
01 April 2025
¿Alguna vez imaginaste que la próxima revolución agrícola no ocurriría en la Tierra, sino en la Luna?
Aunque suene a ciencia ficción, la agricultura espacial está dejando de ser un experimento de laboratorio para convertirse en una realidad. O eso pretende el revolucionario proyecto español, Green Moon Project, una iniciativa pionera nacida en Málaga que está liderando el camino hacia la agricultura espacial.
Su objetivo es cultivar alimentos en la superficie lunar, un entorno hostil donde la gravedad es seis veces menor que en la Tierra y las temperaturas extremas pueden oscilar entre los 100 °C y los -150 °C. Y si todo sale bien, en Marte
A medida que la exploración espacial avanza y la posibilidad de colonias lunares se vuelve más real, entender cómo producir alimentos fuera de nuestro planeta podría ser la clave para el futuro de la humanidad.
¿Qué es la agricultura espacial? Una nueva frontera para los cultivos
La agricultura espacial es la ciencia y la tecnología dedicada al cultivo de plantas y la producción de alimentos fuera de la Tierra.
La Estación Espacial Internacional (EEI) ha sido el laboratorio perfecto para probar cómo responden las plantas a condiciones extremas, como la microgravedad y la radiación cósmica.
Desde las famosas lechugas cultivadas por la NASA, hasta rábanos, mostaza o trigo, varios cultivos han crecido en la órbita terrestre, ofreciendo valiosos datos sobre cómo adaptar las técnicas agrícolas tradicionales a ambientes espaciales.
Estos primeros ensayos revelaron los desafíos de cultivar sin luz ni gravedad, la radiación cósmica, la escasez de agua y la ausencia de un suelo fértil. Sin embargo, también demostraron que, con las condiciones adecuadas, la vida vegetal puede adaptarse y prosperar en el espacio.
Para ello, la agricultura espacial ha utiliza diferentes técnicas innovadoras como:
- Cultivo sin suelo (hidroponía y aeroponía): estas técnicas permiten el crecimiento de plantas sin necesidad de tierra, utilizando agua y nutrientes de forma eficiente.
- Reciclaje de recursos: reutilización de agua y desechos orgánicos como fertilizante.
- Control ambiental: invernaderos cerrados que regulan luz, temperatura y humedad.
- Uso de luces LED: para combatir la falta de luz solar se usan luces LED que emiten longitudes de onda específicas para optimizar la fotosíntesis.
Más que un simple experimento, esta disciplina es clave para el futuro de la exploración espacial, ya que permitiría a los astronautas cultivar sus propios alimentos en misiones de larga duración y, eventualmente, en colonias fuera de nuestro planeta.
Ahora, el reto es aún mayor, cultivar en la Luna, donde el entorno es mucho más hostil que en una estación espacial.

¿Por qué la Luna? Los retos y ventajas del suelo lunar
La Luna es el primer paso lógico en la expansión agrícola fuera de la Tierra, pues es el cuerpo celeste más cercano (a solo 384,000 km de distancia), lo que la convierte en un laboratorio ideal para probar tecnologías agrícolas que, en el futuro, podrían utilizarse en Marte o más allá.
El primer gran paso se dio en 2019, cuando una misión china consiguió germinar una semilla de una especie de algodón en la Luna, marcando la primera vez que una planta crecía en un cuerpo celeste distinto al nuestro.
Aunque la planta no sobrevivió mucho tiempo a las extremas condiciones lunares, este hito demostró que cultivar fuera de la Tierra no es una idea descabellada.
Sin embargo, a diferencia de la Estación Espacial Internacional, la Luna presenta un entorno mucho más hostil.
Retos del suelo lunar:
- Falta de atmósfera: exposición a radiación cósmica y temperaturas extremas (de 100 °C a -150 °C).
- Gravedad reducida: la baja gravedad afecta el crecimiento y estructura de las plantas.
- Regolito lunar: el suelo lunar , conocido como regolito, carece de nutrientes y puede ser tóxico para las plantas.
- Escasez de agua: aunque se ha encontrado hielo en los polos lunares, el acceso al agua sigue siendo uno de los mayores desafíos para la agricultura espacial
Ventajas de la Luna para el Green Moon Project:
- Proximidad a la Tierra: facilita el transporte y la logística de los experimentos.
- Abundante luz solar: ideal para alimentar sistemas de cultivo con energía solar.
- Entorno controlable: la ausencia de atmósfera permite crear hábitats cerrados y regulados.
Qué es Green Moon Project y en qué consiste este proyecto
El Green Moon Project es una iniciativa pionera española que busca convertir la Luna en el primer laboratorio agrícola extraterrestre.
Su visión es clara: demostrar que es posible cultivar hortalizas mediterráneas, como rábanos y tomates, en condiciones similares a las de la Luna, sentando las bases para la autosuficiencia alimentaria en futuras colonias espaciales y desarrollando tecnologías aplicables en la Tierra.
Todo esto comenzó en 2016 cuando José María Ortega, ingeniero aeronáutico e investigador principal de Green Moon Project, fundó esta idea siendo todavía un proyecto universitario. Se presentó el proyecto a un concurso organizado por Google, donde llegó hasta la final, destacándose como una de las propuestas más innovadoras.
Pronto captó la atención de la comunidad científica. Hoy, el proyecto está compuesto por un equipo de ocho científicos que trabajan incansablemente para convertir esa visión en una realidad tangible.
El proyecto se centra en el desarrollo de un invernadero autónomo capaz de operar en las condiciones extremas del entorno lunar.
Este invernadero está diseñado para generar alimentos y oxígeno, además de eliminar dióxido de carbono, creando un ecosistema autosostenible esencial para la vida humana en el espacio.
Una de las estrategias clave del proyecto es el uso de 'regolito lunar' a partir de suelo de Lanzarote como sustrato para sus experimentos, debido a su similitud con el suelo lunar.
Las tres patas de Green Moon Project
A diferencia de otros proyectos similares a nivel mundial, Green Moon Project se distingue por estar compuesto por tres ramas principales que trabajan de forma coordinada:
- Ingeniería espacial: liderada por Pla-García y Ortega, esta rama se encarga de diseñar una cápsula que recrea una atmósfera similar a la terrestre, con temperaturas controladas entre 15 y 28 grados. La cápsula incluye lámparas LED para la fotosíntesis y un sistema automatizado de riego que asegura el suministro de agua al sustrato.
- Biología vegetal: el equipo de la empresa granadina Innoplant selecciona y prueba semillas como rábanos, tomates, lechugas y espinacas para identificar cuáles se adaptan mejor a las condiciones espaciales. El rábano ha destacado como el cultivo ideal por su rápida germinación (4 días), bajo consumo de recursos y alto valor nutricional.
- Geología planetaria: el equipo ha desarrollado un simulante de suelo lunar, utilizando suelo volcánico de Lanzarote. Enriquecido con abonos y microorganismos, este sustrato ha permitido que las plantas crezcan en condiciones similares a las de la Luna. Además, el equipo estudiará el suelo de La Palma tras la erupción de 2022, por sus características geológicas comparables a las del terreno explorado en la misión Apolo 17.
Cómo podría beneficiar la agricultura espacial al planeta
El éxito del Green Moon Project no solo representa un avance hacia la autosuficiencia alimentaria en el espacio, sino que también podría tener un impacto profundo en la forma en que cultivamos y distribuimos alimentos en la Tierra.
– Creación de modelos de agricultura sostenible para la Tierra y el espacio
El objetivo final del Green Moon Project no es solo cultivar en la Luna, sino desarrollar un modelo de agricultura sostenible que pueda aplicarse en futuras misiones a Marte y, al mismo tiempo, ofrecer soluciones para el cultivo en condiciones extremas en la Tierra.
Las tecnologías y conocimientos derivados de este proyecto pionero tienen el potencial de transformar la agricultura terrestre, especialmente en un contexto de cambio climático y crecimiento demográfico, ayudando en temas como el uso eficiente del agua, la optimización de nutrientes y la creación de entornos controlados.
– Autosuficiencia alimentaria en misiones espaciales y su impacto en la Tierra
Uno de los grandes desafíos de las misiones espaciales de larga duración es la necesidad de suministrar alimentos frescos a los astronautas. Actualmente, el costo de lanzar suministros al espacio es de aproximadamente 1.500 dólares por kilogramo, según un estudio de Citigroup.
El Green Moon Project busca alimentar a los astronautas de manera autosuficiente, generando alimentos in situ.
Las innovaciones del Green Moon Project podrían tener un impacto significativo en la seguridad alimentaria global, al permitir la producción de alimentos en lugares donde antes era impensable.
Además, al optimizar el uso de recursos y minimizar los residuos, estas tecnologías podrían contribuir a reducir la huella de carbono de la agricultura en la Tierra.

Cuáles son las perspectivas de futuro
En diciembre de 2024, el Green Moon Project anunció una alianza con la startup española Orbital Paradigm.
En 2026, tiene previsto enviar uno de sus invernaderos al espacio a bordo de una cápsula presurizada desarrollada por dicha startup.
Este experimento permitirá observar cómo crecen las plantas en condiciones de microgravedad, proporcionando datos fundamentales para futuras misiones a la Luna y Marte.
El objetivo del Green Moon Project es estar plenamente operativo durante la década de 2030, en sintonía con las misiones Artemisa de la NASA, que buscan establecer asentamientos permanentes en la Luna.
El equipo ya trabaja en el diseño de invernaderos autónomos que puedan ser enviados a la Luna en futuras misiones.
Aunque el enfoque inmediato está en la Luna, el objetivo a largo plazo del proyecto es apoyar la llegada de humanos a Marte en la década de 2040.
El camino no ha sido sencillo, pero Green Moon Project avanza con la vista puesta en el futuro. La próxima década será decisiva para transformar sus experimentos en realidades lunares y abrir nuevas posibilidades para la agricultura dentro y fuera de nuestro planeta.