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Repaso a las tendencias actuales en innovación agroalimentaria

Cadena de Valor
Tecnología de Alimentos
Los fondos de recuperación de la UE son una oportunidad para invertir en innovación en la producción de alimentos, basándonos en la evolución de la demanda y en salud
Tubos de ensayo con plantas modificadas geneticamente

  • Manuel Lainez Andrés ha sido nombrado director de Innovación y Desarrollo Agroalimentario y director de la Fundación Grupo Cajamar
    Manuel Lainez Andrés
    Director de Innovación y Desarrollo Agroalimentario y Director de la Fundación Grupo Cajamar

19 February 2021

Los fondos de recuperación que la UE ha puesto a disposición de los Estados miembros, en el marco del Next Generation, son una oportunidad para invertir en innovación en todos los eslabones de la cadena de valor agroalimentaria. Analizamos las áreas en las que se está generando más desarrollo tecnológico, con especial atención al ámbito de la digitalización, y a las oportunidades para la diferenciación.

Las oportunidades para la inversión innovadora en agroalimentación en 2021, en unos mercados en evolución

En las últimas semanas se habla bastante en el sector agroalimentario sobre la posibilidad de utilizar los fondos de recuperación de la Unión Europea para apoyar las inversiones en la producción primaria y en la industria alimentaria. Sin duda alguna, es una oportunidad para impulsar la innovación, teniendo en cuenta las expectativas de los mercados, a medio y largo plazo, la más que decidida evolución de la regulación en la Unión Europea y las tendencias de los consumidores a medio.

Las inversiones se planifican en medio plazo para impactar a medio y largo plazo, teniendo en cuenta la previsión de evolución de demanda. Mientras tanto, en 2021 el sector agroalimentario se va a encontrar frente a varios grupos de consumidores:

  1. El primer grupo lo integran los que están sufriendo con más intensidad la crisis, que van a buscar alimentos con los precios más bajos posible.
  2. El segundo grupo es aquel que piensa en la alimentación como un refuerzo a su salud, precisamente por la situación sanitaria que vivimos. 
  3. El tercero agrupa a los que apuestan por la sostenibilidad en las condiciones de producción incluyendo, en el caso de los productos de origen animal, el bienestar animal. 

Buena parte de los dos anteriores estarán dispuestos a darse un capricho con la comida, para compensar su situación personal derivada de la limitación de movimientos. En este contexto, además, se está incrementando el número de usuarios de la compra online de alimentos con diferente nivel de procesado.

Todos estos comportamientos tienen su reflejo en toda la cadena de valor agroalimentaria, cuando se trata de mejorar la eficiencia, buscar la diferenciación o acercarse al consumidor final. Hemos querido hacer una revisión de lo que está ocurriendo en el ámbito internacional, primero repasando las áreas más importantes en las que se ha invertido en innovación en 2020, y las previsiones para 2021, y a la vez buscando las opiniones de los expertos en tendencias en materia de consumo para el presente año.

En 2021 el sector agroalimentario se va a encontrar frente a varios grupos de consumidores

Principales áreas de innovación agroalimentaria en 2020 a nivel global

La revista Agfunders centra sus análisis en la innovación, describiendo empresas, inversiones, etc. Uno de sus editores, Jack Ellis, consideraba cinco grandes áreas en las que se está intensificando la inversión en nuevas tecnologías y procesos en la cadena de valor agroalimentaria: comercio electrónico, automatización y robótica, biotecnologías, gestión del carbono y nuevas proteínas.

  • Comercio electrónico. Es el área en la que hay más startups innovadoras en 2020. Lo justifica como consecuencia del confinamiento. La duda es si después de la pandemia esta tendencia se va a consolidar.
  • Automatización, robótica y tecnología contactless. Es el segundo grupo en el que ha producido un gran desarrollo, tanto en el ámbito de la producción agrícola y ganadera como en la fabricación y la logística. Parece que las dificultades para conseguir mano de obra procedente de la inmigración han provocado una mayor predisposición de los agricultores a utilizar tecnologías basadas en sensores, robots o drones. En el eslabón final de la cadena, próximo al consumidor, también se ha desarrollado.
  • Las herramientas de base biológica. La biología y la tecnología han sido un foco de interés, especialmente en la producción primaria, para la obtención de cultivos mejorados así como para buscar alternativas a los productos químicos de síntesis, que están siendo cuestionados por los consumidores.
  • Las herramientas asociadas a la gestión del carbono. Parece que la expectativa de que el carbono pueda ser objeto de regulación por parte de las autoridades en el ámbito agrario ha hecho emerger negocios en la línea de configurar el mercado de los créditos de carbono, contabilizándolos e incluso comprándolos.
  • El interés por las nueva proteínas. Una de las tendencias de este último año es la búsqueda de proteínas alternativas para ofrecer al consumidor. Esto ha llevado a un crecimiento importante de la inversión en las empresas que están desarrollando mercado en este ámbito. Llama la atención el dinamismo en este ámbito en los países del sudeste asiático.
Mujer haciendo una foto con un móvil a una mesa con comida
El comercio electrónico de alimentos es el área en la que han surgido más startups innovadoras en 2020

La digitalización en las tendencias de la innovación para 2021

Los cinco punto anteriores van a estar presentes en las tendencias para 2021. Sin embargo, la digitalización va a tener un papel relevante en las inversiones de los próximos años.

Culterra Capital es una empresa de consultoría especializada en la innovación tecnológica en el ámbito de la cadena agroalimentaria. Dos de sus analistas, Day y Rosenheim, han realizado un análisis de aquellos ámbitos tecnológicos en los que la innovación va a ser una oportunidad en los próximos meses, y en los que vamos a ver mucho dinamismo. Presentan argumentos para justificar sus predicciones e ideas. A continuación mostramos algunos de ellos.

  • La digitalización va a ser el catalizador de la cadena de valor agroalimentaria durante la próxima década. Por ello insisten en la necesidad de invertir, en todos los eslabones, desde la fabricación hasta la transformación, en la modernización de la infraestructura de datos como primer paso para hacer realidad la digitalización. Este hecho facilitará la incorporación de nuevas herramientas, que van a hacer posible el desarrollo de nuevos modelos de negocio.
  • La digitalización de la postcosecha como primera paradoja. La planificación de la producción y la predicción de las cosechas es esencial para predecir y organizar los procesos productivos. Sin embargo conocer lo que ocurre en la primera milla, desde la cosecha hasta el procesado, es esencial en términos de decisión de entregas, logística, satisfacción de clientes y consumidores, y especialmente en desperdicio alimentario y trazabilidad. En ese ámbito consideran que es posible mejorar la eficiencia de la cadena.
  • Es necesario romper la inercia en producción y la transformación de alimentos, incorporando herramientas digitales.** Se recomienda impulsar la Industria 4.0, basada en la utilización de datos, la automatización y gestión de la mano de obra, el control de calidad avanzado y la adecuación de la oferta y la demanda. Para ello proponen incorporar el IoT y aprovechar la combinación de desarrollo de aplicaciones, plataforma en la nube, conectividad y hardware**. Señalan de gran interés la mejora de la seguridad de los trabajadores, los sistemas de visión artificial asociados a AI / ML, y las tecnologías predictivas.
  • Asociar la demanda al resto de la cadena de suministro es otro elemento esencial, para superar la situación actual en la que las primeras fases de la cadena no tienen ninguna visibilidad en el momento de la venta de sus productos. Para hacer posible ese intercambio de información desde el consumidor hasta el productor, y viceversa, es imprescindible desarrollar modelos que garanticen una armonización de la información y la interoperabilidad entre los distintos sistemas de organización y logística. Estas herramientas son imprescindibles para desarrollar modelos eficientes que garanticen la satisfacción del consumidor y reduzcan el desperdicio.
  • Hay que mirar más allá de 2021, promoviendo la digitalización de toda la cadena. Habitualmente, la digitalización se promueve más fácil en el eslabón próximo al consumidor; sin embargo es necesario extenderlo al resto de la cadena, aguas arriba.

Las mencionadas autoras de Culterra Capital han elaborado un cuadro con el paisaje tecnológico que encontramos en 2021, diferenciando los eslabones de la cadena y, dentro de cada uno de ellos, distintos ámbitos. La imagen la presentamos en la Figura nº 3.

 Agrupan las fases en suministro, producción, logística y distribución, y demanda. Los ámbitos considerados son estrategia (donde incluyen, por ejemplo, previsión de cosecha, comercio, plataformas de compraventa, control de la primera milla); ejecución (producción, ERP especializada, seguridad alimentaria, control de calidad y frescura); y actores que generan valor (plataformas, trazabilidad, planificación de negocio, etc). Para cada uno de estos grupos presentan un conjunto de empresas que ya están operando en el mercado.

Panorama de empresas tecnológicas en la cadena de valor alimentaria en 2021
El panorama de empresas tecnológicas en la cadena de valor alimentaria en 2021, a nivel internacional, según Culterra Capital

Algunas tendencias de la demanda en 2021

Casi todos los meses podemos leer artículos de opinión sobre las tendencias en el mundo del consumo en algunas publicaciones generalistas como Forbes o especializadas como Food and Wine. En cualquier caso, todas ellas vienen a reforzar las ideas ya comentadas:

  • Los consumidores estamos cada vez más preocupados por nuestra salud y la de nuestros seres queridos más cercanos. La salud ha pasado a superar al sabor y al precio como criterio de compra. Esto nos lleva, por una parte, a seleccionar en la compra y, por otra, a mantener una reserva de alimentos básicos. Esta tendencia parece que se va a quedar. Sin embargo, muchos autores critican lo acertado de las decisiones de compra para responder a este deseo.
  • El consumo en los hogares se está incrementando, tanto por las restricciones a la movilidad como por la aversión al contagio. Esto puede generar tendencia. La opinión de muchos autores coincide en la reducción de la oferta de restaurantes en los próximos años, que van a incrementar su oferta para distribución a domicilio.
  • La comida es parte de nuestro bienestar. Se le va prestando más atención como una de las opciones de disfrute personal, a la que se le va a dedicar una mayor inversión en ocasiones especiales.
  • Las dietas flexitarianas se van a imponer. La tendencia vegana parece que pierde fuerza y, aunque se incrementa el consumo de productos vegetales, la carne sigue siendo un ingrediente importante. Destacan los productos con vitaminas, especialmente la C, y entre los cereales se incrementa la presencia de las presentaciones integrales. También parece que son tendencia las mezclas de productos diversos dentro de un mismo plato.
  • Los consumidores prestan cada vez más atención a la información de los etiquetados. Se empieza a valorar la presencia de QR a través de los que se puede conocer toda la historia del producto que vamos a degustar.
  • La presencia de especias, comidas exóticas, productos fermentados, etc. va a estar presente en las mesas.