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Mayor o menor presencia de jóvenes en el campo español

19 March 2025
Desarrollo Rural
Economía Agroalimentaria
Es muy necesario pasar de las palabras a los hechos de una vez por todas, con la adopción de un paquete integral de medidas efectivas que animen a nuestros jóvenes a apostar por esta actividad económica
Relevo Generacional

19 March 2025

La Comunicación "Una visión de la agricultura y la alimentación: configurando juntos un sector agrícola y agroalimentario atractivo para las generaciones futuras", presentada el pasado 19 de febrero por el comisario de Agricultura y Alimentación de la Comisión Europea, Christophe Hansen, dedica un apartado que denomina “Fomento del espíritu empresarial: una nueva estrategia de relevo generacional”, que comienza con una frase determinante: “El futuro de la soberanía alimentaria en Europa 2040 recae sobre los hombros de los jóvenes y los nuevos agricultores de hoy”.

No vamos a entrar esta vez —ocasión habrá— a referirnos a la próxima Estrategia de Renovación Generacional que, según dejó caer Hansen, pretende quedar diseñada este mismo 2025 con los Estados miembros, el Parlamento Europeo y las principales partes interesadas, sino simplemente volver a recalcar, una vez más y las que hagan falta, que el futuro de nuestro sector agrario solo pasa por ese camino: por la presencia de jóvenes (y mujeres) en el campo español y en el medio rural. 

Si el lema de los ingenieros agrónomos, colocado en el frontal de la tribuna del salón de actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) es que Sine agricultura nihil ('Sin agricultura nada'), el del sector agrario español (y de toda la UE) debería ser Sine iuvenes agricolae... nihil ('Sin agricultores jóvenes… nada').

Asunto recurrente

La falta de suficiente relevo generacional en la actividad agraria es un asunto harto recurrente desde hace bastantes años, que sigue ahí presente, a pesar de todas las ayudas públicas y medidas puestas sobre la mesa. La tecnología y la mejora de la productividad han contribuido a paliar en parte el problema del empleo en el campo, pero aun así siguen faltando jóvenes que con profesionalidad tomen las riendas de las explotaciones agrarias y vean atractiva la posibilidad de vivir en nuestros pueblos.

Pero… ¿realmente se diferencia tanto el sector agrario de otras actividades económicas en cuanto a la mayor o menor presencia de jóvenes? En términos generales ¿no resulta que la española (y la europea) es ya una sociedad hasta cierto punto bastante envejecida por el descenso de los nacimientos, aliviada solo por la inmigración? ¿Acaso los funcionarios de la Administración pública, los médicos, los transportistas u otras profesiones por cuenta ajena o autónomas no sufren también similares carencias de relevo generacional?Banner ¿Cuántos agricultores hay en España?

La presencia de jóvenes

Un reciente y breve informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que ha pasado un tanto desapercibido, intenta analizar desde el punto de vista de la afiliación a la Seguridad Social la presencia de jóvenes en el sector agrario, y viene a concluir que, al menos, en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), donde están adscritos la mayoría de los agricultores profesionales (o empresarios agrarios por cuenta propia), el porcentaje de jóvenes no difiere mucho del resto de sectores económicas, y que, además, este es mayor que el que ofrecen otras fuentes de información estadística (Censo Agrario o perceptores de la PAC). 

Es decir, la imagen que proyecta en términos relativos el sector agrario (en la afiliación al RETA de la Seguridad Social) es mucho menos envejecida que la que despliegan estas dos últimas estadísticas.

El documento analiza la distribución por edad de los afiliados agrarios en los distintos regímenes de la Seguridad Social, tanto de los trabajadores del Régimen General —que, en su mayor parte, lo son por cuenta ajena a tiempo completo o parcial (adscritos incluso a efectos de la Seguridad Social en otras actividades no agrarias)—, como en especial a los trabajadores afiliados al RETA, un colectivo que lo es por cuenta propia y que está ligado principalmente a los agricultores profesionales (empresarios agrarios, titulares y/o jefes de explotación que tienen esta actividad como principal fuente de ingresos).

Tras el análisis de los datos, se infiere que en el RETA, dentro de la actividad Agricultura, el 19,8 % de los afiliados tiene menos de 40 años, frente a 24,3 % del resto de sectores de actividad económica, a pesar de que el medio rural presenta una distribución demográfica mucho más envejecida que el medio urbano.

A distancia

Este porcentaje se distancia apreciablemente de otras fuentes de información estadística utilizadas para analizar la presencia de jóvenes en el sector agrario, como son la del último Censo Agrario de 2020, donde los jefes de explotación de menos de 40 años, personas físicas titulares o no, suponen un 8 % del total (70.564)

O entre los perceptores de ayudas directas de la PAC (campaña 2023), donde los jóvenes de igual o menos de 40 años representaban un 8,54 % del total (562.780), con 48.048 beneficiarios (44.166 de 25 a igual o menos 40 años y 3.068 de menos de 25 años).

Perceptores PAC

 

Más recientemente, la Encuesta sobre la Estructura de las Explotaciones Agrícolas (ESA) 2023, del Instituto Nacional de Estadística (INE), concluye que de los 784.141 jefes de explotación agraria (titulares o no de la misma), un 14,09 % y 110.507 tenían una edad de hasta 44 años (de menos de 25 años, 4.026 (0,51 %); entre 25 y 34, unos 29.026 (3,7 %), y entre 35 y 44, otros 77.455 (casi 9,9 %).

Afiliación agraria

El informe del MAPA aclara que la afiliación de los trabajadores del sector agrario puede producirse de varias formas, tanto en el Régimen General de la Seguridad Social (RG), en su mayoría encuadrándose como trabajadores por cuenta ajena en el Sistema Especial Agrario (SEA), como en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), afiliados como trabajadores por cuenta propia en el Sistema Especial de Trabajadores Agrarios (SETA) o incluso fuera del mismo (no SETA). 

A partir de los datos de la actividad económica de los afiliados en el CNAE 01 (Agricultura, Ganadería, Caza y Servicios) según estratos de edad (a fecha de 30 de abril de 2024) de la Tesorería General de la Seguridad Social, el estudio contabiliza un total de 980.385 afiliados de media en 2023, un 2,3 % menos que en el año anterior, de los cuales un 69 % y 673.906 estaban inscritos en el SEA del Régimen General, con un descenso del 3,6 % con respecto a 2022; otro 25,8 % y 252.859 (-1 % sobre 2022) estaban afiliados al RETA y casi un 5,5 % y 53.620 (+2 %) al Régimen General.

Comparativa

El estudio del MAPA hace una comparativa de estos datos con los de una década (2014) antes, señalando que desde entonces el número total de afiliados agrarios se ha reducido un 6,3 % y en 66.400 personas. 

En 2014 sumaban 1.046.800 afiliados, elevándose hasta un máximo de 1.071.400 afiliados en 2018, para luego bajar en la escala de forma continua durante el segundo lustro (de 2019 a 2023) de este periodo, situándose en ese último año en el nivel más bajo.

Entre las posibles causas de este descenso, el análisis cita la mecanización implantada en muchas producciones agrarias (caso del olivar o el viñedo) y ganaderas, que ha llevado a menores necesidades de trabajadores por cuenta ajena (mano de obra intensiva) sin merma por ello de la productividad. 

Pero también habría que apuntar otros motivos, como la pérdida o menor rentabilidad de determinadas producciones o el cese de actividad o jubilación de los titulares de las explotaciones agrarias sin haber encontrado relevo generacional, sin descartar en algún caso, ligado a los menores rendimientos, la pérdida continuada de cosechas por adversidades meteorológicas recurrentes.

Afiliados agrarios

Por sectores

A pesar de todo, sin embargo —apunta el estudio—, los afiliados agrarios en el RETA no han variado de forma ostensible en la década analizada, pues se han reducido apenas en un 3 % de media, pero con muchas disparidades según del sector productivo. 

Así, los mayores descensos durante este periodo se han producido en sectores agrícolas extensivos, como cereales, leguminosas, oleaginosas, con un recorte del 25,9 %, desde 80.191 (2013) a 59.438 afiliados (2023); en las explotaciones mixtas (agricultura y ganadería), que disminuyen un 29,4 %, desde 39.856 a 28.122; y en bovino de leche, con un 30,2 % de caída, desde 24.130 a 16.831, y que ha continuado en estos últimos años.

Por el contrario, el número de trabajadores autónomos afiliados en Agricultura ha aumentado en este periodo un 87,8 % en actividades de apoyo a la agricultura, desde 5.714 a 10.733 afiliados; un 72,5 % en otros árboles frutales y frutos secos, de 2.986 a 5.150 afiliados; un 60,8 % en explotaciones ganaderas alternativas, desde 3.435 a 5.522; un 55,5 % en hortalizas, raíces y tubérculos, desde 20.496 a 31.878; un 36,4 % en olivar, incluido en el grupo de frutos oleaginosos, de 13.207 a 18.008; o en un 23,1 % en frutas de hueso y de pepita, desde 5.681 a 6.995, etcétera.

RETA/Régimen General

A 30 de abril del pasado año había 529.646 afiliados agrarios en el Régimen General de la Seguridad Social, mientras que en el RETA la afiliación era de 250.606 personas

Según este análisis, mientras que en el RG los trabajadores agrarios de menos de 40 años, fundamentalmente por cuenta ajena, sumaban 212.389, un 40 % del total, en el RETA ascendían a 49.623, un 19,8 % del total.

Según tramos, mientras que los afiliados agrarios del RG, mayormente trabajadores por cuenta ajena, aumentan hasta el grupo de entre 45 a 49 años, bajando a partir del mismo, los afiliados por cuenta propia del RETA son más representativos en el tramo de 55 a 59 años e incluso superan a los del RG a partir de los 60 años. En este último tramo edad representan nada menos que una cuarta parte del total (25 %), frente a solo el 7,5 % de los afiliados al RG.

 

Afiliados Régimen Autónomos

RETA agrario/RETA general

Un apartado interesante del estudio del MAPA es el que hace referencia a la presencia de jóvenes afiliados autónomos en la actividad 'Agricultura' con respecto al conjunto de afiliados en el RETA (todos menos los del CNAE 01). 

Así, mientras que el peso de los trabajadores agrarios menores de 40 años del RETA es, como se ha dicho, del 19,8 % del total y de 49.623 afiliados (dato a 30 de abril de 2024), el del resto de autónomos no agrarios del RETA es del 24,3 %, con 756.285 sobre un total de 3.112.679 afiliados. Es decir, una diferencia limitada a 4,5 puntos.

Por comunidades autónomas

Si el análisis se realiza por CCAA, la presencia de jóvenes autónomos afiliados en el RETA en 'Agricultura' es muy similar a la media nacional de cerca de un 20 %: en Andalucía (24 %); Extremadura (21,4 %), Canarias (20,4 %) y Región de Murcia (20,1 %); mientras que es inferior en Galicia (15 %), Castilla y León (16,7 %), País Vasco (16,9 %) y Comunidad Valenciana (17,6 %).

En los afiliados agrarios, mayormente por cuenta ajena, del RG, la presencia de jóvenes de menos de 40 años por encima de la media nacional del 40,1 % del total es superada en Andalucía (43,1 %), Extremadura (41,2 %), País Vasco (40,8 %) y La Rioja (40,6 %), mientras que por debajo de esa media están Canarias (32,3 %), Madrid (33,5 %), Comunidad Valenciana (34,9 %), Cataluña (36,2 %), Castilla y León (37 %) y Galicia (37 %).

Agricultores profesionales

Según concluye el análisis del Ministerio de Agricultura, los trabajadores agrarios por cuenta propia o empresarios autónomos de la Seguridad Social "reflejan mejor" al colectivo de los agricultores profesionales, que presenta una composición (en porcentaje) mayor que los perceptores de los pagos directos de la PAC o que los jefes de explotaciones agrarias (titulares o no de la explotación) del último Censo Agrario de 2020; en ambos casos por debajo del 10 % del total.

Lo mismo puede decirse de los jefes de explotación agraria de la Encuesta sobre la Estructura de las Explotaciones Agrícolas de 2023, más recientemente publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Sea como fuere, parecen claras un par de conclusiones

La primera, que la falta de relevo generacional no es exclusiva del sector agrario, aunque quizás se "note" más por el mayor envejecimiento de la población del medio rural frente al urbano, estando solo algo por debajo de la del resto de actividades económicas en su conjunto realizadas por profesionales autónomos. 

La segunda, que en cualquier caso, porcentaje arriba o abajo, el relevo generacional sigue siendo uno de los más graves desafíos a los que se enfrenta y se enfrentará el campo español (y el de la Unión Europea) en los próximos años, siendo acuciante este reto más en unos sectores productivos que en otros. Esto es algo que nadie puede negar. 

Quizás porque el sector agroalimentario español (y europeo) se la juega en los próximos años —Horizonte 2040, como dijo Hansen—, será muy necesario pasar ya, de una vez por todas, de las meras palabras (estrategias, estudios, DAFO, análisis...) a los hechos, con la adopción de un paquete integral de medidas efectivas que consigan frenar este declive y que animen a nuestros jóvenes, profesional y técnicamente más preparados que nunca, a apostar por una actividad económica que, además de poder ser una forma de vida atractiva, a la vez sea también tan rentable o más que cualquier otra. 

Sin agricultura... no hay nada. Sin (suficientes) agricultores jóvenes que la trabajen... mucho menos.

 

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