
05 November 2025
Un equipo de investigadores de la Universidad de Granada ha dado un paso significativo hacia una agricultura más sostenible y saludable. Su estudio, publicado en la revista Chemosphere, demuestra que los posos de café, tras un tratamiento químico específico, pueden convertirse en fertilizantes capaces de enriquecer los pepinos con minerales esenciales como hierro y zinc, al tiempo que reducen la acumulación de metales pesados tóxicos como cadmio, mercurio y arsénico.
Este avance no solo mejora la calidad nutricional de los cultivos, sino que también abre nuevas vías para la reutilización de residuos orgánicos en el marco de la economía circular. Se estima que cada año se generan entre 6 y 8 millones de toneladas de posos de café en todo el mundo, lo que convierte esta propuesta en una alternativa de gran impacto ambiental y económico.
Bioquelatos: la clave química detrás del fertilizante
El proceso desarrollado por los científicos granadinos se basa en la creación de “bioquelatos”, compuestos orgánicos que encapsulan iones metálicos y facilitan su absorción por las plantas. Para obtenerlos, los posos de café se someten a técnicas como la activación con hidróxido de sodio y la carbonización hidrotermal. El resultado es un fertilizante natural que no solo mejora la biodisponibilidad de minerales esenciales, sino que también actúa como barrera frente a contaminantes.
Los ensayos se realizaron en cultivos de pepinos holandeses bajo condiciones reales de invernadero. Se compararon tres grupos: uno tratado con fertilizantes comerciales, otro sin aditivos, y el tercero con los bioquelatos derivados del café.
Los resultados fueron concluyentes: los pepinos biofortificados presentaron niveles elevados de hierro y zinc, mientras que los metales tóxicos se mantuvieron por debajo de los límites legales. Incluso en cosechas tardías, donde se detectaron ligeros aumentos de arsénico y cadmio, los niveles nunca superaron los umbrales peligrosos para la salud humana.

Aplicación agrícola y retos futuros
Aunque el estudio confirma que el consumo de estos pepinos es seguro, los investigadores reconocen que la aplicación manual de los bioquelatos aún presenta desafíos logísticos. Por ello, trabajan en el desarrollo de formulaciones en pellets que puedan disolverse gradualmente con el riego, facilitando su uso en sistemas intensivos de cultivo.
Este proyecto representa un hito en la investigación aplicada, al trasladar los beneficios de los posos de café desde el laboratorio al invernadero. Hasta ahora, la mayoría de estudios con este residuo se habían centrado en la depuración de aguas o en condiciones controladas.
La Universidad de Granada ha sido pionera en demostrar su eficacia en un cultivo hortícola de gran consumo, lo que podría extrapolarse a otras especies vegetales, especialmente en regiones mediterráneas con alta producción agrícola.
Lo que antes se consideraba un desecho cotidiano, ahora se perfila como una herramienta clave para una agricultura más eficiente, segura y respetuosa con el medio ambiente.

Fuente: Universidad de Granada.
