5 min

Puma: un cultivo en peligro de extinción por la despoblación

Desarrollo Rural
Producción Vegetal
Este fruto, que ha formado parte del paisaje y de la alimentación en otro tiempo, está prácticamente desaparecido debido al progresivo abandono de las zonas rurales
Cultivo de puma


22 June 2023

No es un felino ni una marca deportiva. La "puma", en femenino, es también un arbusto local prácticamente desaparecido y el fruto que produce, una grosella con unas propiedades nutricionales muy interesantes, que sobrevive de forma testimonial en algunas zonas de Castilla y León, Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra y La Rioja.

"A las pumas, pubas o umas (Ribes uva-crispa) también se les conoce como uva espinosa, agraz, arganzon o aciguembre en otras zonas de España", explica a EFE el ingeniero técnico agrícola Aurelio Robles, que lleva años trabajando en la recuperación del patrimonio agro genético de Castilla y León en lo que él denomina "huerto de salvaguarda" situado en Castrillo de Villavega (Palencia).

Aurelio Robles lleva dos décadas trabajando para evitar la total desaparición de este fruto y tras varios años de prospección, con la imprescindible ayuda de la gente de los pueblos, ha recuperado ejemplares de este arbusto frutal, en su mayoría en los municipios de Castrillo de Villavega, Barcena de Campos, Villasarracino y Villasila, todos en la provincia de Palencia, pero también en otros pueblos de Burgos, Navarra, La Rioja y del País Vasco.

Este cultivo se ha localizado en Castrillo de Villavega, Barcena de Campos, Villasarracino y Villasila, en la provincia de Palencia. Y en otros municipios de Burgos, Navarra, La Rioja y País Vasco

"En Castrillo de Villavega lo conocen como pumas, en Villasila de Valdavia los mayores hablan de umas y en Bárcena de Campos se refieren a este fruto como pubas", señala Aurelio Robles, que tiene previsto hacer prospecciones en otras zonas de Castilla y León, Cantabria, Asturias y Galicia para "recuperar la mayor diversidad genética posible".

¿Qué es una puma?

Explica Robles que la puma, en femenino, es un pequeño arbusto espinoso que se da de forma natural y produce una grosella comestible tipo baya

Este fruto, denominado también puma, tiene forma redondeada, de unos dos centímetros de diámetro, que presenta diferentes colores que van desde el amarillento-verdoso al rosado, o del rojizo al purpura oscuro, y que tiene un singular y agradable sabor agridulce en su estado de maduración.

"Estos arbustos que antaño se cultivaban de forma generalizada en nuestros pueblos se localizaban principalmente en los márgenes de los majuelos o sobre los muretes de piedra que delimitan los linares”, señala el ingeniero, mientras lamenta que este singular fruto, que ha formado parte del paisaje y de la alimentación en otro tiempo, esté hoy en día prácticamente desaparecido debido al progresivo abandono de las zonas rurales y a las concentraciones parcelarias.

De hecho, como comenta, “antiguamente era frecuente en muchas huertas, pero hoy ha desaparecido prácticamente y la mayoría de la población lo desconoce”.

Propiedades beneficiosas para la salud

Además, Robles subraya "las singulares propiedades medicinales de este pequeño fruto", con un contenido en Vitamina C veinte veces superior al de la naranja, además de otras sorprendentes propiedades medicinales que recoge en un reciente estudio la bioquímica farmacéutica Beatriz Riberon.

Contiene un contenido en Vitamina C veinte veces superior al de la naranja

Entre otras, destaca Riberon que estas grosellas contienen nutrientes esenciales, como la vitamina A, folato (B9), ácido pantoténico (B5), piridoxina (B6), tiamina (B1), E y minerales como calcio y magnesio que previenen la osteoporosis; además de flavonas y antocianinas con numerosos beneficios para la salud, contra el cáncer, el envejecimiento, la inflamación y las enfermedades neurológicas.

"Según esta bioquímica, un estudio demostró que las grosellas bloquean el crecimiento celular del cáncer de mama y el potencial de metástasis in vitro", afirma Robles, que también destaca las propiedades antioxidantes de los polifenoles y la vitamina C de estas grosellas porque "favorecen y refuerzan la inmunidad, ayudan a ralentizar el proceso de envejecimiento y hace que se mantengan sanos la piel y el cabello".

Recuperación y conservación de pumas

Aurelio Robles lleva dos décadas trabajando en la recuperación de esta y otras especies frutales y ha podido constatar que una gran cantidad de estos arbustos han desaparecido irreversiblemente, pero en algunos casos, gracias a personas que los han mantenido y cuidado durante muchos años, ha podido recuperar algunos valiosísimos ejemplares de pumas, “la mayoría en estado de ahogamiento por la maleza y próximas ya a su desaparición", explica.

Para asegurar la conservación de los arbustos localizados, lo primero que hizo este agrónomo fue multiplicarlos en el ‘Huerto de Salvaguarda’ que tiene en Castrillo de Villavega, donde conserva ejemplares de pumas de 16 orígenes diferentes, y estudia su comportamiento agronómico, evaluando las características de los frutos de cada ecotipo recuperado, y sus resistencias o sensibilidades frente a plagas y enfermedades.

Asegura que en este ‘Huerto de Salvaguarda’ conserva una gran diversidad de pumas, todos ellos de gran valor genético, que muestran frutos de diferentes tamaños y colores y con diversos comportamientos y sensibilidades.

De hecho, ha comprobado que algunos ejemplares "presentan excelentes comportamientos agronómicos, con buena resistencia frente plagas y enfermedades y una óptima producción anual de frutos de buen tamaño y de exquisito sabor, que sin duda son consecuencia de la selección que durante generaciones ha realizado nuestros antepasados”.

El potencial de los recursos agrogenéticos 

El objetivo de este trabajo de recuperación es tratar de evitar la desaparición de este arbusto local y su fruto, y que el abandono de las zonas rurales y el olvido de las nuevas generaciones no dé al traste con parte del patrimonio natural de nuestros pueblos.

"No debemos olvidar que este arbusto forma parte de nuestro patrimonio local, de un tipo de patrimonio vivo, legado por nuestros antepasados", ha insistido Robles que hace un llamamiento a la conservación de los ejemplares que aun se mantengan.

Es un fruto que podría consumirse fresco, cuando madura en los meses de junio y julio, y usarse también para elaborar helados, mermeladas, zumos, vinos y licores

"Quizás, sin saberlo, tengamos entre nosotros un fruto local de interés como cultivo alternativo", insiste, atendiendo a su óptima adaptación al medio natural, sus características organolépticas y sus beneficios nutricionales