
08 October 2025
Desde el inicio de la pandemia en diciembre de 2019, los precios de los alimentos se han convertido en uno de los principales motores de la inflación en los países de la OCDE. En ese periodo, el encarecimiento acumulado ha sido del 45,8 %, aunque con enormes diferencias entre países.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en un comunicado publicado este lunes, destaca la disparidad entre sus miembros. Mientras algunos países han experimentado fuertes presiones inflacionarias, otros han logrado contenerlas. Es el caso de Suiza, donde los precios de los alimentos apenas han aumentado un 6,9 % en más de seis años.
Esta evolución ha ido de la mano con la inflación general. Turquía, por ejemplo, ha registrado un aumento acumulado del 640,5 % en el índice general de precios desde diciembre de 2019. Le siguen Hungría (56,5 %), Estonia (50 %), Polonia (47,5 %) y Colombia (45,5 %). También destacan Lituania (43,1 %), Eslovaquia (40 %), Chile (39,2 %) y Letonia (39,1 %).
En este contexto, España se sitúa en una posición más contenida, con una inflación acumulada del 21,1 %, por debajo de la media de la OCDE (34,9 %) y también de la zona euro (22,7 %). De hecho, hay 13 países dentro de la organización que han logrado cifras aún más bajas, con Suiza nuevamente como ejemplo, con solo 6,8 %.

En cuanto a los datos más recientes, la OCDE señala que la inflación interanual se mantuvo estable en agosto de 2025, en el 4,1 %, aunque con repuntes en dos componentes clave: los alimentos, que subieron al 5 % (cinco décimas más que en julio), y la energía, que alcanzó el 0,7 % (cuatro décimas más).
El impacto alimentario volvió a sentirse especialmente en Colombia, donde los precios subieron un 6,1 % en agosto respecto al mismo mes del año anterior, frente al 4,9 % registrado en julio. En contraste, España mostró una evolución más moderada, con una subida interanual del 2,3 % en agosto, inferior al 2,7 % de julio y también por debajo del promedio de la zona euro, que se situó en el 3,2 %.