Tres jóvenes españoles menores de 30 años quieren terminar con el desperdicio de comida

Salvador Martínez Mas - EFE Agro | Los españoles Luis Chimeno, Pilar Granado y Pablo Sosa, creadores de unas etiquetas que informan sobre el estado de los alimentos, quieren ayudar con su invento a reducir el desperdicios de comida, una iniciativa reconocida en los premios a los jóvenes inventores de la Oficina Europea de Patentes (OEP).

La ceremonia de entrega de los Premios Jóvenes Inventores 2025 de la OEP se celebró este miércoles en Reikiavik, y en ella este trío de emprendedores ilicitanos, responsables de la empresa Oscillum, recibió el premio de 'La elección del pueblo' por las etiquetas que han creado para detectar cuándo un alimento ha dejado de ser apto para el consumo.

Esas etiquetas son "biosensores", pues contienen moléculas que indican cuándo un alimento con el que están en contacto se ha contaminado por bacterias.

Esta capacidad convierte a esta invención en una herramienta para luchar contra los desechos innecesarios de alimentos y, también, para evitar intoxicaciones alimentarias.

Según mostró Chimeno, de 28 años, en una entrevista telemática desde Islandia con EFE, los biosensores, del tamaño de una pequeña moneda, tienen una inscripción que cambia de color en función del estado del alimento con el que estén en contacto, pues cuando hay contaminación las formas blancas de la etiqueta se vuelven negras.

"Al pasar de blanco a oscuro nos indicaría que el producto ya no se puede consumir", resumió Chimeno junto a Sosa y Granado, ambos de 29 años.

Sosa apuntó que su invención ha logrado demostrar que "la información reduce el malgasto".

"Si yo veo que algo se me está poniendo malo, es decir, si la etiqueta ha pasado de blanco a oscuro, cambio mis hábitos de consumo para aprovechar al máximo", porque "uno de los grandes problemas del malgasto y de la tendencia actual de tirar comida y las intoxicaciones es que no tenemos información", expuso Sosa.

Los tres jóvenes inventores han conquistado el premio 'La Elección del pueblo' en la gala de la OEP

Una solución frente a desperdicios e intoxicaciones

Solo en la Unión Europea (UE) se estima que cada europeo desperdicia 132 kilogramos de alimentos al año. En el Viejo Continente la cantidad de desperdicios de comida anuales totaliza los 59 millones de toneladas.

Además, debido al consumo de alimentos en mal estado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que cada año enferman 23 millones de europeos por consumir comida contaminada.

Los tres inventores españoles señalaron sentirse premiados por haber sido seleccionados entre el grupo de diez proyectos reconocidos por la OEP que aspiran en Reikiavik a los premios a los jóvenes inventores.

Los productos de Oscillum ya se venden en media docena de países africanos y en Perú.

Cada año enferman 23 millones de europeos por consumir comida contaminada

Un invento de compañeros de piso

La empresa, según contó Granado, surgió de los tiempos en los que los tres emprendedores estudiaban biotecnología y eran compañeros de piso.

Un día que Sosa quiso comerse un filete de pavo de fuerte olor, entre los tres surgió la inquietud de responder al problema de cómo saber que la comida que había en casa estaba en mal estado. "Lo que nos unió fue la pasión que teníamos de encontrar soluciones a los problemas del día a día", dijo Granado.

Antes de contar con un laboratorio en el que desarrollar sus etiquetas, comenzaron sus trabajos de innovación en su cocina. Ahora, la producción industrial de sus productos ya ha comenzado, y esperan poder vender pronto sus etiquetas en Europa.