La semana pasada se ha dado a conocer la primera estimación de la producción de aceite de oliva por parte del Ministerio de Agricultura, que parte de los datos de la Junta de Andalucía para esta región y completa con el resto de CCAA. Según la misma, la producción alcanzaría 1, 372 millones de toneladas, un 3 % menos que la campaña pasada (que alcanzó 1,416 M t). La caída sería debida al descenso de la producción en Andalucía, donde cae un 5 %, especialmente concentrado en la provincia de Jaén (-15 %).
En cuanto al resto de CCAA, la segunda mayor productora, Castilla-La Mancha, caería aún más, un 17 %, mientras que se incrementa con fuerza en las CCAA más afectadas por sequía en las campañas previas: Aragón (+56 %), Cataluña (+111 %) y Comunidad Valenciana (+261 %). Extremadura mantiene producción (+3 %) y el resto de CCAA aumentan un 28 %.
Este volumen de cosecha es claramente superior a la media de las 5 ultimas campañas (1,157 millones de toneladas), muy marcadas por las muy cortas cosechas en 22/23 y 23/24. Pero en todo caso, está muy alejado de volúmenes que no pudiera absorber el mercado, dejando fuera de lugar el desencadenamiento del mecanismo de autorregulación del mercado a través de una retirada obligatoria que el sector habría venido debatiendo antes del verano antes de las sucesivas olas de calor que han mermado el volumen de producción.
De hecho, las tendencias de rendimientos proporcionadas por ESYRCE correspondientes al mes de agosto permiten deducir que las temperaturas han sido clave. Así, los aforos realizados hasta agosto señalaban un ligero incremento de la producción, con aumento del rendimiento en secano del 10% (con un 24% de los aforos ya realizados) pero descenso del 11% en regadío (con un 31% de los aforos realizados). La ausencia de lluvias y de previsiones de estas en el arranque del otoño en Andalucía vendría a corroborar las previsiones anunciadas por Junta y Ministerio frente a los mejores rendimientos esperados previamente.
Este volumen de cosecha se uniría a un stock de enlace inferior al stock medio: el ritmo de salidas ha hecho que el stock de enlace entre campañas sea en España posiblemente inferior a 300 mil toneladas (se situaba en 405 mil al final de agosto y la media de las 5 campañas previas al final de septiembre es de 361 mil), previéndose 423 mil toneladas en el conjunto de la UE (frente a los 550 mil medios de las campañas previas).
Con ello, los precios en origen siguen mostrando una lenta pero constante subida desde el mínimo para el AOVE de 3,56 €/kg alcanzado en la tercera semana de mayo hasta los aproximadamente 4,40 €/kg actuales. En cualquier caso, sigue llamando la atención el fuerte diferencial de precios con respecto al minoritario AOVE italiano, actualmente en torno a 9,60 €/kg y que apenas en algunas semanas puntuales de la campaña pasada cayó por debajo de la barrera de los 9 €/kg evidenciando que el mercado entiende el AOVE italiano como un producto totalmente diferenciado del español y griego, estos sí, de evolución paralela.
Los últimos datos del dashboard de aceite de oliva de la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea ofrecen también información interesante de cómo se ha distribuido el mercado en la recién terminada campaña 2023/24: sobre una producción total de 3,508 millones de t, España habría producido el 40,4 % del aceite mundial, el resto de productores fuera de la UE el 39,9 % (con Turquía a la cabeza de este bloque con el 12,8% de la producción mundial) y el resto de países comunitarios el 19,7%. En concreto, la producción italiana, que cayó hasta 248 mil t, sólo habría representado el 7,1% de la producción mundial, lo cual, unido a que sólo una parte minoritaria de la misma es AOVE explicaría el mantenimiento inmutable de los precios del AOVE italiano por encima de nueve euros.
Evolución del aceite oliva virgen extra (AOVE) en España

