29 May 2023
parece algo común pero las personas que pasan no conocen la razón”.
Una vez más, la sequía parece que va a afectar la producción en 2023 en nuestro país. La falta de precipitaciones está encareciendo la alimentación animal y elevará la dependencia de la compra de alimentos, ya de por sí más elevada en comparación con otros países de nuestro entorno.
Aunque el precio de los piensos ha ido disminuyendo poco a poco, sigue siendo históricamente alto. La cotización de los cereales y las semillas oleaginosas, lejos de los máximos alcanzados tras la invasión de Ucrania, ha experimentado una caída significativa debido a la normalización del conflicto.
A pesar de ello, siguen siendo elevados debido a las altas tasas de consumo y la bajada de las reservas en los últimos años. Sin embargo, las perspectivas de una buena cosecha a nivel mundial indican una tendencia a la baja.
La escasez de leche que provocó esta crisis de costes ha disparado su precio a niveles nunca antes vistos, pero parece estar moderándose lentamente debido al crecimiento gradual de la producción en todo el mundo.
La actual tendencia a la baja de los precios, que se está volviendo evidente en las negociaciones de contratos durante esta primavera, está generando creciente preocupación en nuestro sector. Además de los problemas climáticos, debemos añadir el impacto significativo que está teniendo la inflación en el consumo, aunque se observan señales de moderación en este aspecto.
Este conflicto con los contratos se une al de las demandas individuales por daños ante la resolución de la CNMC en contra de la industria láctea, que siguen pendientes de los recursos presentados en la Audiencia Nacional.
Además, el sector se encuentra vigilante ante la nueva normativa comunitaria en relación al bienestar animal y al registro de emisiones. Asimismo, dentro de nuestras fronteras, se presta especial atención al futuro desarrollo de la figura del veterinario de explotación.
Para el otoño está previsto que se publique la propuesta de la Comisión para mejorar el bienestar animal en toda la cadena de producción y comercio, desde la cría y el transporte hasta el sacrificio de los animales.
La propuesta final se basará en los distintos dictámenes científicos de la EFSA sobre el transporte, protección de los animales y del sacrificio, así como un informe de impacto sobre distintas alternativas, previos a la propia propuesta.
Precisamente, el 16 de mayo de 2023 la EFSA publicó el último de ellos, centrado en el bienestar en vacas de leche. En el dictamen reconoce que no encuentra relaciones relevantes entre los distintos tipos de alojamientos y la prevalencia de problemas asociados con el bienestar.
No obstante, sugiere una serie de medidas como eliminar ataduras y proporcionar un cubículo por vaca, una superficie cubierta sea de 9 m2 por vaca, además de camas secas, suaves y deformables.
Este dictamen se une a los ya publicados, en primer lugar sobre el bienestar en terneros, que recomendaba mantener a los terneros en grupos pequeños (2-7 animales) durante la primera semana de vida, proporcionándoles aproximadamente 20 m2 por ternero; alimentarles con un promedio de 1 kg de fibra neutro detergente al día; y mantener al ternero con la madre durante al menos 1 día después del parto.
En segundo lugar, sobre el transporte de animales, donde la EFSA recomienda más espacio, temperaturas más bajas y viajes más cortos para mejorar su bienestar durante el transporte.
Aunque aún se desconoce el alcance de la nueva regulación, es posible que sea necesario realizar inversiones importantes en infraestructuras y equipamiento para cumplir con las nuevas normas sobre el alojamiento y cuidado de los animales.
Además, la modificación de la duración y las condiciones del transporte podría resultar en costos adicionales para los productores y afectar la logística de la cadena de suministro.
También en marzo de 2023 se ha alcanzado un acuerdo para modificar las normas europeas sobre emisiones industriales a las explotaciones ganaderas. A partir de ahora las explotaciones lácteas con más de 350 vacas, deberán llevar a cabo en un plazo de 4 a 6 años un control de sus emisiones.
Por último, se espera la publicación de un nuevo Real Decreto que desarrolle la normativa de sanidad animal en cuanto a las obligaciones de vigilancia y el plan sanitario integral. También establecerá responsabilidades en aspectos como la bioseguridad, el uso prudente y responsable de los medicamentos veterinarios, la prevención y el control de enfermedades, y desarrollará la figura del veterinario de explotación.
Con la entrada de esta última regulación, también se aplicará lo establecido en el Real Decreto 992/2022, que regula el método para realizar el cálculo del uso habitual y trimestral de antibióticos por explotación.
Precios y mercado internacional
El significativo incremento de los precios de los cereales en los últimos dos años, acentuado por la crisis ocasionada por la invasión de Ucrania, ha dado lugar a una disminución en la producción a partir de mediados de 2020, especialmente en Europa y Nueva Zelanda.
Esto hizo subir los precios internacionales, ayudados por demanda persistente de importaciones de Asia del Norte y Oriente Medio. Además, la mayor demanda de ciertos productos lácteos en Europa, especialmente la mantequilla, debido a la escasez de aceite de girasol, también ha contribuido a los aumentos de precios desde febrero de 2022.
La menor volatilidad de los precios internacionales de los productos lácteos en comparación con los precios del cereal, así como el retraso en la transmisión del alza de los precios de la leche a los ganaderos, fueron erosionado los márgenes de todo el sector productor hasta los últimos meses del año pasado. Estos factores son las principales causas del descenso en el número de animales, especialmente los menos productivos, y de la producción, principalmente durante el año pasado en Europa..
La continua subida de los precios para el ganadero y la posterior bajada en el precio del pienso a partir del otoño de 2022, permitió al sector recuperar la rentabilidad. No obstante, se está observando una corrección a la baja en el precio ofrecido después de meses de disminución en el valor de las ventas internacionales.
En abril de este año, los precios internacionales de la leche en polvo experimentaron su décimo mes consecutivo de disminución. Esta tendencia se debió principalmente a la poca demanda mundial de importaciones, ya que se esperaba que los precios continuaran bajando.
En el caso de la leche entera en polvo, solo las compras puntuales de China y la disminución temporal de los suministros de Nueva Zelanda evitaron una caída más pronunciada. El comercio de este producto está dominado por estos dos países, ya que supone la mitad de las importaciones en volumen de leche equivalente de China y la mitad de las exportaciones de Nueva Zelanda.
Los precios del queso y de la leche desnatada en polvo también descendieron, principalmente debido a la abundancia de productos disponibles para la exportación en la UE, por el incremento de la producción durante la primavera.
Por otro lado, los precios mundiales de la mantequilla, el producto que más había sufrido el recorte de precios desde septiembre, se mantuvieron mayormente estables, ya que el aumento en la oferta fue suficiente para satisfacer la creciente demanda de importaciones tanto a corto como a largo plazo.
En cuanto a la producción para 2023, se espera una recuperación a nivel global en la producción de leche. Sin embargo, se estima que la mayor parte de esta recuperación se producirá en Estados Unidos y en países importadores como China. Por otro lado, se prevé una reducción en la producción de los otros grandes exportadores, como Nueva Zelanda y, especialmente, la Unión Europea. Esto se debe a las expectativas de mayores recortes de precios en dichas regiones.
Excepto en China, la demanda global de productos lácteos se mantuvo estable en 2022 a pesar de la inflación y los precios de importación elevados debido a la revalorización del dólar. Aunque las importaciones de algunos países en desarrollo, especialmente en África, se redujeron por estas causas, las de países claves como México, Indonesia, Japón, Argelia y Corea del Sur, entre otros, superaron los niveles de 2021.
Para 2023, se espera que el comercio internacional mejore con la caída de los precios, especialmente impulsada por la mayor demanda de países como Indonesia, México y Reino Unido.
En el caso de China, la supresión de la política de cero COVID podría incentivar la reactivación económica, mejorar el poder adquisitivo y así reactivar la demanda. Aunque la recuperación económica se está produciendo más lentamente de lo esperado, se estima que para el segundo semestre de 2023 pueda recuperar cierto nivel de importaciones, teniendo en cuenta la mejora de la producción interna.
En cuanto a las exportaciones, gran parte del aumento del comercio se produciría en 2023 por la mejora de las ventas de Nueva Zelanda y Estados Unidos.
Específicamente, se prevé un incremento significativo en la venta de leche entera por parte de Nueva Zelanda, y en la venta de quesos y leche desnatada por parte de EEUU.
Por el contrario, las exportaciones europeas se volverían a reducir este año, condicionadas por una menor producción. Solo las ventas de queso y mantequilla volverían a crecer ligeramente por debajo del 2 % aunque sin llegar al nivel récord de campañas anteriores.
Mientras, existen divergencias en la evolución prevista de las exportaciones europeas de leche desnatada en polvo, las cuales estarán condicionadas por la demanda china. La Comisión Europea se muestra más optimista que el USDA en sus pronósticos: mientras que la Comisión espera un aumento del comercio del 8 %, aprovechando el stock proveniente del incremento de la producción en el último cuatrimestre de 2022, el USDA prevé una caída del 10 % para 2023.
Más a largo plazo según la FAO, en los próximos 10 años se espera un aumento continuo del consumo global, sobre todo de productos frescos a escala global y en todas las regiones.
También se prevé un aumento del comercio, aunque muchas de estas nuevas exportaciones provendrían de otras regiones como América del Sur. La producción de estos países se centraría en mercados de productos lácteos fuertemente orientados a los precios como la leche en polvo, mientras que los mercados de productos de mayor valor añadido como el queso y la mantequilla estarán dominados por la UE, Nueva Zelanda y, parcialmente, también por EEUU por las mayores barreras de entrada, los altos estándares existentes y la alta calidad de sus cadenas de producción.
Mercado europeo
A pesar de las expectativas iniciales de una disminución en las entregas de leche de la UE en 2022, estas se mantuvieron relativamente estables, después de un notable crecimiento del 1,4 % en el cuarto trimestre. No obstante, la sequía y el calor que se vivió en Europa en 2022, mermaron el contenido en grasa y proteína.
Sin duda, los altos precios de la leche cruda supusieron un incentivo para el crecimiento de la producción en el último cuatrimestre, llegando a compensar en los últimos meses del año unos costes de producción, que si bien ya no estaban en los niveles máximos de antes del verano, seguían siendo altos.
El mayor retroceso del nivel de entregas en 2022 se produjo en España, debido a la mayor dependencia de la alimentación respecto a la media comunitaria, lo que le hace más vulnerable frente al aumento de los precios de la alimentación.
No obstante, los precios promedio de la leche cruda en la UE empezaron a disminuir a partir de enero de 2023 después de 24 meses de crecimiento ininterrumpido, alcanzando los 48,83 euros por cada 100 kg en abril, un 10 % inferiores a los de septiembre, aunque un 30 % por encima de la media de los últimos 5 años.
La profunda caída que han sufrido precios de los derivados lácteos anticipa mayores bajadas de la leche durante los próximos 2-3 meses
Esta disminución ha sido desigual entre los distintos países, así en nuestro país apenas se redujo 50 céntimos por litro, lo que ha hecho que la leche en España haya pasado de ser la más baratas, a estar entre las más caras de Europa.
En mayor medida disminuyeron los precios de los derivados lácteos, lo que anticipa mayores caídas de la leche durante los próximos 2-3 meses. En concreto, el precio de la mantequilla fue el que más cayó en el conjunto de la UE entre septiembre y mayo (-36 %), seguidos de cerca por las leches en polvo (desnatada -35 %, entera -31 % y sueros en polvo -24 %). Solo la partida de quesos mantienen precios por encima de la media de los últimos 5 años, aunque también con importantes bajadas de hasta el 21 %.
Se espera que esta tendencia a la baja de los precios continúe debido al incremento de la oferta por la temporada de producción de primavera en la UE, y al exceso de existencias. La magnitud de la caída dependerá en primer lugar de las exportaciones, actualmente estancadas debido a las existencias elevadas en China y a las expectativas de una mayor rebaja de los precios. También dependerá del impacto que la inflación alimentaria puede tener en el consumo dentro de la UE.
La caída de los precios actuales puede estar incentivando una disminución adicional en la cabaña ganadera. Sin embargo, es importante destacar que esto no necesariamente implicará una reducción en la producción y calidad de los productos, siempre y cuando las condiciones climáticas durante el verano no sean excesivamente calurosas. Pero las últimas predicciones precisamente indican una probabilidad de hasta el 70% de altas temperaturas en gran parte de Europa y en el noreste de los EEUU, circunstancia que no recoge ninguna de las estimaciones de producción.
Esta caída de los precios también está provocando un crecimiento del volumen de leche destinado a la elaboración de quesos y sueros por su mayor valor añadido y las expectativas de mayor consumo dentro de la UE como fuera.
La producción de queso en la UE experimentó un ligero retroceso en 2022, aunque la producción se ha incrementado en 1 millón de toneladas en los últimos 10 años.
El crecimiento en estos años se ha producido sobre todo en Polonia, Alemania, Italia, Países Bajos, Dinamarca e Irlanda. En el caso de España, el crecimiento de las entregas totales de leche en la última década se ha traducido en un aumento más modesto de la producción de queso, que además ha ido retrocediendo respecto a los máximos de 2018.
La Unión Europea continúa siendo el mercado más significativo para la producción de leche en Europa, ya que aproximadamente el 85 % de la leche producida en la UE se consume internamente. Además, un tercio del volumen total de leche se consume en forma de productos frescos.
A pesar de la inflación, que solo parece haber tocado techo en el caso de la mantequilla, para 2023 solo se espera un descenso del consumo europeo muy ligero en los productos frescos, que sería compensado por el aumento de exportaciones hacia China.
No obstante, se prevé un cambio en las preferencias hacia productos más baratos, lo que podría reducir el consumo de leche entera en polvo, un ingrediente habitual en productos procesados.
Aunque el consumo de quesos no parece resentirse tampoco, sí que se espera un mayor incremento del de los productos más baratos.
A pesar de todo, la continua mejora que se viene produciendo de las previsiones y resultados económicos, podría incrementar al alza los datos de consumo dentro de la UE.
La continua bajada de la producción que se viene produciendo en estos dos años, se vería reflejada en la reducción del volumen de leche equivalente exportada por el conjunto de la UE, siendo el queso el producto que menos se ha reducido, apenas un 4 % desde el máximo de 2020.
Las exportaciones europeas se volverían a reducir en 2023 en todas las partidas a excepción de queso y sueros
A pesar de la contracción experimentada, el valor de las exportaciones continúa alcanzando nuevos récords impulsado por los altos precios de venta. Es importante destacar que cerca del 40 % del valor total de las exportaciones proviene de las ventas de queso, un sector que se espera que tenga un crecimiento positivo en el año 2023.
Situación en España
En los últimos meses, el aumento del precio de la leche en origen, junto con la bajada del coste de la alimentación ha permitido rentabilidades positivas en el sector y cierta recuperación en la cabaña ganadera. Esto se refleja en el el ratio precio leche, que muestra una buena correlación con los datos de márgenes calculados por el Ministerio de Agricultura, y que parece indicar una recuperación de estos hasta abril de este año.
Esta situación, combinada con los mayores rendimientos típicos de la primavera, ha ido conduciendo a una estabilización del mercado. Pero dada la situación del mercado internacional y del resto de países de la UE, se está produciendo mucha presión para reducir las las cotizaciones en origen en la renovación de los contratos de este año.
A esto hay que añadir las consecuencias de la sequía en el coste de la alimentación, especialmente en el este y mitad sur peninsular, lo que podría erosionar mucho más los márgenes y hacer que se destine un mayor número de animales a sacrificio, teniendo en cuenta los precios altos de la carne.
La producción láctea en España experimentó un crecimiento constante en las entregas hasta 2021. Sin embargo, a partir de esa campaña, se estancó e incluso comenzó a disminuir desde 2022 hasta la actualidad. Estas reducciones se deben, como hemos mencionado previamente, al aumento en el precio de los piensos y a la falta de rentabilidad en el sector.
A falta de los datos de 2022, el crecimiento durante la última década se produjo en prácticamente la totalidad de las regiones, pero de forma ligeramente desigual. Así, el mayor crecimiento se produjo en Galicia, que representa aproximadamente el 40 % de la producción, y que ha aumentado en un punto su cuota a costa del resto de las regiones. En el caso de Cataluña y Castilla y León las otras regiones productoras con una participación 10 y del 12 % respectivamente.
Desde 2019 se observa en España un incremento de la elaboración de frecos (leche y nata) en detrimento de otros productos
La producción de leche en España empieza a caer a partir de 2021, pero el destino de leche empieza a cambiar a partir de 2019. Se impulsa la producción de nata y de la leche de consumo directo, mientras que empieza a decaer la producción de queso puros de vaca, aunque no la de quesos de mezcla, que tuvo un fuerte repunte al menos hasta 2021.
Una de las causas provendría del diferencial en el aumento de los precios al consumidor, que ha venido experimentando un mayor crecimiento en el capítulo de leche líquida en relación al resto de productos desde 2022.
Aunque este fuerte repunte se ha dejado sentir en el consumo en los hogares. Tras el fuerte incremento por que tuvo entre 2020 y 2021 por las restricciones del COVID, el continuo crecimiento de los precios ha reducido sensiblemente el consumo, aunque no el gasto que se ha disparado hasta máximos históricos.
De entre todos los productos, la leche y el queso son la que más estabilidad han mostrado respecto a la tendencia histórica. En el caso del queso, aunque la caída haya sido mayor en estos dos últimos años, la bajada en el consumo de los hogares también reflejaría el trasvase desde el canal HORECA motivado por el cierre de la hostelería por la pandemia.
Precisamente el queso es la principal partida dentro del balance comercial, ya que supone el 60 % de las importaciones y el 50 % del valor de nuestras exportaciones.
En cuanto al destino de estas, un 80 % de nuestras exportaciones de queso tiene como destino la UE, aunque en los últimos años EEUU se ha posicionado en cuarto lugar en volumen, detrás de Francia, Italia y Portugal. El comercio con Norteamérica supone el 10 % del volumen y el 17 % del valor de nuestro comercio exterior de queso.
Las exportaciones de productos lácteos en general se muestran muy estables a lo largo del tiempo, con apenas una caída del 5 % en el primer trimestre de 2023 respecto al de 2022.
Mientras tanto, las importaciones aumentaron un 22 % en el primer trimestre, debido a la caída en la producción experimentada. Las mayores subidas se observaron en las dos categorías principales: leche en polvo y quesos, con un enfoque particular en la primera.
En cuanto al valor comercial, el valor de las exportaciones se incrementó un 15 % en el primer trimestre, por un 30 % el de las importaciones. Esto arroja una balanza negativa de 255 millones de euros, un 50 % más alto que el del primer trimestre de 2022.
Conclusiones
El mercado de productos lácteos continúa su proceso de reajuste tras la crisis experimentada en 2022. La gradual recuperación de la producción global de leche está ejerciendo presión a la baja sobre los precios, y se espera que el resultado final de 2023 sea superior al del año pasado, especialmente en países como EEUU y China.
Por otro lado, en Europa y Nueva Zelanda, los dos principales exportadores a nivel mundial, se prevé un ligero retroceso de la producción debido al deterioro de los márgenes frente a estas caídas.
Aunque los precios de los piensos siguen tendencia bajista, lejos ya de los máximos de 2022, siguen siendo altos respecto a medias históricas. Además las consecuencias de la sequía están empeorando aún más las perspectivas en partes de Europa, especialmente en la península ibérica.
Los efectos de la sequía, especialmente en en el este y mitad sur peninsular, junto con la corrección a la baja del precio de los contratos de leche, está generando preocupación y pueden aumentar el sacrificio aprovechando el precio alto de la carne.
La mayor dependencia de nuestras explotaciones de la alimentación externa incrementa la vulnerabilidad dada la mayor volatilidad que vienen demostrando los precios de las materias primas para la elaboración de piensos en los últimos años. Esta situación se hizo evidente el año pasado, cuando España experimentó la mayor disminución proporcional en la producción de toda la UE.
También las últimas previsiones apuntan a un verano caluroso en gran parte de Europa y noreste de los EEUU, lo que podría hacer caer aún más la producción y la calidad de la leche.
Por otro lado, se prevé una recuperación del consumo global que impulse el comercio internacional, especialmente debido a la creciente de países como Indonesia, México y Reino Unido, y también de China, pero a partir ya del segundo semestre.
Aunque en Europa se espera un ligero descenso del consumo por los altos precios en los lineales, estos empiezan a dar muestras de contención, lo que unido a la mejora de las expectativas económicas, podrían aún mejorar los números del año pasado.
En el contexto europeo, donde se espera una reducción de producción, la industria láctea europea está dirigiendo cada vez más la leche recolectada hacia la producción de queso, debido al deterioro de los precios y al constante aumento de la demanda interna y externa de este tipo de producto.
*NOTA: Para el cálculo de la leche equivalente en todo el informe se han usado los coeficientes utilizados en las perspectivas a corto plazo de los balances de la UE.