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Exportación agroalimentaria en tiempos de pandemia

Comercio Exterior
Economía Agroalimentaria
Consecuencias económicas ocasionadas por un periodo de pandemia nunca antes vivido ¿cómo ha reaccionado el sector?
Exportación agroalimentaria en tiempos de pandemia, ¿cómo afecta a España?


22 December 2020

¿Cómo eran los datos de exportaciones agroalimentarias antes de la pandemia?

El análisis periódico de los datos de exportación agroalimentaria es un ejercicio obligado para medir, no solo, la fortaleza del sector a nivel internacional, sino su propia competitividad como reflejo de la misma.

En tiempos de incertidumbre, como los que vivimos tras la explosión de la pandemia del COVID-19, cuyas consecuencias económicas, y en otros aspectos ligados a nuestra vida diaria, llevamos notando ya en los últimos meses, vale la pena observar los datos previos a la pandemia en 2019 para conocer la situación de partida.

Recordemos pues que los datos de 2019 dieron como resultado un sólido crecimiento de las exportaciones agroalimentarias, del 5,9 % frente al año anterior, dato, sin embargo, fuertemente condicionado por las exportaciones a China, que aumentaron en 1.055 millones con un incremento del 94 %, con el sector porcino y la enfermedad que afecta a la cabaña porcina de ese país como protagonista.

En el análisis de los datos completos de 2019 me gustaría destacar dos datos sobre el resto:

  • El primero es la importancia del sector agroalimentario en la balanza comercial de la economía española. 

Como puede verse en el cuadro 1, la balanza comercial del total de bienes de la economía española tuvo un déficit de cerca de 32.000 millones de € que si no fuera por los más de 13.000 millones de superávit que aporta el sector agroalimentario subiría hasta los 45.300 millones de €, es decir un 42 % superior.

Botón de muestra de la importancia del agroalimentario en el sector exterior español.

Otro dato relevante es el que se puede observar en el cuadro 2. 

  • En el mismo vemos como el crecimiento de las exportaciones agroalimentarias españolas, las cuartas en el ranking de la Unión Europea detrás de Países Bajos, Alemania y Francia, son las que más han crecido no solo en el último año sino también en la media de los últimos cinco y diez años

De nuevo un botón de muestra de la pujanza exportadora y de la competitividad de un sector que, aunque cada vez menos afortunadamente, sigue siendo invisible a efectos de su importancia económica para gran parte de la opinión pública española.

Los datos de 2019 dieron como resultado un sólido crecimiento de las exportaciones agroalimentarias, del 5,9 % frente al año anterior

Entonces, ¿cómo ha afectado la pandemia a las exportaciones agroalimentarias?

Pasando a analizar los datos disponibles para el presente año 2020 que, a día de hoy, abarcan el periodo Enero-Septiembre, apuntan a un crecimiento en valor más que relevante, cercano al 6 % con respecto al año anterior, desmintiendo los malos augurios que se proyectaban, con caídas de entre el 6 y el 10 %, en el Informe Económico presentado por FIAB y el Ministerio de Agricultura en Junio de este año.

El análisis nos lleva igualmente, tomando los datos con la cautela que corresponde al no abarcar un año completo, a confirmar tendencias que ya se venían viendo en años anteriores.

Así, en el desglose sectorial, y centrándonos en el ranking de los principales productos agroalimentarios exportados, el sector del porcino y el de frutas y hortalizas continúan con su crecimiento, espectacular en el caso del porcino (+30 %) debido a China y más que reseñable en frutas y hortalizas (+7 %) mientras vinos y aceite de oliva continúan con su tendencia descendente -4 % y -6 % respectivamente.

El caso del porcino ya hemos comentado que está prácticamente justificada por el crecimiento en el mercado chino confirmando la creciente preocupación del sector por su cada vez mayor dependencia del gigante asiático ya que el crecimiento en el resto de mercados es muy bajo.

Para frutas y hortalizas, cuyas exportaciones están centradas en más de un 90 % en la UE, hay que resaltar el cambio de tendencia en los últimos años que coincide, casualidad o no, con la consolidación de un foro de encuentro exitoso del sector a nivel internacional como es el caso de Fruit Attraction.

En cuanto a los sectores con crecimientos negativos, la tendencia descendente dura ya varios años, si bien en el aceite de oliva las exportaciones en volumen suben desde 2018 lo que no deja de ser un reflejo de la dependencia del sector del factor precio.

En el caso del vino el descenso continuado en los últimos años y la comparativa con la evolución de las exportaciones de otros países competidores debería hacer reflexionar si la estrategia es la adecuada. Y más aún cuando es uno de los sectores que más ayuda recibe de la Unión Europea a través de su OCM. No observo, exceptuando algún caso puntual, ejercicio alguno de análisis de las causas de dicho retroceso, ni menos aún de autocrítica.

Pasando a hacer un análisis de los datos de 2020 por mercados, las exportaciones a China, con un crecimiento del 84 %, esconden el resto de datos ya que en el periodo observado se observan caídas en casi todas las áreas excepto en la Unión Europea y Oriente Medio destacando, en este sentido, el descenso de las ventas a América Latina (-15 %).

En el medio y largo plazo, con un análisis de la evolución en los últimos cinco y diez años, se ve claramente que son los países de Extremo Oriente con China a la cabeza pero también Corea y Japón, los que se sitúan como más dinámicos en términos de crecimiento de nuestras exportaciones agroalimentarias y, también, de las del resto de nuestros competidores europeos.

Es evidente, por tanto, dónde están las mayores áreas potenciales de crecimiento de nuestras ventas exteriores basadas en el crecimiento de la renta de las clases medias y más aún teniendo en cuenta que de la crisis del Covid los países asiáticos salen reforzados frente al resto. Cierto es también que, en los mercados desarrollados tradicionales, siguen existiendo posibilidades para nuestros productos fruto del cada vez mayor conocimiento que el consumidor internacional tiene sobre el producto alimentario español.

Estrategia a futuro y apoyo institucional: “el país más rico del mundo”

La evolución de las exportaciones y algunos datos específicos como el precio medio de nuestras exportaciones en relación con nuestros competidores debe invitarnos a reflexionar como decíamos antes sobre si la estrategia de los sectores está siendo la adecuada.

Vendemos mucho, sí, cada vez más, vale, pero a precios muy bajos. 

Ese es, en general, nuestro posicionamiento actual. Las empresas, los sectores, invierten en comercialización, pero muy poco en innovación, en marketing y en formación que deben acompañar la parte comercial para poder apuntalar un crecimiento rentable a medio y largo plazo.

Este es, por lo tanto y ya desde hace tiempo, el reto fundamental que es necesario acometer con mayor decisión por parte de todos los agentes del sector, insistiendo, cada uno en su ámbito, en la necesidad de un posicionamiento de mayor valor añadido.

Parece que, por lo que escuchamos a sus responsables, desde el Ministerio de Agricultura están convencidos de que una estrategia de mayor valor añadido es la adecuada y en ese marco parece contemplarse la campaña con el lema “EL PAÍS MÁS RICO DEL MUNDO” que recientemente ha puesto en marcha el Ministerio en colaboración con el chef José Andrés y con el ICEX para la parte internacional incluyendo artículos patrocinados en periódicos de renombre como el New York Times.

Más allá de que nos pueda gustar, o representar, más o menos la citada campaña, lo que resulta chocante es que, según me confirman algunos interlocutores, la definición y puesta en marcha de la campaña no ha contado con la participación de empresas ni sectores ni tampoco de las Comunidades Autónomas.

Tampoco parece que la misma y a diferencia de la estrategia que se implementó impulsada por el Ministerio hace ya cerca de 10 años, vaya a estar acompañada de actuaciones de coordinación o de apoyo comercial que sirvan para que el consumidor en los países de destino pueda probar y comprar los productos de “EL PAÍS MÁS RICO DEL MUNDO” que describe José Andrés.

Conclusiones

Me temo que, ojalá me equivoque, nos encontramos, más bien, con un ejercicio de fuegos artificiales, a mayor gloria del responsable de la campaña en el Ministerio y, quizás, de José Andrés pero que, en el ámbito internacional, sin una estrategia conjunta detrás, acabará en el cubo de la basura del gasto público inútil y el déficit creciente.

A lo mejor sería más útil que el Ministerio diera mayor prioridad, tal y como me consta que hacen otros países, al apoyo a las organizaciones en la presentación de proyectos en el marco de las campañas de información y promoción de la UE que bajo el lema “Enjoy it`s from Europe”, han contado este año con una dotación anual de 200 millones de € y, de esta forma maximizar el aprovechamiento de los fondos por parte de España.

Este aprovechamiento está, como puede verse en el cuadro 5, bastante por debajo del de nuestros principales competidores, Francia e Italia, y solo al mismo nivel de países con ventas exteriores muy inferiores a España como es el caso de Grecia.

De esta forma, apostando por actuaciones que pongan en valor nuestros productos, coordinando con el resto de actores públicos (CCAAs y también Unión Europea) y privados y aunando estrategias de posicionamiento con actuaciones comerciales que sirvan para que los operadores y consumidores internacionales puedan disponer y, por lo tanto, conocer mejor los productos alimentarios españoles, se conseguirá que el sector agroalimentario siga siendo, como lo es hoy en día, uno de los pilares fundamentales de nuestro sector exterior.

Cuadro 4. Promoción de los productos agrícolas de la UE Promoción de los productos agrícolas de la UE

Cuadro 5. Programas de información y promoción de la UE Programas financiados de los 10 primeros estados miembros