
29 December 2025
El Centro de Experiencias Cajamar continúa avanzando en la búsqueda de soluciones innovadoras que permitan aumentar la eficiencia y la sostenibilidad en los cultivos hortícolas.
Entre los ensayos más recientes, destacan los trabajos con tomate, orientados a mejorar la sanidad del suelo, la calidad del fruto y reducir las pérdidas durante el ciclo productivo, según explica su director, Carlos Baixauli.
Un invernadero parral como escenario de pruebas
Las investigaciones se realizan en un invernadero tipo parral con cubierta de malla, una estructura habitual en el arco mediterráneo. En concreto, en un cultivo de tomate valenciano bajo dos sistemas: plantas injertadas y no injertadas. Las primeras se conducen a dos brazos para aprovechar el vigor del portainjerto, mientras que las segundas se desarrollan a un solo tallo.
Esta diferenciación permite evaluar cómo influyen el vigor y la arquitectura vegetal en el comportamiento del cultivo.
Plantas biocidas para combatir problemas del suelo
Uno de los ejes del proyecto es la incorporación de especies biocidas, como coles y rábanos, dentro de una estrategia de manejo sostenible del suelo. Estas plantas se cultivan en otoño y se incorporan al terreno en invierno, aprovechando sus propiedades biofumigantes.
Durante la campaña de primavera-verano, el equipo analiza su efecto sobre plagas y enfermedades, comparándolo con parcelas testigo sin tratamiento, para valorar su eficacia como alternativa dentro del manejo integrado.
Variedades y control del agrietado
El ensayo incluye también una evaluación varietal y el estudio del agrietado del fruto, en el marco del proyecto Craktom, desarrollado junto al Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC). El objetivo es identificar las causas de este problema, que afecta directamente a la calidad comercial del tomate, y diseñar estrategias para reducir su incidencia.

Reducir pérdidas desde el origen
Baixauli subraya que estas investigaciones buscan minimizar el desperdicio alimentario no solo en postcosecha, sino también durante el cultivo. El agrietado y otros problemas fisiológicos generan destríos y pérdidas de producción, por lo que resulta clave aplicar medidas preventivas.
Con estas iniciativas, el Centro de Experiencias Cajamar refuerza su papel como referente en investigación aplicada, ofreciendo soluciones prácticas para el sector hortícola y contribuyendo a sistemas productivos más sostenibles y resilientes.
