El informe de mayo del AMIS Market Monitor de la FAO de mayo describe una campaña actual de cereales relativamente estable respecto anteriores informes. En el caso del trigo, la producción mundial sigue registrando un ligero aumento respecto al año anterior, impulsada por una mayor demanda interna en regiones como la Unión Europea y Argentina. Sin embargo, el comercio internacional sería inferior debido a la caída de las importaciones en Turquía y una menor oferta exportadora desde Rusia. A pesar de ello, los stocks finales del trigo se mantienen con una leve tendencia al alza.
Se mantiene la reducción de la producción global de maíz un 2,1 % esta campaña, mientras que el comercio caería cerca del 8 %, afectado principalmente por la menor demanda de China y el descenso de exportaciones desde Brasil, Ucrania y otros países clave. No obstante, el consumo de maíz aumentaría un 1,6 %, especialmente como pienso, lo que contribuye a una reducción del 7 % en los stocks mundiales, con descensos notables en economías importantes como EEUU, China, Brasil y México.
En cuanto al arroz, la campaña resulta más equilibrada. Se observa un pequeño incremento tanto en la producción como en el comercio y el consumo. Destaca el notable crecimiento de los stocks globales, que alcanzan un nuevo récord, impulsado por la acumulación en países asiáticos como China, India, Indonesia y Filipinas.
La soja presenta la evolución más positiva. Las buenas expectativas en Brasil permiten una revisión al alza de la producción mundial, compensando las caídas en Paraguay y Sudáfrica. La demanda industrial crece en países como Argentina y Rusia, mientras que las existencias globales se mantienen en niveles elevados y el comercio mejora ligeramente.
Durante abril, los precios internacionales reflejaron cierta estabilidad a la espera de las primeras estimaciones de cosecha. El trigo se mantuvo estable gracias a las buenas perspectivas climáticas. El maíz y la soja registraron ligeros aumentos, favorecidos por la debilidad del dólar y un repunte en las exportaciones de EEUU. El arroz, en cambio, prolongó su tendencia a la baja, presionado por una oferta abundante en Asia y una demanda internacional débil.
No obstante, persisten contrastes regionales en las condiciones de cultivo recogidas en el informe de la FAO para 2025/2026. Con la primavera avanzada, las condiciones de cultivo en el hemisferio norte presentan un panorama muy desigual. Mientras que países como China, India y Canadá muestran un buen estado de los cultivos, en Europa se observan diferencias significativas. El sur del continente ha recibido lluvias beneficiosas, pero en el centro y norte —especialmente Francia, Alemania y Polonia— persisten problemas por falta de precipitaciones. Turquía, Ucrania y algunas zonas de EEUU también han sufrido estrés hídrico, aunque las lluvias recientes en las Grandes Llanuras norteamericanas han mejorado el panorama.
En maíz, la siembra avanza en EEUU, la UE, Ucrania y Rusia, aunque con necesidades de humedad en algunas regiones. En Sudamérica, las condiciones son mayormente favorables, destacando Brasil por el buen desarrollo de su segunda cosecha. En Argentina, las lluvias tardías han ayudado a compensar un inicio complicado, mientras que en México el clima seco limita el crecimiento del maíz otoño-invierno.
El arroz se desarrolla con normalidad en Asia y América del Sur, sin grandes incidencias. La soja, por su parte, muestra un estado general positivo: en Brasil, la recolección avanza con rapidez, y en Argentina las lluvias han contribuido a estabilizar los rendimientos, aunque siguen siendo irregulares. En EEUU, la siembra ya ha comenzado, con una previsión de ligera reducción de superficie.
En cuanto a España, según los últimos datos provisionales recopilados por las comunidades autónomas y publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, con fecha de referencia del 28 de febrero de 2025, reflejan una ligera recuperación en la superficie sembrada de cereales de invierno, con un aumento del 1,5 % respecto al año anterior. Sin embargo, la superficie total sigue por debajo de la media de los últimos cinco años.
El trigo blando alcanza 1,73 millones de hectáreas (+1,9 %), aún un 1,5 % por debajo del promedio reciente. El trigo duro desciende un 1,3 %, acumulando un retroceso del 10 % frente a su media quinquenal. En conjunto, la superficie total dedicada al trigo ronda los 2 millones de hectáreas.
La cebada también sube un 1,5 %, hasta 2,3 millones de hectáreas, aunque continúa por debajo de su media histórica. Castilla y León, Castilla-La Mancha y Cataluña lideran los incrementos, mientras que Galicia y Andalucía presentan caídas.
En cuanto a producción, se estiman 16,16 millones de toneladas de cereales de invierno, un 2,3 % menos que en 2024. No obstante, las lluvias de primavera podrían permitir una revisión al alza de estas cifras.
En leguminosas, aumentan la superficie de lentejas (+11,4 %) y veza para grano (+7,1 %), mientras que bajan los garbanzos, yeros y altramuz dulce.
Evolución de la superficie de trigo en España