
08 September 2025
La creciente demanda mundial de almendra en los últimos años ha impulsado un notable aumento de la superficie cultivada.
España, como uno de los principales productores, ha experimentado una transformación profunda en sus explotaciones, orientada a mejorar la productividad y la rentabilidad del almendro.
Evolución de la superficie: de la caída al crecimiento sostenido
En los últimos 20 años, el cultivo de almendro en España ha pasado por diferentes etapas:
- 2005-2014: descenso de superficie cultivada
- 2015-2022: fuerte expansión
- 2023 en adelante: estabilización en torno a 765.000 hectáreas
Este equilibrio se explica por la combinación de nuevas plantaciones —más de 13.000 ha/año— y el abandono o arranque de otras explotaciones.
El auge del regadío frente al secano
Hace dos décadas, el regadío apenas representaba el 6 % de la superficie, mientras que hoy alcanza el 21 %, reflejando la apuesta del sector por plantaciones más productivas:
- Castilla-La Mancha y Andalucía: fuerte crecimiento, principalmente en secano
- Aragón, Extremadura, Cataluña y Comunitat Valenciana: mayor desarrollo en regadío, gracias a la disponibilidad hídrica
Comercio y consumo: una balanza favorable
El sector muestra una evolución positiva en producción, y el incremento de nuevas plantaciones ha reducido la dependencia de importaciones. En 2024 todavía existen 126.073 ha de plantaciones jóvenes, lo que anticipa un aumento productivo en los próximos años.
Por su parte, el consumo nacional sigue creciendo, tanto en alimentación como en cosmética y otros sectores.
Nuevas plantaciones: más grandes y mecanizadas
El tamaño medio de las explotaciones ha pasado de 2,5 ha en 1999 a 7 ha en 2023.
El almendro ha dejado de cultivarse en zonas marginales para implantarse en terrenos más adecuados, con menor pendiente, regadío y fácil mecanización.
Las explotaciones actuales apuestan por sistemas intensivos (200-400 árboles/ha). Aunque existen experiencias en superintensivo, no tienen el mismo peso que en otros cultivos como el olivar.
Rentabilidad pese a la competencia de EEUU
La producción estadounidense —con un promedio de 1,25 millones de toneladas en las últimas campañas— sigue marcando los precios internacionales.
En España, los precios en origen se mantienen estables alrededor de 3,3 €/kg de grano.
Plantaciones intensivas en regadío
Las principales variables productivas y económicas de una plantación de almendro con un marco intensivo y en régimen de regadío son las siguientes:
- Coste de la inversión inicial: puede variar en función de la orografía del terreno, pendiente, tamaño medio de la finca, etc.
- Precio medio de venta de la almendra grano: se ha considerado el promedio de los últimos 5 años de la almendra común, según la Lonja de Reus.
- Producción: se estima la producción media en pleno desarrollo del cultivo de una explotación moderna, la cual podrá variar dependiendo entre otros de la climatología de la zona en cada finca, posibles afecciones de plagas, etc.
- Gastos de explotación: se trata de los gastos en pleno desarrollo, y podrán sufrir grandes oscilaciones dependiendo del tamaño de la explotación, grado de mecanización de ciertas tareas o experiencia en la mano de obra especializada, entre otros.
- Margen de explotación: se corresponde con el margen en plena producción de este tipo de explotaciones, teniendo en cuenta las variables indicadas anteriormente.

En el siguiente gráfico se estima la rentabilidad de este tipo de explotaciones describiendo varios escenarios, donde varía únicamente el precio de venta.
Se parte del precio medio de los últimos 5 años (3,3, €/kg almendra grano), y se va disminuyendo dicho precio hasta los 2,4 €/kg.
Para estos distintos escenarios se detalla el margen bruto acumulado durante los primeros 15 años de edad, así como el número de años en los que se recuperaría la inversión inicial, teniendo en cuenta para ello también la producción, ingresos y gastos, durante ese periodo de tiempo, incluido los años improductivos iniciales.
Plantaciones intensivas en secano y ecológicas
En España, una forma de combatir la competencia de EEUU se consigue gracias a nuestra particular climatología, que nos permite obtener un producto diferenciador, como es el caso de la almendra ecológica.
La superficie dedicada al cultivo de frutos secos ecológicos está al alza, y en el año 2022 superaba las 290.000 hectáreas, según MAPA, siendo el almendro el principal cultivo de este grupo.
Este tipo de explotaciones son muy representativas en zonas donde no disponen de dotación de riego, y ven en la opción ecológica una forma de obtener un producto más saludable, con una mayor cotización en el mercado, que les permita poder obtener una rentabilidad interesante.
Todo ello pese a que el precio medio de los últimos años se situaba en torno a los 6 €/kg de almendra grano, y a lo largo del presente año el precio ha descendido hasta situarse en valores que rondan los 5 €/kg, según la Lonja de Reus.
La inversión inicial es bastante inferior respecto a las plantaciones de regadío, y lógicamente la productividad es muy inferior respecto a éstas dependiendo fundamentalmente del régimen de pluviometría media de la zona, pero pese a todo el retorno de la inversión se sitúa en unos 8 o 9 años, aproximadamente.
En este análisis no consideramos las ayudas PAC, que son subvenciones que están presentes en una gran parte de estas fincas, y hacen que estos ingresos adicionales sean fundamentales para poder mejorar su rentabilidad:
- Menor inversión, pero también menor producción
- Gran potencial en el mercado ecológico: en 2022 España superaba las 290.000 ha de frutos secos ecológicos, siendo el almendro el cultivo líder
- Pese a la caída de precios (de 6 €/kg a 5 €/kg en 2023), siguen siendo explotaciones rentables, especialmente con las ayudas PAC
Un futuro prometedor
El sector del almendro en España afronta un horizonte optimista:
- Más producción nacional gracias a plantaciones jóvenes en crecimiento
- Explotaciones de mayor dimensión y mecanización, que reducen costes
- La almendra ecológica como alternativa rentable y diferenciadora en zonas sin acceso a regadío
El almendro se consolida así como un cultivo con alto potencial de rentabilidad y sostenibilidad, clave en la agricultura mediterránea.