
11 December 2025
Los datos de comercio exterior acumulados hasta septiembre muestran por un lado que las exportaciones agroalimentarias alcanzaron los 57.612 millones de euros, mientras que las importaciones se situaron en 42.984 millones de euros. Como resultado, la balanza comercial arrojó un saldo positivo de 14.628 millones de euros, consolidando el superávit estructural del sector, aunque dicho saldo comercial se ha reducido un 4,13 % en valor respecto al acumulado enero-septiembre del año anterior.
Este saldo contrasta con informes previos, pues hasta el mes de julio el saldo acumulado mejoraba el de 2024 apuntando a un nuevo récord al final del año, que ahora parece alejarse. Sin embargo, dos hechos han confluido durante el verano. Por el lado de las exportaciones, un menor volumen exportado de frutas (que cae en el acumulado julio-septiembre un 7,5 % respecto al año previo). Por el lado de las compras, un cambio de tendencia en las importaciones de cereales y semillas oleaginosas, que venían cayendo con fuerza todo el año (29 % menos volumen importado en el acumulado enero-julio del 25 respecto al 24), pero que repuntan en los dos últimos meses: +22 % de volumen importado en agosto-septiembre 25 que en los mismos meses del año previo.
Al examinar las variaciones interanuales, se observa que el valor de las importaciones experimenta un crecimiento del 8,06 %, un ritmo superior al de las exportaciones, que avanzaron un 4,68 %. La divergencia más significativa surge al contrastar la evolución del volumen exportado e importado, ya que mientras el volumen exportado creció de forma sólida un 3,95 %, el importado descendió un 6,84 %. Esta tendencia opuesta ha tenido un impacto directo en la balanza comercial medida en toneladas: el déficit en volumen se redujo en un tercio (+32,85 %), situándose en -5.604 miles de toneladas, no obstante, cabe recordar cómo a mediados de año los datos reflejaban que el déficit en volumen se había reducido a más de la mitad (53,3 %), con lo que este último dato de septiembre, pese a ser bueno, nos muestra que se ha perdido la velocidad de recuperación que llevaba en julio.
En la evolución de los precios aparentes en los 9 primeros meses de 2025 sigue destacando el notable repunte del precio aparente de importación, que escaló hasta los 1,21 €/kg, frente a los 1,05 €/kg registrados en el mismo periodo de 2024, aunque eso sí, habiéndose moderado con respecto a los datos del acumulado de Julio (1,25€/kg). Como ya hemos venido señalando, un repunte que no es achacable tanto a subida de precios, sino a que con la recuperación de la cosecha interior de cereales importamos muchos menos cereales (-21,1 %) y semillas oleaginosas (-9,1 %), que son dos grupos de bajo valor unitario. En todo caso, excluyendo del análisis los cereales y semillas oleaginosas, el precio medio de importación en 2025 es de 1,92 €/kg, sensiblemente superior al de 2024, que era 1,80 €/kg. En contraste, el precio aparente de exportación muestra estabilidad, pasando de 2,05 €/kg en 2024 a 2,06 €/kg en 2025.
Comercio exterior por productos
El principal grupo impulsor del valor exportado siguen siendo las Frutas, que aumentaron sus ventas un 11,3 % con respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, como ya adelantábamos al comienzo del informe, las frutas no han tenido un gran verano exportador: su volumen ha descendido un 7,5 % (comparativa del acumulado julio-septiembre 2025 respecto a 2024), aunque el incremento de los precios ha permitido un aumento del valor del 1,4 %.
Además, entre las principales categorías de exportación españolas en valor, como las carnes (+4,3 %) y las hortalizas (+2,3 %), se mantuvo una senda de crecimiento positiva, si bien el caso de hortalizas se modera respecto a meses previos, dándose una contracción en el volumen exportado (-5,3 %) que fue compensada fundamentalmente por precios.
Destacan también los crecimientos de valor en productos de menor peso relativo, pero con un enorme dinamismo, como el cacao (+58,4 %), aunque el incremento se modera respecto a meses previos, y las semillas de oleaginosas (28,5 %). En el lado opuesto, podemos encontrar aquellas categorías en retroceso donde algunos productos han experimentado descensos significativos en su valor de exportación, como es el caso de las Grasas de origen animal y vegetal (-12,7 %) y los Cereales (-13,9 %).
La caída del precio del aceite de oliva respecto al año previo se sigue haciendo notar en el análisis cruzado de valor y volumen en Grasas, donde la caída del valor (-12,7 %) se produjo a pesar de un aumento del volumen exportado (+12,2 %). Para las semillas de oleaginosas, el volumen exportado se posiciona un 68,5 % por encima del obtenido en los primeros nueve meses del año anterior, impulsando un aumento del valor (+28,5 %) que, aunque significativo, fue proporcionalmente menor, sugiriendo también una moderación de precios.
Por otro lado, el análisis de las importaciones por producto confirma que el incremento del valor agregado está concentrado en un grupo específico de bienes, muchos de ellos afectados por fuertes tensiones de precios en los mercados internacionales.
Los principales motores del crecimiento del valor de las importaciones son productos como el cacao (+63 %), el café (+33,6 %), las carnes (+31,1 %) y los animales vivos (+34,7 %). También resulta destacable el aumento de las importaciones de frutas (+22 %), ya que al contrastarlo con el crecimiento del volumen (+7,5 %), se aprecia que este avance responde, en gran medida, a un incremento en los precios.
Pese al mencionado cambio de tendencia en las compras de cereales, la evolución de las importaciones en el acumulado del año continúa dominada por el comportamiento de los cereales, que registran una fuerte caída del valor importado (-17,4 %) y un descenso aún más acusado del volumen (-21,1 %), lo que apunta a un ligero aumento de los precios unitarios. El cacao por su parte constituye el caso más paradigmático de la inflación agroalimentaria, donde el gasto en importaciones sigue disparado un 63 % por encima del valor interanual, mientras que el volumen apenas ha crecido un 6 %. Este desajuste confirma el espectacular encarecimiento del producto en los mercados internacionales.
Sin embargo, no todas las categorías muestran la misma evolución. En el caso de las semillas oleaginosas, la tendencia es inversa: el valor importado se redujo un 11,5 %, mientras que el volumen descendió en menor medida (-9,1 %). Aunque la contracción sigue siendo significativa, es claramente más moderada que la registrada en el acumulado hasta julio (-21,9 %). Este comportamiento apunta a una reducción del precio unitario de importación y a una progresiva recuperación del ritmo de compras. Por otro lado, en los residuos de la industria agroalimentaria se registra un comportamiento similar: mientras el valor importado apenas retrocede (-2,3 %), el volumen presenta un fuerte aumento (+13,3 %). Esto indica un mayor aprovisionamiento de insumos a precios más competitivos, en clara contraposición a la dinámica inflacionista de los otros productos.
Principales orígenes y destinos
El rendimiento de las exportaciones españolas varía considerablemente según el mercado de destino, pero los datos siguen confirmando que, en un contexto geopolítico muy complejo, las exportaciones evolucionan mejor en los mercados UE que en extra UE. Entre los principales socios de la UE, se observa un sólido incremento en los ingresos por las ventas hacia socios clave como Alemania (+9 %), el segundo mercado en importancia, y Portugal (+9 %). Este comportamiento va acompañado del avance más moderado del principal mercado de destino, Francia (+3 %). Otros actores europeos relevantes cuyo gasto en productos españoles ha aumentado son Países Bajos (+4 %) y Bélgica (+9 %).
Como comentábamos, hay tendencias negativas en mercados extracomunitarios, como los ingresos por ventas a Estados Unidos, que cayeron un 9 %, en Japón un 8 % y en México un 9 %. Es importante señalar que, en el caso de Estados Unidos, la caída del valor contrasta con un aumento del volumen del 3 %, lo que sugiere una presión a la baja en los precios en dicho mercado sin duda destinada a amortiguar el impacto de los nuevos aranceles. De hecho, si entre enero y mayo el precio unitario de exportación a EEUU fue de 4,16 €/kg, en junio-septiembre habría descendido un 2 %, quedando en 4,05€/kg. También se deterioran las ventas en China, que hasta julio crecían un 15 % en valor y ahora apenas lo hacen un 1 %. En contraste, cabe destacar el caso de Corea del Sur, que ha incrementado el volumen importado un 44 %, repercutiendo en un aumento del 19 % en su gasto de productos españoles.
En lo que respecta al mapa de proveedores, si nos fijamos en los proveedores de la UE, el crecimiento del coste de las importaciones está liderado por Alemania (+15 %), Italia (+14%), y Países Bajos (+13 %) a pesar de la caída del volumen importado en el caso de Alemania y, en menor medida, Países Bajos.
En contraste, las compras a Ucrania se desploman, con descensos del 45 % en valor y del 63 % en volumen, principalmente por la drástica contracción en los cereales, que pasó de 8,2 a 2,6 millones de toneladas (-68 %). Esa caída en el suministro se ha compensado con mayores entradas desde Estados Unidos (+195 %), Canadá (+290 %) y Brasil (+118 %). De hecho en los dos últimos meses destaca el incremento de importaciones desde Brasil que crecen en el acumulado del año un 25% en volumen y un 9% en valor impulsadas por las compras recientes desde este país de cereal y soja.
En África, destaca el fuerte aumento del gasto en Costa de Marfil (+83 %), que está vinculado principalmente al encarecimiento del cacao, donde para importar un volumen inferior, España ha gastado prácticamente el doble.
No hay que olvidarse de China, cuyo incremento del 23 % tanto en valor como en volumen, se ha dado principalmente por el incremento en las compras de grasas de origen animal y vegetal. En América Latina destaca el notable incremento de las importaciones desde Ecuador (+28 %), Chile (+23 %) y Perú (+25 %).
Por último, Marruecos consolida su posición como proveedor estratégico con un fuerte crecimiento del +16 % en valor, principalmente por el aumento del gasto en la compra de tomates y hortalizas frescas.
Comercio exterior por comunidades autónomas
En el acumulado hasta septiembre, Cataluña supera a Andalucía como la principal región exportadora en valor, impulsada por un sólido crecimiento que contrasta con el más moderado incremento andaluz (+8,3 % y +1 %, respectivamente). La Comunitat Valenciana destaca también por su notable dinamismo, con un crecimiento del 8,9 %. Es especialmente relevante que este avance en valor se registre pese a un leve descenso en volumen, lo que refleja a nivel regional la tendencia de crecimiento impulsada por los precios.
Otros incrementos significativos se observan en el Principado de Asturias, Canarias y el País Vasco. En cambio, algunas regiones con un peso importante en el sector primario registran descensos en el valor de sus exportaciones, como Castilla y León (-4,7 %) y Extremadura (-6,1 %).
En lo que respecta a las importaciones, la distribución regional confirma a Cataluña como el principal punto de entrada de productos agroalimentarios en valor, con un aumento del 10,7%. En términos generales, las variaciones en valores y volúmenes importados ponen de manifiesto un incremento del precio unitario de importación, tal y como se señalaba al inicio de este informe.


