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Innovación sostenible para sustituir plásticos de un uso en la cadena alimentaria

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Las alternativas para el reemplazo en la fabricación de este material ganan protagonismo por la necesidad de lograr un sistema agroalimentario más sostenible, impulsando a startups nacionales e internacionales a lanzar productos innovadores
Cubiertos sostenibles.


23 April 2024
  • Los plásticos se han convertido en una parte integral de nuestras vidas diarias, pero su impacto ambiental no puede ser ignorado. Desde la producción hasta el consumo, los plásticos contribuyen a la contaminación, los residuos y la disminución de los recursos naturales.
  • El uso excesivo de plástico representa una seria amenaza global para el medio ambiente y la vida marina debido a su lenta degradación, que puede tardar hasta 400 años, así como a los impactos económicos y sociales negativos que conlleva.
  • La necesidad de alternativas sostenibles a los plásticos tradicionales nunca ha sido tan urgente, en especial para los plásticos de uso único.
  • Existen alternativas para reemplazar el plástico convencional en la fabricación de cubiertos y pajitas, como bioplásticos, materiales biodegradables, reciclados, de madera o cartón, y productos comestibles. Estos últimos han ganado un protagonismo especial en los últimos años, lo que ha impulsado a startups nacionales a lanzar productos innovadores en el mercado.

Los beneficios del plástico son innegables. Es un material barato, ligero y fácil de fabricar. Estas cualidades han llevado a un auge en la producción de plástico durante el último siglo. En concreto, el incremento exponencial en la producción de plástico ocurrió a partir de la década de 1970.

El impacto generado después de años de uso del plástico en varios sectores ha desencadenado una situación alarmante

Las tecnologías e innovaciones más recientes son incapaces de hacer frente a la cantidad de desechos plásticos generados, a menos que se replantee la forma en que se fabrica, se utiliza y se gestiona el plástico.

El problema de los residuos plásticos se ve incrementado por el hecho de que la fabricación de envases nuevos de plástico es significativamente más barata que el uso de polímeros reciclados o de nuevas fuentes orgánicas y biodegradables, lo que plantea desafíos económicos apremiantes para las empresas.

En efecto, el uso de los plásticos de un solo uso acentúa aún más este impacto, y el sector agroalimentario es uno de los sectores que más contribuyen para la generación de estos residuos.

Panorama del uso del plástico

A escala mundial, según datos de las Naciones Unidas, se produce un promedio de 430 millones de toneladas de plástico anualmente. De este total, aproximadamente el 36 % se destina al empaquetado, lo que incluye envases plásticos de un solo uso para alimentos y bebidas. 

Entre estos plásticos desechables se encuentran envoltorios para chocolates, bolsas para papas fritas, pajitas y cubiertos de plásticos para comidas.

Según la ONU, se produce un promedio de 430 millones de toneladas de plástico anualmente

Según Statista, España en 2019 ocupaba la décima cuarta posición en el mundo en generación de plásticos de un solo uso, como se puede observar en la gráfica a continuación.


 

 

No obstante, la ley de plásticos de un solo uso de la Unión Europea, aprobada en 2019 y que entró en vigor en julio de 2021, prohíbe la comercialización de productos como pajitas, platos y cubiertos de plástico, así como bastoncillos para los oídos.

En este sentido, los países miembros contaron con un plazo de dos años para adecuar la normativa a su legislación nacional. En el caso de España, esta se integró en la ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular a partir de enero de 2023.

La ley fomenta el uso de envases plásticos reutilizables y establece pautas para el diseño de envases, como la obligatoriedad de unir las tapas a los recipientes. 

Además, introduce impuestos sobre envases de plástico de un solo uso y establece requisitos para los comercios minoristas de alimentos en cuanto a la oferta de productos sin embalaje primario y la promoción del uso de recipientes reutilizables.

Adicionalmente, en la ley nacional se establecen los siguientes compromisos para reducir la comercialización de productos de plástico de un solo uso:

  • Para el año 2026, se busca una reducción del 50 % en peso con respecto a 2022.
  • Para el año 2030, el objetivo es alcanzar una reducción del 70 % en peso con respecto a 2022.

En resumen, España a pesar de ocupar una posición destacada en la generación de plásticos de un solo uso se ha comprometido a dar un paso importante hacia una gestión más sostenible de los residuos plásticos y la creación de nuevos productos que sustituyen el plástico.

Principales impactos ambientales

Los plásticos se derivan de combustibles fósiles, como el petróleo y el gas natural, que son recursos no renovables. Su extracción y procesamiento contribuyen a la contaminación del aire y del agua, así como a las emisiones de gases de efecto invernadero.

Los plásticos representan una amenaza global para el medio ambiente, especialmente para los océanos, donde terminan causando graves daños a los ecosistemas marinos y las especies que los habitan.

Según el WWF, cada año se utilizan 5 billones de bolsas de plástico, y el 50 % de estas son para un solo uso, contribuyendo al 10 % de todos los desechos generados. Los plásticos pueden tardar hasta 400 años en degradarse, afectando gravemente a los ecosistemas marinos.

España es uno de los mayores productores de plástico en la Unión Europea. La presencia de microplásticos provenientes de productos de consumo también es preocupante, ya que afecta la salud de la vida marina y tiene consecuencias en la cadena alimentaria.

Se estima que las personas consumen alrededor de 2.000 piezas de microplástico cada semana, lo que equivale a unos 21 gramos al mes

Además, la contaminación plástica genera impactos económicos y sociales negativos, afectando al turismo costero y requiriendo inversiones significativas en labores de limpieza.

Recientemente, debido a un incidente marítimo, se han encontrado pellets en las playas de varias regiones costeras de Galicia, Asturias y Cantabria. Los pellets son pequeñas bolitas de plástico que pueden ser ingeridas por animales marinos, causando problemas graves en su salud y afectando la cadena alimentaria.

A pesar de los impactos negativos, más de 50.000 empresas en todo el mundo utilizan pellets de plástico en la fabricación de diversos productos. Estos pellets, o granza, son la materia prima para productos plásticos como botellas, bolsas y cubiertos.

A escala global, se vierten ocho millones de toneladas de plástico en el mar cada año, lo que ha generado una isla de plástico en el Pacífico del tamaño de Francia. 

Se vierten ocho millones de toneladas de plástico en el mar cada año

Las proyecciones indican que para 2050 habrá más plásticos que peces en el océano, lo que causa un impacto devastador en la vida marina debido a la ingestión y el enredo en estos desechos plásticos.

Alternativa al uso del plástico

A continuación, se detallarán algunas alternativas específicas para reemplazar el plástico utilizado principalmente en cubiertos y pajitas:


 

 

  • Bioplásticos: hechos de recursos renovables como plantas, algas, microorganismos, residuos agrícolas, aceites vegetales, almidón de maíz, paja y astillas de madera, entre otros.
  • Biodegradables: están diseñados para descomponerse naturalmente en el medio ambiente, ya sea a través de procesos biológicos o químicos. Pueden estar hechos de recursos renovables o combustibles fósiles, pero su capacidad para descomponerse los diferencia de los plásticos convencionales.
  • Materiales reciclados: alternativa impulsada por la economía circular. Estos plásticos utilizan plásticos reciclados en su composición y, tras su uso, vuelven a integrarse en la cadena productiva.
  • Madera o cartón: productos a base de bambú, madera o cartón, que son desechables y biodegradables.
  • Comestibles: se refiere a productos innovadores que incluyen cucharas, pajitas e incluso tazas fabricadas con ingredientes naturales como trigo, avena y maíz.

Los bioplásticos enfrentan varios desafíos que limitan su adopción generalizada. Uno de los principales obstáculos es su alto costo de producción en comparación con los plásticos convencionales. Además, estos materiales requieren condiciones específicas para descomponerse completamente, lo que puede representar un desafío en la gestión adecuada de residuos.

Es importante destacar que no todos los bioplásticos son automáticamente biodegradables; algunos pueden persistir en el ambiente si no se manejan adecuadamente. Esto subraya la necesidad de contar con una infraestructura y políticas adecuadas para su disposición y tratamiento, a fin de evitar impactos negativos en el medio ambiente.

Pese a que los materiales biodegradables ofrecen una opción de descomposición natural, es fundamental asegurar una gestión y disposición adecuadas para evitar repercusiones adversas en el entorno. Por otro lado, los materiales reciclados y aquellos a base de madera fomentan la economía circular, pero también requieren una infraestructura sólida de reciclaje y políticas efectivas para lograr un aprovechamiento integral de los residuos.

 

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Adicionalmente, se están explorando nuevas estrategias innovadoras, como el uso de bacterias y enzimas para descomponer el polietileno tereftalato (PET) y convertirlo en materiales reciclables.

En este contexto, los productos comestibles han captado un interés notable como una alternativa innovadora y prometedora en este contexto. Esta innovación ha impulsado el mercado nacional hacia la creación de productos más sostenibles fabricados con ingredientes naturales. Estas opciones representan una alternativa responsable con el medio ambiente al reducir la dependencia de los plásticos convencionales.

Casos de éxito

Gloop

Gloop es una startup española que busca eliminar los plásticos de un solo uso como pajitas y cucharillas mediante alternativas comestibles, veganas y sin glúten.

Sus productos, como las cucharas comestibles conocidas como gloop, que están disponibles en dos opciones de sabor: galleta o chocolate, y las pajitas o gloojitas con cinco sabores diferentes, están elaborados a partir de ingredientes como harina de maíz, arroz, cáscara de avena molida y azúcar de caña.

Los cubiertos comestibles y pajitas están diseñados para ser resistentes y aguantar su uso durante 20-30 minutos sin deteriorarse, ya que son 100 % biodegradables. Además, mejoran la experiencia del consumidor y siempre estarán permitidos por la legislación vigente.

 

Voilà

Voilà también es una startup española que ofrece cubiertos comestibles con un sabor neutro o saborizado y textura similar a la de una galleta crujiente, como una alternativa sostenible a los plásticos de un solo uso, contribuyendo así a una experiencia gastronómica mejorada y a la reducción de impacto ambiental.

Sus productos están hechos principalmente de harina de arroz, son aptos para alérgenos, sin gluten y veganos, con una resistencia que permite cortar, pinchar y remover sin romperse.

Ofrecen 6 diferentes sabores de cucharas y cucharas para catering, así como opciones de tenedores y removedores de café de vainilla y canela.

Si quieres saber más...

  1. Plataforma Tierra. https://www.plataformatierra.es/actualidad/plastico-restauracion-nuevo-impuesto
  2. Plataforma Tierra. https://www.plataformatierra.es/actualidad/plastico-envase-mercado-consumo-bioeconomia 
  3. Plataforma Tierra. https://www.plataformatierra.es/innovacion/plastico-biodegradable-solucion-imperfecta