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Las cubiertas vegetales: estrategia para mejorar la fertilidad, el secuestro de carbono de los suelos y el control de plagas

26 September 2025
Manejo de Cultivos
Economía Circular y Bioeconomía
Esta práctica cobra cada vez más importancia en el manejo agronómico por sus beneficios en el objetivo de alcanzar una agricultura eficiente y sostenible
Cubierta vegetal en un cultivo del Centro de Experiencias Cajamar.

26 September 2025

Un suelo vivo brinda muchos servicios a los ecosistemas: secuestro de carbono, disponibilidad de nutrientes, regulación del ciclo del agua y producción de alimentos. Entre sus funciones están las de proveer de nutrientes de forma sostenible a los cultivos para su desarrollo y su capacidad de secuestro carbono atmosférico, de vital importancia de los suelos sobre la sostenibilidad del planeta, de forma que una mejora en el manejo de los suelos reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y mitiga el efecto del cambio climático.

Para restaurar los suelos se necesita aumentar el contenido de materia orgánica. Este aumento supone una mejora de su fertilidad, tanto física (porosidad, estructura, etc.), como química (contenido de nutrientes, amortiguación de pH) y biológica (biodiversidad, relaciones simbióticas, reciclaje de nutrientes); además de una mejora su capacidad de infiltración y percolación de agua, disminuyendo así la escorrentía, la erosión y la salinización, aumentando la recarga de los acuíferos subyacentes.

Una de las actividades agrarias a través de las cuales se logra incrementar en mayor medida la capacidad de secuestro de los suelos es con el manejo óptimo de los restos de cosecha y cubiertas vegetales, así como la implantación de mulchings.

La implantación de cubiertas vegetales en la agricultura es una práctica que cada vez cobra más importancia en el manejo agronómico de los cultivos por los beneficios que genera en el suelo sobre las que se aplican. 

Las técnicas de mantenimiento del suelo con cubiertas vegetales mejoran el contenido en materia orgánica y la fertilidad del terreno, controlan la vegetación espontánea, mejoran la capacidad de retención de agua en el suelo, evitan la formación de costra superficial e incrementan el secuestro de carbono.  Aunque tradicionalmente las cubiertas se han utilizado en zonas de pluviometría alta con el principal objetivo de controlar el desarrollo vegetativo y rendimiento de las plantas, en los últimos años su uso se está extendiendo también a zonas más áridas, fundamentalmente para controlar la erosión de los suelos dispuestos a favor de la pendiente en el terreno.

 

 

Los objetivos fundamentales en el uso de cubiertas vegetales son conservar, mejorar y hacer un uso más eficiente de los recursos naturales, mediante un manejo integrado del suelo, el agua, los agentes biológicos y los inputs externos. 

La cubierta vegetal favorece la biodiversidad del suelo y se potencian los procesos biológicos al favorecer los microorganismos. A su vez, es posible observar un incremento de la fauna auxiliar, al ofrecer estas cubiertas recursos alimenticios en forma de néctar, polen y otros insectos, además de refugio, lo que favorece el control biológico por conservación de las plagas.

La utilización de cubiertas vegetales presenta efectos positivos sobre el secuestro de carbono, la erosión, fertilidad del suelo y fomento de la biodiversidad. Además, es muy importante la diferenciación de la cubierta en zonas semiáridas, donde puede ejercer un papel protector de suelo contra factores antierosivos como la escorrentía superficial, erosión eólica, reducción de la evaporación de superficies desnudas y diferencias respecto al manejo convencional.

1. Secuestro de carbono

La dinámica de las praderas y de mulchings orgánicos favorece el aporte de materia orgánica procedente de la degradación de los restos vegetales aportados mediante el proceso de humificación que tiene lugar en el suelo. 

La mejora de la microfauna y los microorganismos del suelo hacen que la implantación de praderas incremente los niveles de carbono orgánico del suelo en sus diferentes pools (lábil, humificado e inerte). 

A su vez la cubierta vegetal contribuye a la estructuración del suelo y con ello favorece la transferencia de carbono lábil a formas protegidas del mismo (humificado asociado a agregados y partículas de arcillas-limos e inerte) con lo que favorece el secuestro.

2. Efecto sobre la erosión del suelo

Las cubiertas vegetales pueden ser perennes o temporales, limitándose a la época de mayor disponibilidad hídrica. Las siembras suelen hacerse en otoño una vez preparado el terreno con una ligera labor. Tras la siembra la cubierta se deja crecer durante el otoño-invierno y una vez conseguida una buena cobertura y de cara al periodo estival se procederá a realizar la siega de la cubierta

Las siegas se recomiendan realizarla de forma mecánicas (mediante siega o desbrozado) y los restos de la cubierta se mantendrán sobre el terreno. Se puede dejar una banda de cubierta vegetal para obtener un banco de semillas para el próximo año. 

 

Preparación de suelo para siembra de cubierta vegetal en cultivo de caqui en el Centro de Experiencias Cajamar.
Preparación de suelo para siembra de cubierta vegetal en cultivo de caqui en el Centro de Experiencias Cajamar.

 

Para la gestión adecuada de la parcela en frutales, se puede mantener la zona libre de adventicias en las mesetas a fin de evitar en la zona de goteo la competencia de agua y nutrientes aportados a la planta.

La cubierta vegetal, en cuanto a que puede producir mayor infiltración del agua de lluvia, así como reducir la escorrentía y la evaporación, da lugar a una distribución de agua más favorable en el perfil del suelo. El balance global indica que suele disponerse de más agua en un suelo con cubierta que en uno labrado, siempre que se realice la siega en el momento adecuado. Además, la presencia de restos vegetales secos (mulching) limita la evaporación.

 

Cubierta vegetal y acolchado en cultivo de Caqui
Cubierta vegetal y acolchado en cultivo de caqui en el Centro de Experiencias Cajamar.

 

El establecimiento de una cubierta vegetal en el suelo, junto con la reducción de la erosión del suelo, supone una disminución de la pérdida de nutrientes, lo que debe permitir una mejora de la calidad del agua al reducir sus contaminantes.

 

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3. Efecto sobre la fertilidad del suelo

La utilización de las cubiertas vegetales permite un incremento de la fertilidad natural del suelo debido al incremento de los niveles de materia orgánica en las capas superficiales, a demás de mejorar su estructura, ya que proporciona mayor estabilidad a los agregados del suelo.

Al ir degradándose el rastrojo y los restos de poda, e ir transformándose en humus de forma controlada, se protege al suelo de la erosión y escorrentía, aumentando el contenido del complejo arcillo-húmico (en consecuencia, el reservorio nutricional del suelo disponible para el cultivo), y por tanto la formación natural de agregados del suelo y la fertilidad. Además, disminuye la contaminación de las aguas superficiales, reduce las emisiones de CO2, el efecto sumidero aumenta (el suelo absorbe y almacena más carbono) y se incrementa la biodiversidad.

 

Cubierta vegetal en cítricos en el Centro de Experiencias Cajamar.
Cubierta vegetal en cítricos en el Centro de Experiencias Cajamar.

4. Incremento de la biodiversidad y efecto sobre el control de plagas

Existe una importante relación entre los setos, las cubiertas vegetales y la fauna auxiliar. La abundancia relativa de los enemigos naturales está relacionada con el cultivo y el establecimiento de infraestructuras verdes. Además, es también importante la elección de la cubierta vegetal. En general, el establecimiento de infraestructura verdes favorece el control biológico de plagas por conservación y mejora las estrategias de control biológico por inoculación, reduciendo en general el uso de fitosanitarios.

Ha de considerarse también la problemática que existe en algunas zonas con determinados roedores, conejos, etc., que dañan los cultivos por su alimentación a través de los brotes tiernos, considerados también plaga. El uso e implementación de las cubiertas vegetales podría reducir el impacto producido por estos, sirviéndoles como reservorio de alimento.  

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