
11 August 2025
Bilbao ha vuelto a posicionarse en este 2025 como un referente internacional en innovación alimentaria al acoger, simultáneamente, dos eventos de gran relevancia: Food 4 Future – Expo FoodTech y Pick&Pack for Food Industry.
Durante tres jornadas, más de 8.500 profesionales del sector, 379 expertos de distintos países y cerca de 250 empresas expositoras ahondaron sobre las tendencias en tecnología y la sostenibilidad alimentaria.
Además, estos encuentros han servido para impulsar el debate sobre el futuro de la industria agroalimentaria, en pleno proceso de transformación con la colaboración, la digitalización y el respeto medioambiental como principales pilares.
A través del intercambio de conocimiento entre los principales actores de la cadena de valor participantes, y con el impulso del equipo de innovación tecnológica de AZTI, se ha elaborado un decálogo que define la nueva hoja de ruta del sector para este 2025.
1. La inteligencia artificial
La IA se consolida como la tecnología transversal en toda la cadena agroalimentaria. Desde la predicción de cosechas hasta la automatización de procesos industriales y la optimización de la logística, su impacto es tangible: reducción de costes, menor consumo energético (-40 %) y caída de emisiones de CO₂ (-35 %). Compañías como Eurecat o UMYNO Solutions han presentado soluciones que integran gemelos digitales, aprendizaje automático y plataformas conectadas a sistemas ERP, demostrando que la IA no solo mejora procesos, sino que impulsa modelos más sostenibles, resilientes y centrados en el consumidor.
2. Robótica y automatización
La robótica inteligente está transformando desde la agricultura de precisión hasta la logística interna de las plantas. En el campo, sensores y brazos robóticos ya analizan en tiempo real el estado de los cultivos para optimizar las cosechas. En el entorno industrial, soluciones como XPlanar (de Beckhoff Automation), basada en levitación magnética, permiten mover objetos sin fricción, reduciendo el desgaste mecánico y mejorando la eficiencia energética. La fabricación aditiva (impresión 3D) permite además producir repuestos a medida de forma inmediata, reduciendo tiempos de parada y costes logísticos. Las empresas buscan automatizar sin perder adaptabilidad.
3. Sostenibilidad
La sostenibilidad ha dejado de ser una etiqueta para convertirse en una transformación sistémica. No se trata solo de reducir emisiones, sino de integrar indicadores económicos, sociales y medioambientales en el modelo de negocio. Herramientas como Envirodigital, desarrollada por AZTI, permiten medir, predecir y reducir el impacto ambiental de los productos alimentarios a lo largo de su ciclo de vida. Basado en la metodología europea Product Environmental Footprint (PEF), este software analiza el impacto en 16 categorías ambientales, identifica puntos críticos y facilita estrategias de ecodiseño para mejorar el rendimiento medioambiental. Paralelamente, casos como el de McCain, que se ha propuesto alcanzar el 100 % de agricultura regenerativa en 2030; el de PepsiCo, con su planta de emisiones cero en Etxabarri; o el de las cooperativas Kaiku y COVAP, que impulsan buenas prácticas desde la producción ganadera, demuestran que la sostenibilidad ya no es una opción, sino una ventaja competitiva.
4. Trazabilidad
La trazabilidad se ha convertido en un imperativo. Tecnologías como blockchain, etiquetas inteligentes, QR dinámicos o sistemas de geolocalización permiten seguir el recorrido de los alimentos desde su origen hasta el punto de venta, garantizando autenticidad y reduciendo el riesgo de posibles fraudes alimentarios. Empresas como Carrefour ya han implementado sistemas blockchain para productos frescos, y plataformas como OpenSC o Provenance están democratizando el acceso a este tipo de herramientas. La transparencia se convierte así en un factor competitivo clave y en una poderosa herramienta de diferenciación en un mercado cada vez más exigente.
5. Talento y cultura innovadora
Uno de los desafíos más urgentes para la industria alimentaria es la falta de talento especializado. En un contexto de transformación digital y sostenible sin precedentes, escasean perfiles técnicos con conocimientos en robótica, inteligencia artificial o análisis de datos, lo que supone un freno potencial para el desarrollo del sector. En Expo FoodTech 2025 se ha puesto sobre la mesa que no basta con incorporar profesionales: es necesario construir culturas empresariales atractivas, flexibles y alineadas con los valores de las nuevas generaciones. De esta forma, retener el talento pasa por ofrecer proyectos con propósito, oportunidades reales de crecimiento y entornos de confianza. Invertir en capital humano será tan decisivo como apostar por la innovación.

6. Plataformas para una innovación abierta
El sector alimentario está adoptando modelos de innovación abierta y cocreación como una vía para acelerar la transformación. Plataformas como el Sandbox AgriFoodTech, iniciativa recientemente creada, están permitiendo a startups, centros tecnológicos y empresas trabajar juntos en soluciones disruptivas con acompañamiento técnico, recursos y orientación al mercado. No cabe duda de que la velocidad de cambio en el sector exige alianzas estratégicas que trasciendan la competencia y apuesten por compartir conocimiento, experimentar a pequeña escala e integrar rápidamente lo que funciona. La clave del éxito futuro estará en la capacidad de construir redes flexibles, con visión global y acción local.
7. Nuevas proteínas y fermentación de precisión
La biotecnología está revolucionando lo que comemos. La fermentación de precisión, el cultivo celular y el uso de ingredientes como hongos, algas o rubisco están dando lugar a nuevas proteínas con alto valor nutricional y bajo impacto ambiental. Empresas y centros como AZTI están desarrollando alimentos funcionales que igualan en sabor y textura a los productos tradicionales, pero con ventajas sostenibles. Estas soluciones no solo responden a una demanda creciente, sino que abren la puerta a una alimentación más accesible, ética y respetuosa con el planeta.
8. Nutrición personalizada
La personalización de la dieta ya es una realidad gracias a los avances en genética, microbiota, inteligencia artificial y sensórica. Startups y centros como AZTI están desarrollando soluciones que permiten adaptar la alimentación a cada individuo en función de sus necesidades biológicas, estilo de vida o patologías. Este enfoque no solo mejora el bienestar, sino que permite prevenir enfermedades crónicas y fomentar un envejecimiento activo. Según EIT Food, en 2050 el 30 % de los europeos superará los 65 años, y la alimentación será clave para mantener la calidad de vida.
9. Packaging
El envase ya no es un mero contenedor: es un canal de comunicación, una herramienta logística y un vector de sostenibilidad. En Pick&Pack 2025 se han presentado soluciones como etiquetas inteligentes, materiales biodegradables y envases comestibles. Estas innovaciones no solo optimizan el ciclo de vida del producto, sino que mejoran la experiencia del consumidor. Según el Consumer Observatory de EIT Food, un 51 % de los europeos prioriza opciones saludables y sostenibles, y el packaging actúa como guía clave en esa decisión.
10. Logística inteligente
La digitalización también ha alcanzado a la logística, tradicionalmente más opaca. La sensorización de la cadena de frío, la analítica predictiva o la inteligencia artificial para rutas dinámicas están permitiendo reducir pérdidas, minimizar emisiones y garantizar la seguridad alimentaria. Pick&Pack for Food Industry 2025 ha mostrado casos de éxito en digitalización logística que evidencian que esta área se ha convertido en un eje estratégico para mejorar competitividad y responder ante interrupciones como crisis sanitarias o conflictos geopolíticos.
Fuente: AZTI.