente a la avena y la almendra.
– Otras alternativas a la leche de vaca
- Leche de arroz: se posiciona como opción hipoalergénica y de sabor muy neutro (baja proteína, más carbohidrato), útil en postres, smoothies y mezclas. Sigue siendo un nicho estable, con mejor desempeño en Norteamérica y Europa.
- Leche de coco: el coco aporta sabor y grasa características, muy valorado en cocina (currys, repostería) y en mezclas con café o cacao. Aunque su uso como leche de consumo directo es más de nicho frente a almendra/avena/soja, siendo más relevante en Asia-Pacífico.
- Leche de guisante: con el enfoque puesto en la sostenibilidad agroalimentaria, alternativas como la leche de guisante están ganando popularidad. Ofrece una densidad proteica muy alta, comparable a la de la leche de vaca y soja, con un impacto ambiental generalmente bajo, posicionándose como una de las próximas grandes tendencias.
Los países que más leche vegetal consumen
Históricamente, Norteamérica y Europa Occidental han sido los principales motores de ingresos, impulsados por un mayor poder adquisitivo y una fuerte influencia de las tendencias de salud y sostenibilidad.
Sin embargo, los mercados de Asia-Pacífico están emergiendo con fuerza debido a factores como la alta prevalencia de la intolerancia a la lactosa y el rápido crecimiento de la clase media.
Actualmente, nivel mundial, Asia lidera el mercado mundial de sustitutos vegetales de la leche. En 2024 se estimó que la región generaría unos 14.300 millones de dólares, impulsada sobre todo por China, con 9.900 millones. Otros países destacados fueron Japón (2.100 millones), Corea del Sur (400 millones) y la India (400 millones).
Un poco más atrás se sitúa América del Norte, donde Estados Unidos concentra la mayor parte del mercado, con un valor aproximado de 3.900 millones de dólares.
Europa ocupa el tercer puesto a nivel regional, alcanzando unos 4.600 millones de dólares en 2024. Dentro del continente, destacan Alemania con 900 millones, el Reino Unido con 700 millones y España con alrededor de 600 millones de dólares.
España destaca por su alta adopción en el lineal lácteos: con la reducción del diferencial de precio por el empuje de marcas de distribución, casi el 10 % de toda la leche vendida en España en 2024 fue vegetal.
Principales países productores de leche vegetal en el mundo
Si bien la materia prima de las bebidas vegetales procede de diversas zonas agrícolas del planeta (grandes productores de soja, almendras o avena), la producción y procesamiento industrial de la leche vegetal terminada está concentrada en países con alta tecnología alimentaria y gran demanda interna, impulsada principalmente por grandes corporaciones.
Los principales países donde se centraliza la producción y donde tienen su base las grandes empresas productoras son:
- Estados Unidos: dada su gigantesca demanda interna y su liderazgo en la producción de materias primas clave como almendras (California) y soja, EEUU es un hub de innovación y producción masiva. Marcas líderes globales tienen su origen o grandes plantas de procesamiento en el país.
- Países Bajos y Bélgica: dentro de Europa, estos países son centros logísticos y de procesamiento de alimentos clave. Han invertido fuertemente en tecnología para la producción de ingredientes y productos plant-based.
- China: Como mayor consumidor global de productos de soja, China es un productor masivo de leche de soja tradicional y está viendo una rápida expansión en la producción de otras alternativas vegetales para su mercado interno.
- Reino Unido y Alemania: estos países, con grandes mercados de consumo y fuertes tradiciones en innovación alimentaria, albergan importantes plantas de procesamiento de leche de avena y otras bebidas.

Impacto ambiental comparado de la leche vegetal frente a la leche de vaca
La creciente preocupación por el cambio climático y la sostenibilidad ha catapultado el mercado de la leche vegetal. Esta sección es crucial para entender el impacto ambiental de la leche vegetal en contraste con la leche de origen animal, un factor determinante para muchos consumidores y un pilar de su posicionamiento.
Todas las bebidas vegetales analizadas tienen, en promedio, una huella ambiental menor que la leche de vaca. La diferencia es especialmente clara en emisiones de gases de efecto invernadero y uso de suelo, dos de los indicadores más relevantes cuando hablamos de sostenibilidad agroalimentaria.
- Emisiones (CO₂e): la leche de vaca encabeza el impacto por el metano entérico del ganado y la producción de piensos. Las alternativas vegetales —avena, almendra, soja, arroz y coco— emiten bastante menos por litro producido.
- Uso de suelo: la ganadería requiere más superficie para pasto y forrajes. Las plantas usadas para bebidas vegetales precisan mucho menos terreno por unidad de bebida.
- Agua: aquí hay más matices. La almendra puede requerir más agua (especialmente en zonas áridas) que otras opciones vegetales, mientras que avena y soja suelen situarse entre las alternativas con menor consumo relativo.
Avena y soja son las opciones más equilibradas con bajas emisiones y poco uso de suelo. En soja, el punto crítico es el origen: elegir cadenas sin deforestación mantiene su ventaja ambiental.
Almendra emite poco, pero exige más agua (ojo en zonas con estrés hídrico). Arroz sube emisiones por el metano de los arrozales (aun así, menos que la leche de vaca). Coco usa poco suelo y emite poco, con matices por transporte y biodiversidad.
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