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Explorando 2024: desafíos y crecimiento en el sector avícola de carne

21 May 2024
Cadena de Valor
Producción Animal
Comercio Exterior
En los últimos meses el aumento en el consumo impulsa la producción y las importaciones
Engorde de aves de corral


21 May 2024

El sector avícola del 2024 se enfrenta a desafíos significativos debido a las fluctuaciones económicas globales y las tensiones geopolíticas. Aunque se prevé un crecimiento económico moderado a escala mundial, persisten preocupaciones sobre la resiliencia económica. España muestra cierta confianza en su economía, pero enfrenta incertidumbres. Los cambios en los precios de las materias primas y el aumento del consumo de carne de ave plantean retos económicos y comerciales a escala internacional.

La producción de carne de ave en el mundo ha mostrado un crecimiento más lento en comparación con años anteriores. El crecimiento proyectado para 2024 es de solo un 0,6 %, según el Departamento de Agricultura de EE. UU., afectado por condiciones menos favorables en mercados clave como China, aunque se espera un repunte en Estados Unidos debido a un mejor desempeño económico.

En 2023, el mercado europeo de carne se recuperó de una contracción significativa, con un crecimiento del 2,3 %. Para 2024, se espera una desaceleración, con previsiones de crecimiento de 1,7 % según la Comisión Europea y 0,5 % según el USDA. Este crecimiento será desigual, concentrándose principalmente en Italia, Polonia y España.

Precisamente en España, el consumo interno de pollo está en impulsando la producción pero también las importaciones, lo que está generando un déficit en la balanza comercial del sector avícola.

Introducción

Con el comienzo del 2024, el sector avícola se enfrenta al desafío de adaptarse a las fluctuaciones económicas mundiales, un factor determinante que influye en los costes de producción y el poder adquisitivo de los consumidores a escala global. Además, la incertidumbre se ve acentuada por los elevados tipos de cambio y las tensiones provocadas por el potencial agravamiento conflictos internacionales.

España, con proyecciones de crecimiento del 1,7 % para 2024 según la Comisión Europea, confía en que el consumo y la inversión impulsen su economía

El FMI y la OCDE anticipan un crecimiento económico global moderado cercano al 3 % para 2024, resaltando la resiliencia económica de Estados Unidos y ciertos mercados emergentes, así como el apoyo fiscal en China. Sin embargo, el crecimiento global se mantiene por debajo del promedio histórico debido a factores como las altas tasas de interés, la disminución del apoyo fiscal y el bajo crecimiento de la productividad. Aunque se espera que la inflación mundial disminuya al 5,8 % en 2024, persisten retos importantes derivados de la situación en Ucrania y las tensiones en Medio Oriente.

En la Unión Europea y la zona euro, se proyecta un crecimiento más lento, con estimaciones ajustadas al 0,9 % y 0,8 % respectivamente para 2024, y una inflación aproximada del 3 %. La estabilidad económica de España, en comparación con revisiones a la baja en otros países europeos, sugiere una cierta resiliencia, aunque persisten desafíos como incertidumbres geopolíticas y presiones inflacionarias.

En cuanto a las materias primas, se observa en 2024 una tendencia a la baja en los precios de los cereales, únicamente interrumpida por algunos algunos problemas meteorológicos en el hemisferio norte. Aunque hay preocupaciones sobre el impacto de El Niño en la cosecha de soja y maíz, se espera que la producción sea una de las más altas en años, también debido al aumento de la superficie cultivada.

En el sector energético, el precio del gas ha experimentado una significativa disminución debido a las altas temperaturas, mientras que el petróleo ha vuelto a superar los 80 dólares por barril en un contexto de crecimiento económico y conflictos en Medio Oriente, así como tensiones entre Rusia y Ucrania. Además, la cotización del euro parece retroceder frente al dólar debido a los datos sólidos de crecimiento en Estados Unidos.

Estos factores, como los precios del petróleo y el tipo de cambio, tendrán un impacto significativo en la capacidad de exportación fuera de Europa, especialmente en un entorno de altos precios internos y desafíos para navegar las complicadas aguas del mercado internacional.

 

Situación del mercado internacional

Globalmente, la carne de ave, particularmente la de pollo, es la segunda más popular después de la carne de cerdo. Estas carnes, que son más baratas y se producen de manera intensiva, abarcan casi dos tercios de la producción y el consumo mundial de carne.

 

 

Sin embargo, debido a los cambios en la dieta, el consumo de carne de ave está aumentando más rápidamente que el de otros tipos, como el cerdo y el vacuno. A pesar de esto, el aumento en el consumo de carne en general está mostrando una desaceleración progresiva que afecta a todas las partidas.

 

 

La producción mundial de carne de pollo se concentra principalmente en cuatro regiones: Estados Unidos, Brasil, China y la Unión Europea. De hecho, el 60 % de la producción global proviene de estas regiones o países.

Aunque la producción mundial aumentó significativamente en 2023, con un crecimiento del 1,6 %, las previsiones de abril del Departamento de Agricultura de EEUU para 2024 son menos optimistas, esperando un crecimiento de solo el 0,6 %. Este panorama se ve afectado por las perspectivas poco alentadoras en China, donde el consumo interno sigue siendo débil. Esto también podría desacelerar el crecimiento en Brasil, que el año pasado registró un aumento del 3 %.

En contraste, se anticipa un repunte en EEUU, que podría retomar una tendencia de crecimiento tras el estancamiento del año anterior, gracias al fuerte empuje de su economía. Además, se destaca Egipto entre los productores menores, que podría crecer un 8 %, superando los impactos más severos del incremento de los precios de los insumos que se dispararon sobre todo a raíz de la invasión de Ucrania.

 

Desde una perspectiva más amplia se observa como paulatinamente la producción se va concentrando cada vez más en EEUU y en Brasil.

 

 

La progresiva pérdida de cuota de mercado de la UE se origina principalmente por los costes de producción reducidos en estos dos países, que resultan en precios significativamente inferiores al promedio de Europa.

 

 

Otro factor crucial es la fuerte demanda de este tipo de carne en el continente americano, especialmente en EEUU y Brasil, que tienen el mayor consumo per cápita de carne de ave en el mundo.

 

 

En la actualidad, el 40 % del consumo global de carne de ave se concentra en este continente. Aunque las tasas de crecimiento son comparables a las de Europa Occidental en términos relativos, en términos absolutos, la brecha sigue ampliándose.

Únicamente en los países del norte de África se observan tasas de crecimiento más robustas, aunque su contribución total al mercado es aún pequeña y basada en la producción propia.

 

 

En un marco temporal más breve, se espera que el aumento del consumo este año impacte significativamente en el mercado internacional. Es probable que las demandas de importación crezcan en 2024, particularmente en Europa Occidental y en el África Subsahariana, con incrementos estimados del 4 % y del 5 % respectivamente.

 

 

Este aumento de la demanda de las importaciones provocaría un incremento de las exportaciones, especialmente de Brasil, mientras que en el caso estadounidense, retrocederían ante el empuje de la demanda interna.

 

Evolución del mercado europeo

Tras recuperarse en 2023 de una contracción significativa en los años previos, cuando la producción en la UE se redujo en un 4 % en los dos años anteriores, las expectativas de crecimiento para 2024 muestran una desaceleración debido a la corrección a la baja de diversas previsiones de crecimiento para este año

Las últimas previsiones del mes de mayo por parte de la Comisión Europea indican un crecimiento del 1,7 %, más optimistas que las del USDA, que las limitan a un 0,5 %. Sin embargo, estas cifras aún están por debajo del crecimiento del 2,3 % experimentado en 2023.

Además, este crecimiento sería desigual, concentrándose más en términos absolutos en Italia, que fue el país que más había reducido su producción junto con Francia, en parte por los brotes de gripe aviar de ese año. También crecería con fuerza en Polonia, tradicionalmente el país con menores costes en Europa, y en España, los principales países productores, que se han beneficiado de su buena posición estratégica y la alta demanda doméstica y europea en un entorno de incertidumbre y de costes elevados.

 

 

En los países del norte de Europa, el compromiso con normas que imponen ciertas limitaciones a la producción, junto con los brotes de gripe aviar, los altos costes en un entorno inflacionario y la competencia de importaciones más económicas tanto de dentro como de fuera de la UE, está desplazando gradualmente la producción de aves. Principalmente, este desplazamiento se está observando hacia Polonia y, al menos también en 2023, a España, donde el nacimiento de aves de carne ha aumentado un 20 % en 2023.

 

 

La mejora de la eficiencia del sector en estos dos países gracias a las mejoras en la genética de los pollos, optimización de la nutrición y prácticas de manejo avanzadas, y sobre todo, los menores costes laborales, les permiten ofrecer los precios más competitivos de la UE.

 

 

En términos generales, la producción europea y las importaciones podrían experimentar un crecimiento debido a un incremento en la demanda de consumo de más del 2 %, mientras que las exportaciones podrían enfrentar una ligera disminución.

 

Situación a escala nacional

El crecimiento de los nacimientos de pollitos en España se observó principalmente en los primeros meses de 2023, aunque en términos absolutos parece que el número se ha estabilizado en los últimos 6 meses.

 

 

La moderación gradual de los precios de la carne, acompañada de una disminución menos pronunciada de los costes de alimentación, está frenando el crecimiento de la producción. Aunque la rentabilidad de la producción se mantiene en niveles elevados, la progresiva adaptación a nuevas normas, la incertidumbre sobre nueva legislación, la inestabilidad internacional, junto con los elevados tipos de interés parecen estar limitando un mayor crecimiento.

 

 

Los datos de consumo interno, sobre todo de pollo fresco, parece que son los que están sosteniendo los precios y la producción, llegando a situarse el consumo de los hogares por encima de los niveles anteriores a la pandemia.

Estos datos no son tan optimistas para la carne fresca de pavo o de preparados a base de carne (sobre todo de pavo) que se mantienen en volúmenes de compra por debajo de los de 2019.

 

 

La razón fundamental radica en el precio, ya que aunque el volumen de pollo consumido en los hogares supone el 83 % del conjunto de aves, sin embargo en el gasto supone sólo un 75 %, siendo el de transformados y carne de pavo un 14 % y 11 %, respectivamente.

 

 

Estas diferencias en el precio y la inflación general de la carne ha provocado que el volumen de gasto de los hogares se sitúe muy por encima de los niveles de la pandemia, y que en noviembre de 2023, último mes de la serie, sean un 23 % superiores a los de 2019.

 

 

A pesar del aumento generalizado de los precios, la carne de ave es la que ha experimentado el menor incremento en España desde el inicio del conflicto en Ucrania. De hecho, es la única que ha registrado una ligera reducción de precios en el año 2024.

 

 

El incremento del consumo en España, impulsado por el buen desempeño económico y el turismo, no solo está facilitando la recuperación de la producción, sino que también está fomentando la importación de carne, lo que a su vez está contribuyendo a contener los precios.

En los últimos dos años, el volumen de importaciones ha aumentado un 24 %, mientras que el volumen de exportaciones ha disminuido un 11 %, lo que nos ha vuelto a situar como un país deficitario en este sector, con pocas perspectivas de poder revertir esta situación al menos este año, a pesar del ligero repunte de las ventas en 2023.

 

La vuelta a los saldos comerciales negativos arroja un déficit en la balanza comercial de 124 millones de euros en 2023

 

Los elevados precios relativos en el mercado europeo están ocasionando un desplazamiento significativo de las exportaciones de la UE que originalmente estaban destinadas a otros mercados, como el africano, hacia Europa. Esto se observa especialmente en países como España, que están experimentando un notable aumento en el consumo.

En 2023, el 86 % de nuestras importaciones proceden de la UE, siendo Polonia y los Países Bajos los principales proveedores a los que hemos aumentado significativamente nuestras compras, junto con Brasil, que representa el 12 % de nuestras importaciones.

 

 

En lo que respecta a nuestras exportaciones, el 70 % se dirige a la UE, el 18 % a países de África Subsahariana y el 6 % al Reino Unido. Aunque en varios países el volumen de exportaciones ha mostrado una leve recuperación en 2023 después de la significativa caída del año anterior, la recuperación de la producción interna en Italia ha disminuido considerablemente la demanda exterior.

 

 

Al evaluar el balance global, podemos notar que el sólido desempeño económico en general, junto con el auge del turismo y los cambios en los patrones de consumo, ha impulsado un aumento en el consumo aparente total. Sin embargo, este incremento no ha sido igualado por un aumento equivalente en la producción, lo que ha resultado en que nos convirtamos en un país deficitario en este campo.

 

Conclusiones

El sector avícola del 2024 se enfrenta a desafíos significativos en un escenario global marcado por las fluctuaciones económicas mundiales y las tensiones geopolíticas. Estos factores inciden tanto en los costos de producción como en el poder adquisitivo de los consumidores a escala global.

Aunque se proyecta un crecimiento económico moderado a escala mundial, persisten preocupaciones sobre la resiliencia económica debido a factores como las altas tasas de interés y la disminución del apoyo fiscal.

España, con proyecciones de crecimiento del 1,7 % para 2024 según la Comisión Europea, muestra cierta confianza en el impulso de su economía mediante el consumo y la inversión. Sin embargo, persisten preocupaciones sobre la resiliencia económica debido a factores como las altas tasas de interés y la disminución del apoyo fiscal. Además, existen incertidumbres geopolíticas y presiones inflacionarias que podrían afectar el panorama económico.

En cuanto a las materias primas, se observa una tendencia a la baja en los precios de los piensos, aunque existen preocupaciones sobre el impacto del clima en la cosecha. En el sector energético, el precio del gas ha disminuido, mientras que el petróleo ha experimentado aumentos debido a diversos factores geopolíticos. Estos cambios en los precios de las materias primas pueden tener un impacto significativo en la economía del sector avícola.

A escala internacional, el consumo de carne de ave, especialmente pollo, sigue en aumento, aunque el crecimiento varía según las regiones. Estados Unidos, Brasil, China y la Unión Europea dominan la producción, pero se observa un cambio gradual hacia una mayor concentración en los dos primeros por su mejor estructura de costes y el auge del consumo en su área de influencia. Este fenómeno plantea desafíos económicos y comerciales para Europa, que está volcándose dentro de su mercado interno.

Como consecuencias, dentro de la UE, la producción de carne de ave muestra una ralentización en su crecimiento, a pesar del repunte en países como España y Polonia, que cuentan con mejores datos de consumo interno y los menores costes.

En España, el consumo interno de pollo muestra una tendencia al alza que está contribuyendo a un crecimiento de la producción, aunque parece estar estilizándose en los últimos meses. El aumento de las importaciones está permitiendo controlar los precios, pero generando un déficit en la balanza comercial del sector avícola.