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Agroforestería: integrando árboles, cultivos y sostenibilidad en el paisaje agrícola

03 November 2025
Manejo de Cultivos
Desarrollo Rural
La agroforestería combina árboles, cultivos y ganado para regenerar suelos, aumentar la productividad y adaptarse al cambio climático. Una estrategia clave para una agricultura más sostenible y resiliente
Agroforestería.

03 November 2025

La agroforestería ha pasado de ser 'agricultura con árboles' a convertirse en una estrategia clave para producir alimentos, restaurar suelos y capturar carbono sin salir del paisaje agrícola.

En un contexto donde la agricultura se ve afectada por suelos cada vez más degradados, reducción de la biodiversidad y consecuencias del cambio climático, la agroforestería se erige como una estrategia técnica para rediseñar fincas y paisajes.

La FAO la califica abiertamente como una solución clave para el clima, por su capacidad de mitigar y adaptar los sistemas productivos al calentamiento global.

No se trata de solo de plantar árboles sin más, sino de diseñar a escala de parcela y paisaje para diversificar ingresos, estabilizar suelos, captar e infiltrar agua, modular el microclima y activar procesos ecológicos que sostienen la productividad.

Este artículo te explicamos qué es exactamente la agroforestería, cómo funciona en la práctica, qué tipos y aplicaciones existen, y qué beneficios aporta.

Qué es exactamente la agroforestería

La agroforestería es un enfoque sistémico de gestión de la tierra que busca combinar de forma intencionada árboles y arbustos con cultivos agrícolas y/o ganadería dentro de la misma parcela.

Su objetivo es producir alimentos, fibra o madera mientras genera beneficios ecosistémicos: suelo fértil, agua infiltrada, microclima, biodiversidad.

En otras palabras, en lugar de separar el bosque y la agricultura, la agroforestería los integra para que los distintos componentes (árboles, cultivos, animales) establezcan relaciones beneficiosas entre sí.  Mientras los monocultivos tienden a degradar el suelo, un sistema agroforestal bien gestionado lo regenera.

Cómo funciona un sistema agroforestal

Un sistema agroforestal combina árboles, cultivos y, en algunos casos, ganado, dentro de una misma finca agrícola. Su funcionamiento se basa en diseñar las interacciones entre estos componentes para que cooperen en lugar de competir.

La clave está en que no se mezclan al azar, sino que se planifican para maximizar sinergias y minimizar competencia.

Los árboles aportan sombra, materia orgánica y raíces profundas que mejoran la estructura y fertilidad del suelo. Los cultivos aprovechan ese microclima más estable, con menor erosión y mejor retención de agua, mientras que los animales pueden integrarse para controlar malezas y aportar abono mediante el estiércol.

Principios fundamentales de la agroforestería

  • Integración intencionada: árboles, cultivos y/o animales se combinan de forma planificada, buscando interacciones positivas y resultados sostenibles.
  • Sinergia entre componentes: cada elemento aporta al otro, los árboles enriquecen el suelo y protegen los cultivos, los cultivos mejoran la estructura del terreno, los animales cierran el ciclo de nutrientes.
  • Diversificación productiva: se generan múltiples productos (alimentos, forraje, madera, biomasa...), reduciendo riesgos y aumentando la resiliencia económica y ecológica.
  • Manejo adaptado al contexto local: no existe un modelo único, pues el diseño depende del clima, el suelo, las especies locales y el conocimiento del agricultor.
  • Sostenibilidad y equilibrio a largo plazo: el objetivo es mantener la productividad sin agotar los recursos naturales, restaurando la fertilidad del suelo y fortaleciendo los ecosistemas.

Para que funcione correctamente, el sistema debe diseñarse de acuerdo al objetivo y contexto local y mantenerse mediante un manejo activo: podas, rotación de cultivos, control de competencia y aprovechamiento de los residuos vegetales. De esta manera, la agroforestería transforma la parcela en un circuito cerrado de energía y nutrientes, donde cada componente alimenta al otro.

 

Tipos de sistemas agroforestales y aplicaciones

Una forma ampliamente aceptada de clasificar la agroforestería es según los componentes que combina cada sistema. Entre otras clasificaciones esta es la clásica reconocida por la FAO y el Centro Mundial de Agroforestería (ICRAF):

– Agrisilvícola (o agrosilvicultural): combinación de cultivos agrícolas + árboles o arbustos

Integra cultivos agrícolas con árboles o arbustos en la misma parcela. Los leñosos se distribuyen en hileras, franjas o manchas para crear sombra moderada, reducir viento, aportar biomasa y mejorar la fertilidad del suelo mediante hojarasca y raíces profundas.

Ejemplos típicos:

  • Alley cropping con nogales/almendros entre calles de cereal o leguminosas. Este sistema se utiliza en Francia, España y EEUU.
  • Forest farming o cultivos bajo sombra: se cultivan setas comestibles, plantas medicinales o cacao y café bajo árboles de sombra controlada. Más común en regiones tropicales como Centroamérica o Colombia.
  • Huertos frutales entre las hileras de frutales (almendros, olivos, cítricos) se siembran leguminosas o gramíneas que aportan nitrógeno y protegen contra la erosión. Práctica común en el Mediterráneo.

– Silvopastoril: integración de árboles/arbustos con pastos o ganado

No se cultivan productos agrícolas en estas parcelas. El sistema silvopastoril se enfoca exclusivamente en la producción animal combinado con arboles, arbustos y pastos. El arbolado ofrece sombra, abrigo frente a calor y viento, y recurso forrajero (ramoneo, frutos), mientras el ganado recicla nutrientes y controla el sotobosque. 

Estos sistemas han demostrado ser altamente efectivos en términos de productividad y mitigación del cambio climático. El resultado es mayor bienestar animal, mejora de suelos y mayor resiliencia frente a sequías y olas de calor.

Ejemplos típicos:

  • Dehesas y montados: son el referente histórico de la agroforestería mediterránea (encina/alcornocal con bovino/ovino/porcino).
  • Praderas arboladas en Francia o Chile, donde se reintroducen árboles dispersos para mejorar el bienestar animal y reducir la erosión.

– Agrosilvopastoral: combinación de los tres componentes (cultivos, árboles y animales)

Estos sistemas integran los tres componentes en el mismo espacio o de forma rotativa, buscando cerrar ciclos de nutrientes y aprovechar al máximo los recursos del ecosistema. Son los más complejos, pero también los más sostenibles y productivos.

Ejemplos típicos:

  • Sistemas agroforestales mixtos mediterráneos: fincas que combinan olivos o almendros con cereales de invierno (cebada, avena) y pastoreo estacional de ovejas o cabras.
  • Fincas regenerativas en América Latina: modelos inspirados en la agricultura sintrópica, con árboles frutales y forestales, cultivos anuales (yuca, maíz, hortalizas) y pastoreo rotacional de gallinas o cabras
  • Huertos familiares multiestrato con aves/caprinos aprovechando subproductos.

 

Tipos de sistemas agroforestales.

Ventajas y beneficios de la agroforestería

La agroforestería ofrece una amplia gama de beneficios que abarcan lo productivo, lo ecológico y lo social. Su enfoque integrador convierte la finca agrícola en un sistema más eficiente, resiliente y sostenible:

  • Suelos fértiles y saludables: los árboles aportan materia orgánica, fijan nitrógeno, estabilizan el terreno y reducen la erosión. Con el tiempo, mejoran la estructura y capacidad de retención de agua del suelo, disminuyendo la dependencia de fertilizantes químicos.
  • Mayor productividad y diversificación económica: la combinación de cultivos, árboles frutales, maderables o forrajeros permite aprovechar mejor el espacio y generar ingresos en diferentes momentos del año, reduciendo riesgos y aumentando la estabilidad financiera del agricultor.
  • Mitigación y adaptación al cambio climático: los sistemas agroforestales capturan carbono, regulan el microclima, amortiguan temperaturas extremas y mejoran la disponibilidad hídrica, haciendo las fincas más resilientes ante sequías o lluvias intensas.
  • Recuperación de la biodiversidad y los ecosistemas: los árboles crean hábitats para aves, insectos y microorganismos del suelo, favoreciendo la polinización y el control biológico de plagas. Además, conectan paisajes agrícolas fragmentados, ayudando a restaurar el equilibrio ecológico.
  • Impacto social y territorial positivo: al diversificar la producción y revitalizar los suelos, la agroforestería fortalece la seguridad alimentaria, genera empleo rural y revaloriza los paisajes agrarios tradicionales con un enfoque moderno y sostenible.
  • Freno contra incendios: los sistemas silvopastoriles ayudan a frenar los incendios porque el pastoreo controlado reduce la vegetación seca que sirve de combustible, mientras que el manejo del bosque disminuye la continuidad del material inflamable.

Agroforestería y su relación con la agricultura regenerativa y otras prácticas

La agroforestería dialoga con marcos como la agroecología y la permacultura, y se apoya en metodologías de diseño hidrológico, como el diseño keyline y enfoques sucesionales como la agricultura sintrópica.

En la agroecología, la agroforestería actúa como herramienta concreta para aumentar biodiversidad, mejorar suelos y reducir insumos, aplicando en el terreno los principios ecológicos que la agroecología propone a nivel teórico y social.

Con la permacultura, comparte la idea de imitar la estructura y funcionalidad de los bosques naturales: múltiples capas de vegetación, diversidad y autosuficiencia. De hecho, muchos sistemas agroforestales pueden considerarse auténticos 'bosques comestibles'.

El diseño Keyline aporta a la agroforestería la dimensión del paisaje: cómo manejar el agua y la topografía para mejorar la infiltración y la fertilidad. Juntos permiten optimizar la distribución de árboles y cultivos según el flujo natural del agua.

Finalmente, la agricultura sintrópica, inspirada por Ernst Götsch, lleva la agroforestería un paso más allá: reproduce la sucesión ecológica natural, mezclando especies de distintas edades y funciones para crear ecosistemas agrícolas autosuficientes y en regeneración continua.

 

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Ejemplos y casos de éxito de sistemas agroforestales

– Montado do Freixo do Meio (Portugal)

Ubicada en Montemor-o-Novo, en pleno Alentejo portugués, la Herdade do Freixo do Meio es uno de los referentes europeos en agroforestería moderna. 

Con más de 580 hectáreas registradas como Área Protegida Privada por el Instituto de Conservação da Natureza e das Florestas (ICNF), esta finca combina producción ecológica certificada con conservación activa de la biodiversidad.

Según datos de la propia finca, más de 1.000 especies de flora y fauna han sido identificadas en su territorio, que integra encinares, cultivos, huertos, apicultura y ganadería extensiva.

El modelo, conocido como 'Nuevo Montado', demuestra que es posible mantener productividad económica (carne, corcho, frutas, miel, aceites) y al mismo tiempo restaurar ecosistemas degradados.

– Dehesa San Francisco (España)

En Santa Olalla del Cala (Huelva), la Fundación Monte Mediterráneo gestiona la Dehesa San Francisco, un predio de unas 700 hectáreas certificado en producción ecológica desde 1996 y con gestión forestal FSC. Este paisaje típico de encinas y alcornoques combina ganadería extensiva, manejo forestal sostenible y conservación.

La finca alberga ejemplares centenarios reconocidos como Monumento Natural por la Junta de Andalucía, y se ha convertido en una escuela de formación agroforestal, donde se experimenta con sistemas silvopastoriles que integran vacuno, ovino e incluso porcino ibérico bajo arbolado.

– Finca La Junquera (Murcia, España)

La Finca La Junquera, ubicada en Caravaca de la Cruz (Murcia), es hoy uno de los proyectos de agricultura regenerativa con prácticas agroforestales más reconocidos de Europa. Con más de 1.100 hectáreas, combina cultivos leñosos (almendros, pistachos y olivos) con franjas de árboles, setos vivos y aromáticas (como lavanda, romero y tomillo), que protegen el suelo y fomentan la biodiversidad.

Además, mantiene ganadería en rotación para aportar materia orgánica y mejorar la fertilidad. No es un campo de experimentación, sino una explotación comercial en activo que produce y vende bajo certificación ecológica, demostrando que la agroforestería puede ser rentable y moderna.

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