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Los precios de las hortalizas se disparan en febrero

Economía Agroalimentaria
Estadísticas
A pesar de la falta de producto de otros orígenes, el Sureste español cumple sus compromisos en Europa
Lineales de frutas y hortalizas vacíos en un supermercado inglés


14 March 2023

Durante la presente campaña son varias las noticias que han aparecido sobre estantes vacíos en los supermercados de Reino Unido y de las restricciones a la comercialización según unidades para evitar o paliar la falta de producto. Y, aunque no ha llegado a ese nivel de desabastecimiento, en los principales mercados centroeuropeos ha habido una preocupación por la escasa oferta que ha mantenido a los distribuidores muy tensionados.

Esta situación ha venido provocada por una serie de circunstancias en la que han coincidido el fuerte incremento de los costes de los insumos, especialmente del gas, y condiciones ambientales adversas. 

Por un lado, la oferta de los invernaderos de alta tecnología de norte de Europa, muy dependientes del consumo del gas, se ha reducido drásticamente. Por otro lado, la oferta de Marruecos ha tenido que redirigirse en gran medida a atender las necesidades del mercado interno para evitar una inflación desbocada, y la consecuente escasez de alimentos en el país. 

En el caso de Turquía, que tradicionalmente ha sido un proveedor relevante de frutas y hortalizas en la UE, es probable que desde el inicio de 2023 haya desviado parte de su producción hacia el mercado ruso. Y, por último, desde mediados de enero hasta finales de febrero las bajas temperaturas que han afectado al sur de España han ralentizado la producción de los cultivos hortícolas.

 

 

 

La reducción de la producción, junto a la necesidad que tienen los operadores en origen de atender los compromisos comerciales que habían adquirido con sus clientes europeos, está provocando una auténtica lucha para adquirir las cantidades necesarias. Ello está llevando a que se estén alcanzando precios en origen que difícilmente pueden trasladarse a la gran distribución y al consumidor final.

A continuación, vamos a analizar qué ha pasado desde que se iniciase la campaña hortofrutícola en el sureste español, principal suministrador europeo de hortalizas durante los meses invernales, hasta la actualidad para comprender cómo se ha llegado a esta situación. 

Leve aumento de la superficie cultivada

A pesar del incremento de los costes de producción y transporte, la campaña comenzó con buenas perspectivas debido a un resultado positivo en el periodo anterior 2021/22. 

Sin embargo, había una incertidumbre latente acerca de la posibilidad de trasladar estos incrementos al resto de la cadena de valor, especialmente en un contexto económico en el que los consumidores estaban perdiendo poder adquisitivo.

Además de las buenas sensaciones, las perspectivas de una reducción de la superficie cultivada y/o modificación de los calendarios de producción esperados en Países Bajos debido a su elevada dependencia energética, y a los elevados precios de la misma, hacían esperar un aliciente para aumentar la producción especialmente para los productores de tomate

Sin embargo, no se han producido grandes cambios en cuanto a superficie según las cifras publicadas por los diferentes organismos oficiales de Andalucía y la Región de Murcia. 

La superficie de tomate, pimiento, calabacín y berenjena en las principales provincias productoras españolas durante el invierno (Almería, Granada y Región de Murcia) ha aumentado un 1,1 % con un total de 43.776 hectáreas cultivadas de estas hortalizas. 

Hay que destacar el incremento de la superficie de pimiento (+3,9 %), que mantiene la tendencia creciente de los últimos años, así como de pepino (+2,1 %), mientras que la superficie de berenjena se encuentra estabilizada y la de calabacín es menor en un (-4,7 %). En cuanto a la superficie de tomate, el aumento ha sido más modesto de lo que cabría esperar, tan solo del +1,6 %.

Por tanto, lo esperado siempre con permiso de la climatología, era una producción estándar en el sector hortofrutícola bajo invernadero nacional. Sin embargo, las temperaturas han marcado el ritmo de la campaña.

 

Las bajas temperaturas afectan a la producción

Esta campaña 2022/23 comenzó con cierto retraso y elevadas temperaturas que han provocado una mayor incidencia de plagas en algunos cultivos y han agotado las plantas más de lo habitual. 

Los datos publicados en los Boletines de Asistencia Técnica e Información proporcionados por el SOIVRE en Almería apuntan a una reducción de la producción almeriense del -2,8 % respecto a la campaña anterior, con un total de 1.091,4 miles de toneladas desde septiembre hasta enero. Esos boletines recogen los volúmenes exportados y comercializados en el mercado nacional en Almería, que representan más del 80,0 % de la superficie invernada de las principales zonas productoras. 

En las variaciones de producción según productos, la mayor parte de ellos han disminuido levemente respecto a la campaña anterior, siendo berenjena la que ha presentado un mayor descenso, del -11,2 %. En el resto de los cultivos la variación porcentual ha sido mucho más suave: calabacín (-4,5 %), pimiento (-3,8 %) y pepino (-1,8 %). 

El tomate es el cultivo con mejor comportamiento productivo, según esta fuente con un aumento del 7,7 %, respecto a la campaña anterior. 

 

 

Las bajas temperaturas del mes de enero han frenado los cultivos de forma generalizada haciendo prever un descenso en la producción durante las primeras semanas de febrero, aunque el retraso habitual de los datos estadísticos no nos permite confirmar esta información.

A pesar de la contracción temporal de nuestra oferta, las empresas españolas han podido atender los programas de venta establecidos con sus clientes. Esta circunstancia, junto con la disminución de otros orígenes como Marruecos y Países Bajos han impulsado los precios a inicios de febrero, como veremos más adelante. No obstante, desde principios de marzo esta situación se ha normalizado tanto a nivel productivo como de disminución de la tensión en los mercados europeos.

Reducción de las exportaciones

La contracción de la oferta, una demandada afectada por la elevada inflación y el menor poder adquisitivo del consumidor ha provocado una disminución en la comercialización exterior de las hortalizas. 

Las exportaciones de hortalizas producidas en el sureste español (Almería, Granada y Región de Murcia) han disminuido un -14,7 % en volumen con un total de 1.210,9 mil toneladas (septiembre-diciembre). En valor, se han alcanzado los 1.732,2 millones de euros (+2,2 %) lo que supone una ligera mejora respecto a la campaña anterior. 

Ha destacado octubre en términos económicos (+20,4 %), aunque en general se ha producido una mayor apreciación de la mayor parte de los productos analizados en estos meses. Tan solo el importe obtenido de tomate disminuyó, debido a que el descenso en las cantidades no ha podido ser compensado por el incremento de los precios medios de exportación.

 

 

Comportamiento de los principales proveedores de los países de la UE y Reino Unido

La UE y Reino Unido representan el principal mercado para las hortalizas bajo invernadero del Sureste español. En esta campaña 2022/23 se ha producido un descenso de las cantidades importadas por los países de la UE y Reino Unido de los productos analizados: tomate, pimiento, calabacín, pepino y berenjena, cuantificado en un -8,3 % desde septiembre a diciembre, no reflejando las estadísticas disponibles lo ocurrido en los dos últimos meses. 

No obstante, es relevante que el punto de partida ha representado ya un volumen inferior al de la campaña pasada durante los primeros meses del periodo. Este porcentaje podría haber sido aún mayor de no ser porque las cantidades de tomate (con mayor peso en el total que el resto) han sido las que menos han retrocedido (-5,5 %). 

 

 

 

A este descenso generalizado hasta diciembre, se ha sumado la menor producción en Marruecos y Países Bajos a principios de año, que ha tensionado los mercados y contribuido al aumento de los precios en origen. 

Esta tensión se ha dejado notar principalmente en Reino Unido, donde algunos supermercados han limitado las unidades de compra. Sin embargo, esta situación de cierto desabastecimiento no ha tenido lugar en el resto de nuestros principales mercados. 

Si bien los datos oficiales de comercio no están lo suficientemente actualizados como para analizar los volúmenes exportados a este mercado en febrero de 2023, podemos afirmar que esta situación se está produciendo por diferentes motivos:

  • La contracción de la producción en España y Marruecos que han visto mermada su producción por el frío en las últimas semanas (principios de febrero). 
  • El transporte entre España y Marruecos ha estado dificultado por el mal tiempo, provocando que las compañías suspendieran las comunicaciones marítimas entre los puertos de Tánger, Tarifa y Algeciras en varias ocasiones en febrero. 
  • Menor producción local en los países de destino por el elevado coste energético, que ha llevado, por ejemplo, a los productores ingleses a retrasar su producción para disminuir los elevados costes de producción. 
  • Menor disponibilidad de producto de otros suministradores como Países Bajos derivada también de los elevados costes de la energía, principalmente del gas.
  • Cambios en la estructura de aprovisionamiento disminuyendo los programas de compras por campaña con las comercializadoras y sustituyéndolo por la adquisición libre de producto según precio, priorizando el bajo coste. Esta forma de aprovisionamiento funciona bien en abundancia de producto, pero en situaciones de escasez las comercializadoras priorizan el suministro a los compromisos programados.
  • El brexit ha tenido una repercusión menor para los cultivos bajo invernadero, como muestra el hecho de que las exportaciones de hortalizas de Almería a Reino Unido han mantenido en valores elevados del histórico, desde que se hiciese efectivo. No obstante, tanto este nuevo marco de relaciones con la UE, como los mayores costes derivados de su insularidad no ayudan en una situación excepcional como la actual, como demuestra el retroceso en 2021/22 por la menor oferta y mayor nivel de precios.

 

Escalada de precios en origen

Por tanto, una diminución de la producción en tres de los principales suministradores en los mercados europeos y una demanda activa de los mismos han provocado un incremento de los precios españoles en origen. 

Así, desde el inicio de la campaña 2022/23, el comportamiento de las cotizaciones puede considerare como positivo, ya que han aumentado para los diferentes productos, especialmente en las dos primeras semanas de febrero cuando las cantidades comercializadas han sido significativamente inferiores a los de campañas precedentes, superando los niveles de demanda a los de oferta. 

A continuación se detalla cómo se han comportado los precios medios de cada producto durante el periodo analizado:

  • Pimiento: el precio medio ha aumentado un +41,5 % respecto a la campaña anterior y un +46,0 % respecto a la media de las cinco últimas. Estas cotizaciones son especialmente relevantes, ya que durante los últimos periodos productivos el comportamiento de esta hortaliza en el mercado ha sido muy positivo. Las cotizaciones comenzaron a subir a partir de enero, aunque se han disparado a partir de febrero, superando un precio medio semanal de 2,0 €/kg. Dentro de los pimientos tipo california, el pimiento amarillo es el que ha presentado un mayor crecimiento cercano al 70,0 %, seguido del rojo (+56,4 %) y del verde (+32,0 %). 
  • Tomate: la cotización media hasta mediados de febrero es de 1,10 €/kg, que representa un 13,6 % más que en 2021/22 y un 26,7 % más que el promedio del último quinquenio. Al igual que en pimiento, el inicio del periodo fue positivo, aunque los precios medios fueron inferiores a los esperados en octubre y noviembre. Se trata de la hortaliza que junto con el calabacín han presentado un menor incremento porcentual respecto al año pasado. No obstante, podemos hablar de una cotización positiva. En este caso, la menor entrada de producto holandés de este cultivo en Europa por los precios de la energía, junto con la disminución de la producción nacional y marroquí por las bajas temperaturas han hecho aumentar las cotizaciones del tomate español en febrero hasta los 2 €/kg (semana 11). El tomate redondo es el que más ha aumentado su precio medio de campaña hasta el momento respecto al anterior (+30,8 %), seguido de tomate rama (+14,5 %) y siendo el tomate Cherry que ha experimentado un menor crecimiento en las cotizaciones (5,5 %).
  • Pepino: la cotización media de pepino se ha mantenido por encima de la media de las cinco últimas campañas desde finales de septiembre hasta mediados de febrero, con un precio medio estimado de 0,99 €/kg, lo que ha representado un +27,0 % respecto a 2021/22. Además de las mermas en volumen derivadas por las altas y bajas temperaturas, los problemas fitosanitarios también han contribuido al descenso productivo en ciertos momentos al inicio de campaña.
  • Calabacín: al igual que en el resto de las hortalizas las cotizaciones se han situado por encima del promedio de las cinco anteriores desde noviembre hasta febrero. Este producto ha sido el que menos ha aumentado porcentualmente su precio medio (+8,9%) hasta alcanzar los 0,87 €/kg, aunque la cotización media ya fue elevada en el periodo anterior (0,8 €/kg). Al igual que en pepino las incidencias fitosanitarias influyeron en el descenso de la oferta en momentos puntuales al inicio del periodo.
  • Berenjena: la evolución de las cotizaciones de esta hortaliza también ha sido positiva, con un aumento del 46,6 % comparado con 2021/22 y un precio medio de 1,10 €/kg que representa un +48,1 % respecto al promedio de los cinco últimos.

 

 

Se modera el incremento de los costes

De cara a la rentabilidad de las explotaciones es necesario tener en cuenta la evolución de los costes ya que sufrieron un fuerte incremento en la horticultura intensiva en 2021/22 un 14,5 % (gastos corrientes). 

En 2022/23 se observa una moderación en el crecimiento de los costes de algunas de las principales partidas de gasto hasta enero de 2023, pero siguen siendo elevados, situándose aún lejos de la situación anterior a la pandemia y a la invasión rusa a Ucrania: 

 

 

Si bien es cierto que en los primeros meses de 2023 el índice de precios de producción de fertilizantes parece haber cambiado su tendencia, la bajada de precios tarda un tiempo en llegar al agricultor. La evolución del precio de fabricación de estos insumos en los próximos meses, así como de otros vinculados con el precio de la electricidad y el petróleo, va a depender de cómo se desarrolle el conflicto bélico en Ucrania, así como del comportamiento de los precios de la energía. 

 

 

Conclusiones

Los elevados precios de las hortalizas y las tensiones en el abastecimiento de los compromisos comerciales en los mercados internacionalesde debe a dos cuestiones principales:

  • La menor oferta de producto nacional e internacional por motivos climatológicos.
  • La influencia de la crisis postpandemia y el conflicto en Ucrania en los precios de la energía, los costes asociados y sus consecuencias.

Respecto a la climatología, se ha producido un descenso en los volúmenes producidos por el sureste español por segunda campaña consecutiva. Si en la campaña 2021/22 fueron las lluvias y la calima de primavera. En 2022/23 están siendo las elevadas temperaturas al inicio de campaña y las bajas temperaturas a final de enero y principios de febrero, las que han provocado una reducción. 

Esta se ha cuantificado en un descenso del -2,8 % respecto a la campaña anterior, según los datos publicados por el SOIVRE en Almería, lo que representa un volumen total desde septiembre hasta enero de 1.091,4 miles de toneladas. 

Todavía no existen cifras oficiales que muestren lo sucedido en febrero en los mercados, sin embargo, se espera que los datos de producción de febrero muestren un descenso en los volúmenes cosechados a consecuencia del frío. Esta menor producción ha afectado a la comercialización de los productos hortofrutícolas, así como a los precios en origen. 

En cualquier caso, las exportaciones de las principales zonas productoras han disminuido un -14,7 % con un total de 1.210,9 mil toneladas (septiembre-diciembre). Sin embargo, el resultado en valor ha tenido signo positivo (+2,2 % y 1.732,2 millones de euros) respecto a la campaña anterior.

Los volúmenes de exportación se esperan que también sean inferiores en febrero por las incidencias del frío en los cultivos durante las últimas semanas. Sin embargo, el descenso nacional de producción no ha sido el único responsable de la menor disponibilidad de producto en el mercado, sino que ha tenido lugar lo que algunos llaman “la tormenta perfecta”:

  • Disminución de la oferta marroquí por temporal de frío e interrupción de la ruta de comercialización del país alauita a través de España por cierre de las vías marítimas a consecuencia del temporal en las primeras semanas de febrero.
  • Menor disponibilidad de producto en Países Bajos por los elevados costes de la energía que ha afectado a los calendarios de producción.

En Reino Unido, la menor disponibilidad ha sido más acusada dando lugar a imágenes de estantes vacíos en los supermercados. Esta situación se debe a que la cadena de suministro en este país ha sufrido modificaciones para priorizar el bajo coste que ha restado flexibilidad al sistema, que la producción local en invernadero se ha retrasado para minimizar el elevado coste energético.

Aunque el brexit no ha tenido un papel protagonista, el nuevo marco normativo y el encarecimiento de los costes derivados de la insularidad no han ayudado en una situación excepcional como esta. 

Por tanto, la reducción de producción en esta época del año en los invernaderos de Centroeuropa es una consecuencia directa del incremento del precio del gas, del que esta agricultura es muy dependiente y cuya evolución está ligada al contexto geopolítico internacional.

No obstante, el aumento del precio del gas no solo ha influido en la producción holandesa, sino que también ha propiciado el aumento de los costes de los insumos de producción en toda Europa, y aunque algunos de ellos han comenzado a descender, todavía se mantienen en niveles muy elevados respecto a campañas anteriores a la pandemia. 

Todo ello ha propiciado el incremento de los precios, que en origen ha supuesto aumentos medios de campaña de entre el 8,0 % y el 60,0 % para las diferentes hortalizas de forma genérica, aunque en algunas tipologías de producto, como pimiento california amarillo, el crecimiento del precio medio ha rozado el 70,0 %. Los productos con mayores incrementos porcentuales han sido: berenjena (+46,6 %), pimiento (+41,5 %), y pepino (+27,0 %).

Desde principios de marzo la situación productiva en Almería se ha recuperado. A pesar de las dificultades puntuales que han tenido lugar en febrero, el Sureste español ha podido atender sus compromisos comerciales, demostrando una vez más que es un socio fiable en el suministro de producto a los mercados europeos.

En las próximas semanas se espera que los precios se moderen debido a: la normalización de la producción almeriense, entrada en el mercado de los cultivos de la Región de Murcia, el restablecimiento de la oferta en Marruecos y la salida de más producto los invernaderos en Países Bajos, ya que todo ello restablecerá las cantidades habituales de producto en los mercados. 

Respecto a la rentabilidad de las explotaciones, según los datos disponibles, la evolución de los precios y los volúmenes producidos hasta el mes de enero han podido compensar el incremento de los costes, dando como resultado una rentabilidad positiva para las empresas del sector. No obstante, esta es una evaluación provisional a falta de los volúmenes finales de la campaña y del desarrollo del ciclo de primavera.

Imagen del artículo: bcc.com (https://www.bbc.com/news/business-64712361