
30 June 2025
Resumen
El primer cuatrimestre de 2025 deja un balance desigual para el sector lácteo. En el mercado internacional, Estados Unidos aumentó su producción más de lo previsto, lo que ha presionado los precios a la baja. Pese a ello, las exportaciones de mantequilla y queso crecieron, mientras que las ventas de leche en polvo cayeron en Asia. En Europa, la producción se desacelera, especialmente en Alemania y Francia, mientras países como Irlanda, Polonia ganan terreno.
En España, el comercio exterior sigue marcado por un fuerte déficit anual, que en abril alcanzó un nuevo récord de unos 1.286 millones de euros. Aunque las exportaciones crecieron con fuerza —destacan el queso (+54 %), el yogur (+52 %) y la nata (+47 %)—, las importaciones también aumentaron, sobre todo en quesos industriales.
Francia, Italia y Reino Unido lideran las compras de queso español, mientras que Estados Unidos recorta importaciones en un contexto de tensiones arancelarias. A nivel interno, el consumo sigue creciendo, impulsado por el turismo y la recuperación económica. La demanda de queso ya supera en un 3 % los niveles previos a la pandemia, apuntalando la buena marcha del sector.
Mercado internacional
En 2025, los precios internacionales en origen de la leche han bajado sobre todo en los EE.UU. donde se está produciendo un incremento de la producción de leche, mayor de lo esperado, impulsado por el aumento del número de vacas y del rendimiento por animal. Además, el descenso en el coste de la alimentación ha mejorado los márgenes de los productores, lo que sigue incentivando el crecimiento de la oferta.
A pesar de las nuevas reglas del sistema FMMO, que reducen la base de referencia para fijar el precio pagado al ganadero, el USDA prevé que el segundo cuatrimestre cierre con un incremento del 2 % en la producción respecto al mismo periodo del año anterior, y el año cierre con un incremento del 1 %.
Al mismo tiempo, la demanda interna norteamericana de algunos productos ha caído, mientras que las exportaciones de mantequilla y queso han aumentado, especialmente hacia Japón y Australia, en un contexto de debilidad del dólar. Sin embargo, las exportaciones de leche en polvo han disminuido hacia mercados asiáticos. También se han registrado ligeros aumentos en las importaciones, sobre todo de mantequilla de origen europeo (Irlanda principalmente).
Este exceso de oferta ha presionado los precios a la baja. No obstante, se espera que en lo que queda de 2025 se alcance una estabilidad e incluso una ligera mejoría, gracias al repunte en la demanda de sólidos no grasos y al crecimiento de las exportaciones de productos grasos.
Sin embargo, este descenso de los precios en origen no ha llegado a afectar a los precios de exportación de los principales productos lácteos, que han seguido creciendo hasta finales de mayo, cuando se ha producido una ligera corrección de hasta un 2,6 %, tal como indica los resultados de las subastas recogidas en la Global Dairy Trade.
Mercado europeo
Durante el primer trimestre de 2025, las entregas de leche en la Unión Europea han comenzado a mostrar señales claras de enfriamiento. Según los últimos datos, el volumen total recibido por la industria ha caído en torno al 1,3 % respecto al mismo periodo del año anterior. Esta bajada, aunque moderada, marca un cambio de ritmo tras varios años de relativa estabilidad en el sector.
La mayoría de los grandes productores han contribuido a este retroceso. Alemania, el mayor proveedor de leche de la UE, redujo sus entregas un 3 % en lo que va de año. También lo hicieron Francia, Italia y los Países Bajos, con caídas similares que confirman un patrón común: los gigantes tradicionales del oeste europeo están desacelerando.
Detrás de este enfriamiento pueden estar varios factores: menores márgenes para los ganaderos, las restricciones derivadas de la aplicación de la directiva de suelos, condiciones climáticas más irregulares o un ajuste natural del mercado tras los picos de los últimos años. Pero mientras el oeste frena, otros países pisan el acelerador.
La gran excepción es Irlanda, que ha arrancado 2025 con fuerza. Sus entregas han crecido un sólido 8 %, y todo apunta a que el país seguirá reforzando su peso en el sector lácteo europeo. La clave parece estar en su modelo de producción estacional y una fuerte apuesta exportadora. También hay movimiento en el este. Polonia mantiene el pulso, con un crecimiento más leve, tras años de crecimiento constante.
No obstante, los datos de abril muestran señales de recuperación, impulsadas por el repunte en Irlanda y Polonia, así como por una estabilización general en el resto de Europa. La tendencia, por tanto, apunta hacia una mejora o, al menos, a un cambio de tono.
Durante 2025, los precios de la leche en origen han mostrado comportamientos diferenciados según la evolución de la producción. En países con menor volumen como Alemania, Francia, Italia y España, los precios se mantuvieron estables o bajaron ligeramente. En cambio, Irlanda y Polonia, tras registrar un fuerte crecimiento productivo a inicios de año, vieron cómo sus precios comenzaron a descender desde entonces, reflejando una posible sobreoferta. Aunque los valores actuales siguen por encima del promedio de los últimos cinco años, se alejan de los máximos de 2022, lo que sugiere una fase de normalización del mercado marcada por dinámicas locales más que por tensiones globales.
Mercado español
El descenso de la producción nacional respecto a los niveles de 2022 y la progresiva recuperación del consumo se ve reflejada el comercio exterior de productos lácteos, que muestra una evolución preocupante en los últimos años. Los datos, expresados en millones de euros y calculados como totales anuales móviles (es decir, sumando los últimos doce meses en cada punto), permiten ver mejor la tendencia real sin los efectos estacionales.
En abril de 2025, el déficit comercial llegó a los 1.285,97 millones de euros, el peor registro desde que hay datos. Aunque las exportaciones han crecido de forma constante —pasando de 1.126 millones a casi 1.874 millones desde finales de 2018—, las importaciones han aumentado mucho más rápido, superando ya los 3.159 millones. Esto ha hecho que el saldo comercial sea cada vez más negativo.
Desde principios de 2023, el déficit se mantiene por encima de los –1.000 millones anuales, y en lugar de mejorar, ha seguido empeorando en los últimos meses. En 2024 hubo un momento de aparente estabilización, pero hacia finales del año y en 2025 la tendencia negativa volvió a tomar fuerza.
Estos datos reflejan una dependencia creciente de las importaciones para cubrir el consumo interno de lácteos lo que plantea un desafío importante para el sector, que necesitará medidas para reforzar la producción nacional y reducir la brecha comercial en los próximos años.
En el primer cuatrimestre de 2025, el queso continúa liderando el comercio exterior del sector, con exportaciones que crecieron un 54 % interanual y alcanzaron los 409 millones de euros. Aun así, las importaciones, principalmente de quesos puros de vaca y destinados a la industria, también aumentaron un 13 %, hasta superar los 674 millones, lo que mantiene el saldo negativo en esta categoría.
La partida de yogures y otras leches fermentadas mostró también un fuerte impulso exportador, con un crecimiento del 52 % y un valor total de 167 millones de euros, mientras que las importaciones crecieron a menor ritmo, un 11 %, alcanzando los 114 millones.
La nata fue uno de los pocos productos con una evolución claramente favorable para la balanza comercial. Las exportaciones aumentaron un 47 %, llegando a 105 millones de euros, mientras que las importaciones bajaron un 16 %, lo que mejora notablemente el resultado neto de este producto.
En cuanto al lactosuero, las exportaciones crecieron un notable 67 %, mientras que las importaciones subieron un 25 %, reflejando un mayor dinamismo en ambas direcciones, aunque con un saldo exportador positivo.
La mantequilla también mostró un alza importante en ventas al exterior, con un crecimiento del 62 %, alcanzando los 45 millones, mientras que las importaciones aumentaron un 39 %, lo que indica que, a pesar del avance exportador, el déficit comercial sigue siendo significativo.
El único producto que no mejoró en exportaciones fue la leche, por la caída de la leche condensada, que cayó un 18 %, mientras que las importaciones crecieron un 5 %, superando los 130 millones de euros, a pesar de la bajada del 12% de la desnatada en polvo lo que agrava su saldo negativo.
Por último, el lactosuero tuvo un crecimiento del 9 % en exportaciones y una caída del 15 % en importaciones, lo que mejora su saldo comercial.
En el primer cuatrimestre de 2025, las exportaciones españolas de queso en las que tradicionalmente el peso de las denominaciones de origen llegan a ocupar el 30 % de las ventas, crecieron con fuerza, impulsadas sobre todo por la recuperación de las ventas en el mercado europeo. Se trata de una buena noticia para el sector, especialmente en un contexto internacional marcado por la incertidumbre y las tensiones comerciales.
Francia se mantuvo como el principal destino, con exportaciones por valor de 61,2 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 8 % respecto al mismo periodo del año anterior. En volumen, las ventas alcanzaron las 9.400 toneladas, un 9 % más que en 2024.
Portugal, segundo mercado en valor, mostró una evolución más contenida. Las exportaciones sumaron 51,7 millones de euros, apenas un 1 % más, mientras que el volumen cayó un 2 %, hasta las 9.937 toneladas. Este comportamiento sugiere una subida de precios medios, pero una leve contracción de la demanda en términos físicos.
En cambio, las ventas a Estados Unidos registraron un retroceso significativo. El valor cayó un 6 %, hasta los 35,2 millones de euros, y el volumen descendió un 13 %, con 2.722 toneladas. El mes de abril fue especialmente negativo, con caídas cercanas al 25 % tanto en valor como en volumen, marcando el peor abril desde 2021 y el tercer peor registro de los últimos dos años. Aunque aún es pronto para evaluar el impacto a fondo, la nueva guerra arancelaria impulsada por la administración estadounidense parece estar empezando a afectar al comercio bilateral.
Italia mostró un comportamiento muy positivo, con un aumento del 21 % en el valor de las exportaciones, que alcanzaron los 34,9 millones de euros, y un crecimiento del 8 % en volumen, hasta las 7.896 toneladas, consolidándose como uno de los mercados más dinámicos del periodo.
Uno de los datos más destacados lo ofrece Reino Unido, donde las exportaciones se dispararon un 52 % en valor y un espectacular 111 % en volumen, con 22,6 millones de euros y 2.599 toneladas exportadas. El mercado británico muestra así una fuerte recuperación y apunta a una etapa de expansión tras varios años marcados por la incertidumbre del Brexit y puede estar absorviendo en el mes de abril parte de las exportaciones que iban dirigidas a EE. UU.
En el extremo opuesto, Alemania registró una caída significativa tanto en valor (–17 %) como en volumen (–8 %), con exportaciones que apenas alcanzaron los 9,6 millones de euros y 1.341 toneladas, en un contexto de incertidumbre económica para el país.
Al crecimiento de las exportaciones se suma la recuperación del consumo interno, que sigue en aumento, impulsado por la buena senda económica del país. El crecimiento del turismo y el repunte demográfico están favoreciendo la demanda de productos lácteos, y la partida de quesos ya se sitúa un 3 % por encima de los niveles previos a la pandemia.