
11 September 2025
Resumen
El año empezó con precios de la leche y de los productos lácteos en niveles muy altos, pero desde entonces han ido bajando, sobre todo en Estados Unidos, por el incremento de la producción y la variación del tipo de cambio del dólar asociada al giro de la política de la nueva Administración Trump.
La Unión Europea sigue siendo el mercado más estable y caro, mientras que Nueva Zelanda se mueve sin grandes cambios. La bajada del coste de los piensos está dando algo de aire al sector ganadero.
Las previsiones de mitad de año apuntan a un mundo con algo más de leche disponible, con más producción en varios países europeos y un ajuste a la baja en China. En comercio, el queso acelera, la mantequilla crece empujada por la demanda asiática, la desnatada flojea y la entera sigue débil.
En la UE y en España caen las entregas de leche, aunque la industria está orientando más litros hacia productos de mayor valor, sobre todo queso y mantequilla. Si continúan las rebajas internacionales ese impulso podría moderarse, aunque de momento la demanda dentro de Europa sostiene el mercado.
Situación mercado internacional
Los precios en origen de la leche iniciaron 2025 en niveles muy elevados. Desde entonces —especialmente en EEUU— han encadenado descensos continuados hasta, al menos, julio, explicados en gran medida por el aumento de la producción y, también, por la incertidumbre económica, política y comercial.
Expresada en euros, la corrección se acentúa por la depreciación del dólar, cercana al 10 % en estos meses.
Nueva Zelanda evoluciona con pocos cambios, en torno a 40 €/100 kg, con pequeñas oscilaciones y sin un impulso sostenido.
La UE se mantiene como el mercado más estable y caro, asentada en una meseta próxima a 53 €/100 kg.
La caída de los precios en origen viene acompañada de una paulatina moderación de los precios de los piensos, favorecida por las abundantes cosechas de maíz en Brasil y de cereales de invierno en el hemisferio norte.
Esta reducción de los precios internos en EEUU está provocando un ajuste a la baja en los precios internacionales de los distintos productos lácteos, ya que el amplio diferencial está permitiendo a Estados Unidos ser más competitivo por ejemplo en el mercado internacional de quesos, con precios que en junio rondaron los 3,64 euros por kilo y se espera que se mantenga cerca de 3,39 euros por kilo en el tercer trimestre (julio a septiembre de 2025) y de 3,49 euros por kilo en el cuarto trimestre (octubre a diciembre).
Oceanía (con Nueva Zelanda como referencia) y la Unión Europea están más caros, lo que da ventaja a Estados Unidos para exportar para este tipo de producto en los mercados asiáticos.
En leche desnatada en polvo, las tres zonas principales —Estados Unidos, Unión Europea y Oceanía— se mueven prácticamente en el mismo nivel, en torno a 2,4 por kilo, y con poca variación prevista para la segunda mitad del año. Aquí pesa más el acceso a los clientes que unos céntimos arriba o abajo.
En mantequilla, la Unión Europea mantiene precios altos y estables, mientras que Estados Unidos los ha rebajado alrededor de un 10% desde enero, situándolos por encima de los de Nueva Zelanda, lo que le facilita vender fuera en el segundo semestre.
Esta ligera tendencia bajista respalda las nuevas proyecciones de julio del USDA para el balance mundial leche, que apuntan a un 2025 un poco más desahogado respecto a las anteriores estimaciones del mes de diciembre. La producción mundial se revisa ligeramente al alza, unos 1,1 millones de toneladas, hasta 559,6 millones y se ajustaría al alza tanto leche destinada a consumo como a transformados.
La subida llega sobre todo por Rusia, Ucrania y el Reino Unido, con aportes menores de Argentina, Brasil y, en menor medida, EEUU. La gran corrección a la baja está en China, que recorta unos 2,7 millones de toneladas; Australia también baja y Canadá queda prácticamente plano. En la Unión Europea e India no hay cambios.
En cuanto a las revisiones de consumo frente al informe previo, el USDA solo eleva la leche desnatada por un consumo superior al previsto en EE. UU. y México; para el resto de productos recorta levemente las cifras.
La revisión de julio también mejora la previsión de exportaciones de queso de UE, cuya demanda aguanta más de lo inicialmente esperado, y Nueva Zelanda, pero recorta de forma significativa el volumen total de comercio mundial de mantequilla y eleva la previsión de comercio mundial de leche en polvo.
Con estas revisiones sobre la mesa, el cambio interanual de 2025 frente a 2024 dibuja un crecimiento muy comedido de la oferta de leche entre los grandes exportadores. El conjunto apenas avanzaría un 0,4 %, con Estados Unidos creciendo un 1,1 %, Nueva Zelanda un 1,0 %, Argentina rebotando un 4,5 % tras un 2024 flojo, y caídas en Australia (–0,8 %) y en la Unión Europea (–0,5 %).
La bajada en el caso europeo se explica por un retroceso de la cabaña del 3 % en el año, que pesa más que la mejora de rendimientos por vaca y empuja a la industria a desviar litros hacia el queso para maximizar retornos.
En lo que respecta a las exportaciones, las ventas de queso de los grandes crecerían en torno a un 4 % frente a 2024, con un EEUU particularmente dinámico: las exportaciones aumentarían alrededor de un 7 % y la producción avanzaría casi un 2 %, sostenidas por precios más competitivos que los de la UE y Oceanía y por la entrada de nueva capacidad de procesado. Nueva Zelanda también acelera, con ventas exteriores un 14 % mayores tras un primer semestre muy fuerte, mientras que la UE mantiene la producción prácticamente estable y suma un leve avance exportador.
Para la mantequilla, el USDA prevé para 2025 un aumento del 7 % en las exportaciones conjuntas de los grandes, con Nueva Zelanda al alza y una UE que cede un 5 % por menor producción y una demanda interna estable pero firme; China, por su parte, eleva sus importaciones un 11 % por el tirón de panadería, restauración y los snacks asociados al boom del café y el té.
La leche desnatada en polvo atraviesa un año más complicado ya que el USDA calcula que las exportaciones agregadas de los grandes exportadores caerían un –5 % en 2025 frente a 2024, con Estados Unidos claramente a la baja por pérdida de cuota en el Sudeste asiático, y pese al buen comportamiento de sus ventas a México. Nueva Zelanda avanzaría moderadamente gracias a precios competitivos y a un segundo semestre más activo, mientras que la UE apenas podría aumentar su salida por falta de oferta, coherente con una mayor producción de queso.
En leche entera en polvo, el balance interanual sigue a la baja en el agregado de los grandes (–1 %). La producción neozelandesa se mantendría estable y las exportaciones crecerían alrededor de un 2 %, con la expectativa de recuperación en el segundo semestre tras una primera mitad débil por la menor compra de Argelia y China.
Precisamente, China podría ajustar a la baja su producción doméstica por falta de leche y márgenes negativos y sube algo las importaciones, aunque el consumo interno se resiente por la debilidad macroeconómica. Producir dentro del país cuesta más que comprar en el mercado internacional, así que con precios internacionales bajos a China le puede compensar importar, lo que sostendría el comercio mundial de este producto.
Precisamente, en lo que respecta a las importaciones, el Reino Unido seguiría siendo el mayor comprador de queso, pero con menos fuerza que el año pasado. Rusia también bajaría y México aflojaría. En cambio, Japón compraría más, y la UE subiría un poco sus entradas. China quedaría casi igual que en 2024 y Corea del Sur cedería ligeramente.
En mantequilla, el tirón vendría de China, con un aumento claro de las compras gracias a la panadería y la restauración. La UE importaría menos que en 2024, el Reino Unido se mantendría cerca de sus niveles habituales y México mostraría un pequeño rebote.
En leche desnatada en polvo, México compraría menos que el año pasado, mientras China daría un salto importante por la menor oferta interna y precios internacionales más atractivos. En el Sudeste Asiático, Indonesia y Filipinas terminarían algo por encima de 2024, aunque con un tono irregular durante el año. Argelia, la UE y Brasil reducirían sus compras; Japón quedaría algo por encima.
En leche entera en polvo (WMP), China aumentaría sus importaciones sobre 2024 y marcaría el paso del mercado. Argelia recortaría con fuerza y Brasil e Indonesia también moderarían su demanda. Filipinas y México cerrarían el año por encima del nivel anterior, aunque sin cambiar el sesgo prudente del conjunto.
Producción en Europa
Los datos oficiales de entregas en la UE indican que, hasta julio, los volúmenes han caído un 0,8% en el conjunto de la Unión. Esta contracción se produce en buena parte de los de países europeos, con excepciones como Polonia e Irlanda, donde las entregas llegan a crecer alrededor de un 5 %. En el resto de los grandes productores, el descenso ronda de media el 2 %.
Las cifras coinciden en gran parte con las previsiones de la Comisión y del USDA para el conjunto del año 2025, que prevén un estancamiento de la producción en el primer caso o una reducción del 0,5 % en el segundo.
Como se observa en la tabla siguiente, la menor producción no se traduce en una reducción lineal de la elaboración del total productos lácteos. Por el contrario, si vemos los datos oficiales para los 5 primeros meses del año en relación al mismo periodo del año anterior, el destino de la materia prima tiende a concentrarse en productos de mayor valor, como la mantequilla y en menor medida el queso, uno de los principales artículos de consumo, que mantiene un ligero aumento.
Con todo, los datos de junio para queso y mantequilla —a falta de los de Bélgica y Países Bajos— apuntan a que el crecimiento sería aún mayor: en el primer semestre, la producción de queso, mantequilla y leche desnatada podría haber aumentado alrededor de un 0,9 %, un 4,4 % y un 2,3 %, respectivamente.
Los datos de España muestran una mayor concentración en estos productos tras varios años de retroceso, especialmente en el queso, que es el que más crece en términos absolutos.
No obstante, la corrección de los precios internacionales de exportación observada desde junio podría anticipar una moderación de esas tasas de crecimiento de estos tres productos.
En cualquier caso, aún es pronto para saber si convergerán hacia las previsiones de la Comisión o hacia las —más pesimistas— del USDA para el conjunto de 2025, y dependerá de la evolución de la demanda interna. El consumo dentro de la UE representa el 90 % de la producción en queso y mantequilla y es el que parece que está mostrando un mayor dinamismo en 2025.