En trigo, el informe mejora las disponibilidades globales para 2025/26, que suben con fuerza respecto a agosto gracias a una revisión al alza de la cosecha. La producción mundial aumenta unos 9,3 Mt y el uso total se corrige al alza en torno a 5,0 Mt, lo que deja también mayores existencias finales. La mejora se explica por mejores perspectivas en varios exportadores clave: Australia suma 3,5 Mt por un arranque de campaña muy favorable; la UE añade unos 1,9 Mt a la luz de resultados de cosecha y datos oficiales; y Rusia aporta cerca de 1,5 Mt por mejores trigos de invierno y primavera. También se incrementan, aunque en menor cuantía, Canadá, Ucrania y Kazajistán. Con ello, el comercio mundial de 2025/26 se ajusta ligeramente al alza (más ventas de Australia y EEUU que compensan recortes en Rusia y Ucrania). En conjunto, el balance mensual de trigo se resume en más oferta, más uso y más stocks. Si miramos la comparación con la campaña anterior, lo previsto para 2025/26 frente a 2024/25 implica una producción sensiblemente mayor (unos +15 Mt) y un consumo algo más alto (+5 Mt); las existencias iniciales del ciclo 2025/26, eso sí, parten por debajo de las del año previo (−8 Mt), de modo que la holgura adicional viene sobre todo de la cosecha de 2025.
En el caso del maíz, el informe de septiembre prevé unas existencias iniciales en 2025/26 algo mayores que el informe anterior (1,1 Mt), pero recorta la producción en torno a 2,0 Mt mientras el consumo apenas cambia (ligero +0,2 Mt). Detrás del recorte productivo están revisiones a la baja en la UE (especialmente Rumanía, Hungría, Bulgaria y Francia), Serbia y Rusia, que superan las subidas en India, Zambia y Canadá. En comercio, se proyectan más exportaciones de EEUU y Zambia, y menos de Serbia, la UE, Rusia y Tanzania; en importaciones, sube la UE (y también Malawi y Zimbabue) y baja India. Las existencias mundiales de fin de campaña ceden ligeramente por recortes en China y Rusia (parcialmente compensados por Sudáfrica y Ucrania). Desde una perspectiva interanual, 2025/26 seguiría siendo un año más holgado que 2024/25 en términos de oferta (producción prevista muy por encima del año pasado, gracias en gran parte a EEUU), con un uso también mayor, aunque partiendo de existencias iniciales claramente más bajas que las de 2024/25.
En soja, el ajuste mensual es a la baja: respecto a agosto, las existencias iniciales de 2025/26 descienden (revisión de cierre del año anterior), la producción mundial se recorta medio millón de toneladas y el uso total disminuye alrededor de 1,5 Mt. Por países, USDA recorta producción en India, la UE y Serbia, y la eleva en Rusia y EEU.; en la parte de demanda, reduce la molturación de grano en India, Argentina, Bangladés, Arabia Saudí y Canadá, y la sube en EEUU, Egipto, Turquía y Ucrania. En comercio, suben las exportaciones previstas de Argentina, Rusia y Canadá y caen las de EEUU y Ucrania. En el cruce interanual, 2025/26 traería algo más de producción que 2024/25 (1,7 Mt) y, sobre todo, un uso total sensiblemente mayor (más de +10 Mt), con existencias iniciales más altas que las del año pasado gracias al cierre 2024/25.
En arroz, el informe de septiembre prevé más stocks iniciales y más consumo, pero deja la producción casi plana. Frente a agosto, suben las existencias iniciales globales de 2025/26 (principalmente por aumentos en Pakistán y EEUU), la producción baja levemente y el uso total sube un poco; con ello, el mundo termina el mes con existencias finales algo mayores. En la comparación anual, 2025/26 arrancaría con stocks muy por encima de 2024/25, producción apenas superior y un consumo claramente más alto, lo que amortigua la subida de existencias de cierre.
Existencias mundiales de trigo